La crisis del coronavirus / Virginia Miranda
La industria química es una de las que mejor se han comportado en un año tan crítico como 2020. Lastrada por la caída de la construcción y el automóvil y la debilidad del mercado europeo, la suma de las actividades químicas y farmaquímicas vinculadas a la lucha contra el Covid han permitido resistir el envite de la pandemia gracias a la fortaleza y estabilidad previas de un sector esencial y de futuro, que ha creado nuevos puestos de trabajo estable en un año de ERTEs y destrucción de empleo y que está en condiciones de jugar un papel en la recuperación económica a través de los proyectos industriales. “Nosotros invertimos cada año en España aproximadamente 2.500 millones de euros y, si los planes salen adelante, podríamos multiplicarlo por dos hasta 2026”, asegura Juan Antonio Labat, director general de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique). Fundamentalmente, a través de proyectos de descarbonización y economía circular en línea con los requisitos de los fondos europeos, siendo el hidrógeno “un vector de futuro” porque “vamos a ser usuarios como industriales y también productores”. A la Administración le recuerda que la subvención directa va a ser el diferencial para competir con inversiones que pueden hacerse en otros países de la UE y que, “si queremos industrializar, lo primero es bajar los costes energéticos”, nuestro “mayor gap” respecto a Francia, Alemania o China.
La industria química caía un 2,4% en su tasa del mes de noviembre, según los últimos datos del INE, aunque la anual alcanzaba un crecimiento del 7,9%. En un año en que el Covid ha marcado la actividad de todo el tejido productivo, ¿cómo se han visto alteradas sus previsiones para 2020 previas a la pandemia?
En Feique representamos la industria química y farma. Efectivamente la industria química cae un 2,4% y farma crece un 2,7%, siendo los dos sectores que mejor se comportan en el año dentro de la industria, con la manufacturera cayendo un 11%. La recuperación se empezó a gestar sobre todo en junio, se estabilizó y vuelve a crecer con ese 7,9% respecto a noviembre del año anterior. Desde luego no teníamos estas predicciones antes de la pandemia, que eran de un crecimiento en torno al 2%. Pero, tal y como está la situación, con sectores como el de la automoción cayendo un 20% o la confección un 27% y siendo pocos los que lo hacen por debajo de dos dígitos, un 1% de caída indica que son los sectores industriales que mejor se comportan. La razón es que gran parte de nuestra producción está vinculada a la lucha contra el Covid. Farmaquímica ha crecido dentro del sector medicinal, pero también todo lo que son geles hidroalcohólicos o productos de desinfección de superficies.
“Farmaquímica ha crecido dentro del sector medicinal, pero también los geles hidroalcohólicos o productos de desinfección de superficies”
¿Cuál es el peso de su industria en el PIB?
Contando con química y farma, nuestro sector representa dentro del PIB industrial el 13,4%, sólo superado por alimentación y bebidas. En el PIB global, la aportación directa e inducida generada por toda nuestra actividad es del 5,6% y somos el segundo sector exportador de la economía.
El gel hidroalcohólico era una anécdota en comparación con el uso que se le ha dado desde el estallido de la crisis sanitaria pero, ¿qué otros productos de la industria química y farma han sido necesarios para hacer frente a la nueva situación?
El gel hidroalcohólico para uso personal es el que más se ha potenciado porque las ventas anteriores eran muy reducidas. Los demás han sido limpiadores de superficies, alcoholes, desinfectantes, agua oxigenada… En España tenemos muy buena producción, de modo que no hemos sufrido ninguna tensión para poder mantenerla como sí han tenido otros países. En el área de farma hay que hacer especial mención al oxígeno medicinal. En los primeros meses de la pandemia se multiplicó por diez porque teníamos mucha capacidad productiva. De hecho, en España se producen hasta 5.000 millones de metros cúbicos de gases industriales al año y el mismo oxígeno puede destinarse a un uso medicinal. También es importante hablar de la potabilización de agua; en España producimos 600.000 toneladas de cloro, más que suficiente para atender todas nuestras necesidades. Además, hemos estado muy vinculados con los equipos de protección y material sanitario con la fabricación de millones de toneladas de polímeros para mascarillas o guantes. En la parte alimentaria, la agroquímica para la protección de los cultivos ha crecido este año. Y ha habido una reducción de plástico porque se destina también al automóvil y la construcción, que han registrado caídas, pero se ha mantenido para el envesado, que también ha generado producción de tintas para los etiquetados.
“En España se producen hasta 5.000 millones de metros cúbicos de gases industriales al año y el mismo oxígeno puede destinarse a un uso medicinal”
¿La producción de qué productos se ha visto afectada negativamente a causa del coronavirus?
Las que más se han visto afectadas han sido las materias primas para la construcción y, sobre todo, para el sector del automóvil. Aproximadamente un 10% de la demanda del sector químico procede del automóvil que, aunque no lo parece, lo que más tiene es química; los polímeros del salpicadero, los poliuretanos de los asientos, el airbag, el líquido de frenos, la pintura metalizada de la carrocería, el policarbonato de los faros, el caucho de los neumáticos… El 70% de los elementos de un coche son químicos, por tanto, la caída de este sector es lo que más nos ha afectado. El mercado exportador ha evitado que la repercusión sea demasiado grande y en esa área de química básica la pérdida es aproximadamente del 3,5%.
