Mercedes Cobo
Las medidas del Gobierno hasta ahora han sido insuficientes. Es verdad que los ERTEs por fuerza mayor desde un principio aprobados, tanto para la hostelería como para su canal de distribución, al que representa Fedishoreca, fueron un salvavidas en un momento terrible y de incertidumbre”, indica José Manuel Fernández, quien señala que los prestamos ICO “en principio también ayudan a aguantar con cierto margen estos meses”, pero asegura que no es suficiente y hará falta aplazarlos “por lo menos otro año más para que puedan cumplir su función y que las empresas puedan empezar a devolverlos cuando sus ventas lo permitan”.
El Gobierno ha prorrogado los ERTEs hasta el 31 de enero, ustedes alertaron que “sin la prórroga y con las restricciones actuales la situación de la hostelería sería insostenible”. ¿Les ha supuesto un respiro?
Ha podido ser un respiro ya que la posición del Gobierno hasta el final de la negociación era no prorrogar los ERTE a la hostelería. Pero la realidad es que ahora mismo, con la prorroga hasta el 31 de enero, la mayoría de los trabajadores de la hostelería y de la distribución a Horeca que están en ERTE con sus contratos suspendidos, aunque no trabajan, hay que pagar sus cotizaciones a la Seguridad Social. Esto junto a la continua bajada de ventas del sector sigue siendo insostenible. Y los que tienen la opción a presentar nuevos ERTE con deducciones a la Seguridad Social se ven obligados a no poder despedir por un nuevo plazo de seis meses. ¿Qué pasará a partir de febrero? Podría convertirse en un caramelo envenenado en lugar de un respiro.
¿Qué otras medidas le piden al Gobierno?. ¿Qué le parece las que han tomado hasta ahora?
Las medidas del Gobierno hasta ahora han sido insuficientes. Es verdad que los ERTEs por fuerza mayor desde un principio aprobados, tanto para la hostelería como para su canal de distribución al que representa Fedishoreca, fueron un salvavidas en un momento terrible y de incertidumbre. Los prestamos ICO en principio también ayudan a aguantar con cierto margen estos meses. Pero no es suficiente y hará falta aplazarlos, por lo menos otro año más para que puedan cumplir su función y que las empresas puedan empezar a devolverlos cuando sus ventas lo permitan. Aparte de estas dos medidas poco más ha habido.
“Esperamos que las ventas de 2021 crezcan un 35% sobre este año, pero serán un 32% menores que en 2019”
Desde Hostelería de España han pedido reiteradamente al Gobierno una serie de medidas que nosotros compartimos y que están en línea con otros países europeos: ante todo, que no se culpabilice a la hostelería en la transmisión del Covid-19. Mejorar las medidas de apoyo higiénico sanitarias coordinándose con autoridades sanitarias y que gestionen de forma eficaz los puntos de rebrote y procesos de cuarentena. Que pymes y autónomos puedan renegociar y aplazar las rentas con los grandes tenedores y empresas públicas. Como apoyo al empleo la extensión de los ERTE hasta marzo de 2021 con cambios en los modelos de aplicación con mayor exoneración en la cotización a negocios con apertura parcial o exoneración del 100% en negocios de cierre total. En cuanto al apoyo a la estructura empresarial sectorial, recursos a fondo perdido a partir de facturaciones inferiores al 25% de lo habitual, y la ampliación de 2 años en los periodos de carencia de la financiación recibida por motivo del Covid-19. Además de la bonificación fiscal en costes de arrendamientos, suministros y en Impuestos Especiales y Tasas Municipales. Y para estimular la demanda la aplicación de bonos de activación de la demanda a familias y empresas, mejorar el tratamiento fiscal y exoneración en vales de comida y la reducción temporal del IVA en hostelería.
Además, ante la