Esa interrelación con unos y otros sectores en un contexto como el actual, ¿les ha beneficiado o ha frenado su crecimiento?
El 98% de las actividades productivas necesitan químicos. La parte de consumo directo relacionada con farma ha sido mejor que si no hubiera habido pandemia. El alimentario se ha comportado de forma bastante estable, dentro de su caída cercana al 6%. Pero retroceden los sectores demandantes más potentes como el automóvil y es donde más lo hemos notado.
“El 70% de los elementos de un coche son químicos. Por tanto, la caída de este sector es lo que más nos ha afectado”
¿Ha habido empresas representadas por Feique donde han sido necesarios los créditos ICO o los ERTEs?
Muy poco. Se han utilizado muy puntualmente en empresas dedicadas a servir materiales para el automóvil y los ERTEs que he conocido han bonificado hasta el 85% del salario. De hecho y a falta de contabilizar el último trimestre, el empleo ha crecido un 1,9% en el sector químico, con una mayor contratación fundamentalmente en farma. El año anterior teníamos una media trimestral de 205.000 empleos y hemos pasado a los 209.000, 4.000 puestos de trabajo más teniendo en cuenta que el paro ha subido el 3,5% sin contar que hay casi dos millones de personas que siguen en ERTE y no sabemos cómo acabarán.
¿Es el sector con menor incertidumbre laboral en estos momentos?
Por su carácter esencial, creo que sí. En una situación de pandemia debes tener una producción propia para tener acceso rápido a todos estos productos, si no hubiera sido muy complicado. En España tenemos una industria química muy fuerte, es un sector muy sólido y estable porque resulta fundamental en muchas de sus contribuciones. Y donde no lo es tanto, como en el automóvil y la construcción que pueden importar sus componentes, ha sido tradicionalmente competitivo respecto a otros países.
“El empleo ha crecido un 1,9% en el sector químico, con una mayor contratación fundamentalmente en farma”
¿Cómo ha afectado una crisis sanitaria, social y económica mundial a las exportaciones de esta industria?
Se concentra mucho la pérdida en el periodo de abril y mayo, con los mercados muy cerrados, pero hemos exportado más en noviembre que en el mismo mes del año anterior. Aun así, los meses perdidos hacen que la caída sea del 6,5%. La demanda mundial ha decaído sobre todo en la UE, donde la crisis se ha cebado mucho más que en otras áreas geográficas siendo el europeo nuestro principal mercado, mientras va creciendo el asiático donde estamos muy estables respecto al año anterior. Por eso lo importante es tener un sector muy internacionalizado que sea capaz de buscar nuevos mercados. En cualquier caso, aún es pronto para estimaciones, que haremos en marzo tras las encuestas internas a las empresas.
¿Qué papel cree que puede jugar la industria química en la recuperación económica?
Puede jugar un papel a través de los proyectos industriales. Las empresas de nuestro sector han presentado muchos proyectos de inversión a todas las manifestaciones de interés y estamos muy pendientes de ver cómo van a ser las convocatorias de todos los planes de recuperación para saber si se pueden ejecutar. Eso es lo principal. Nosotros invertimos cada año en España aproximadamente 2.500 millones de euros y, si los planes salen adelante, podríamos multiplicarlo por dos hasta 2026. Nuestra prioridad es tener más inversiones y ser capaces de tener más economía industrial en España. Más allá de la riqueza evidente, defendemos la economía industrial por la calidad del empleo que generamos, con un salario medio en el sector de química-farma de 38.000 euros que en hostelería no llega a los 14.000 euros. El resultado, además de un sueldo mayor, es una mayor capacidad de consumo y de reactivación económica.
“En una situación de pandemia debes tener producción propia para tener acceso rápido a estos productos, si no hubiera sido muy complicado”
Los Presupuestos se han diseñado para impulsar la competitividad a través de la innovación, así lo exigen los fondos europeos. ¿Están preparados para cumplir las exigencias de digitalización, sostenibilidad y transición energética?
Sí, de hecho, las principales áreas en las que hemos presentado proyectos son principalmente de descarbonización y economía circular. Son las dos áreas que establece el green deal y van a ser vitales para la asignación de los fondos. Hemos presentado muchos proyectos que tienen relación con el hidrógeno, para nosotros un vector de futuro, como la creación del Hidrogen Valley en Tarragona. Vamos a ser usuarios como industriales del hidrógeno y también productores. Es una tecnología que nos va a servir como fuente de energía, movilidad… para muchas áreas. Se han presentado un total de 750 proyectos a las manifestaciones de interés de Industria y estamos muy pendientes de ver las bases de las convocatorias, que es lo que finalmente se exigirá a estos proyectos de aportación y, sobre todo, de conocer qué parte habrá de subvención directa por parte de la Administración. Un 20, un 2 o un 30% de asignación. Ese va a ser el diferencial, porque competimos con inversiones que se pueden hacer en Francia, en Alemania o en España. Una planta se puede poner en cualquier país. Lo fundamental es cómo se apoyen los planes de inversión.
“Lo importante es tener un sector muy internacionalizado que sea capaz de buscar nuevos mercados”
¿Cómo se presenta 2021 para el sector?
La estimación del año la hacemos durante la primera quincena de febrero. La parte positiva es que no hemos caído, pero sí necesitamos que se recupere el mercado interior y también el exterior. El 60% de nuestra facturación la hacemos fuera de España porque exportamos mucho, por tanto necesitamos que toda la economía crezca. Sobre todo la europea, que está mucho más tocada por la crisis. Los fondos Next Generation tienen este objetivo. Veamos si son suficientes y, sobre todo, si somos capaces de atraer inversión industrial. Que haya mucha inversión industrial para que nuestra economía sea más sólida y no dependa sólo del sector servicios. La pandemia ha mostrado que Europa necesita ser capaz de depender de sí misma. Hemos de pensar cómo hacer más competitivas nuestras industrias. Todas ellas.
¿La pandemia ha resultado ser una radiografía de las carencias del tejido productivo español y su excesiva dependencia de sectores como el turístico?
Lo que debemos tener es un peso industrial superior al que tenemos. En los últimos años hemos ido perdiendo competitividad industrial en España fundamentalmente por los costes energéticos, el mayor gap que tenemos respecto a Francia o Alemania, no digo ya China.
“Veamos si somos capaces de atraer inversión industrial para que nuestra economía sea más sólida y no dependa sólo del sector servicios”
Si queremos industrializar, lo primero es bajar esos costes. Pero no se trata de que no tengamos hostelería y turismo. España siempre será potente porque tiene todos los factores para serlo y, pasada la pandemia, volverá a ser uno de los grandes destinos turísticos. Ese tiene que seguir siendo parte del crecimiento, modernizándose como todos los sectores, pero debemos hacer una apuesta especial por la industria y, para ello, necesitamos unos costes energéticos competitivos.
Una industria robusta
Con sus más de 3.300 empresas, la industria química es uno de los mayores y más consolidados sectores industriales de este país.
Su peso como motor económico de España representa el 5,8% del PIB y el 3,5% del empleo de España, sumados sus efectos indirectos e inducidos.
Con una cifra de negocios de 66.500 millones de euros, de los cuales casi el 60% se facturan en mercados exteriores (hasta los 38.500 millones de euros) y un peso creciente en países de fuera de la Unión Europea, el sector químico es el segundo mayor exportador de la economía española, solo por detrás del automóvil.
El sector químico presume además de la generación de empleo de calidad en términos de salario y estabilidad: proporciona empleo directo a 205.200 personas con un sueldo medio de 37.500 euros y el 93% de contratos indefinidos. La cifra supera los 700.000 puestos de trabajo contando los indirectos e inducidos.
La industria química es líder en innovación. El año pasado se destinaron más de 2.800 millones de euros a I+D+i, lo que supone una cuarta parte del total de la inversión privada en esta área. Asimismo, uno de cada cinco investigadores del sector privado es contratado por la industria química para ejercer su profesión.
Otro de los rasgos del sector es su carácter transversal; interviene en prácticamente todas las cadenas de valor de las industrias manufactureras. El 98% de las actividades productivas requieren de la química en algún punto del proceso de fabricación, ya sea en los campos de la salud, el consumo, la movilidad, la construcción, la alimentación, o la energía, por lo que su demanda es siempre derivada.
De un vistazo
Juan Antonio Labat
Director General de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique)
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y PDG por la IESE Business School, inició su carrera profesional en el departamento de Comunicación de CEOE.
En 1996 asume la dirección de Comunicación de Feique y en 2002 incorpora la de Relaciones Institucionales y Asuntos Públicos.
En 2014 es nombrado director general de la federación, puesto que continúa ostentando en la actualidad.
Cargos en representación del sector químico español:
-Vocal del Foro de Alto Nivel de la Industria, órgano asesor del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo
-Consejero de la ALIANZA para la Competitividad de la Industria Española
-Miembro del Consejo del Observatorio del Sector Químico
-Consejero del Foro Química y Sociedad
-Presidente del Programa de RSE Responsible Care Spain
-Vocal del Consejo Estatal de la Pequeña y Mediana Empresa
Cargos en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE):
-Vocal de la Junta Directiva
-Vocal de la Comisión de Industria y Energía
-Vocal de la Comisión de Sostenibilidad y Medio Ambiente
Cargos en el Consejo Europeo de la Industria Química (CEFIC)
-Miembro del Comité Ejecutivo de Federaciones Europeas
-Coordinador General de Sostenibilidad
Cargos en el Consejo Económico y Social:
-Vicepresidente de la Comisión de Políticas Sectoriales y Medio Ambiente
-Vocal de la Comisión Permanente
Cámara de España:
-Vocal de la Junta Directiva
-Vocal de la Comisión de Industria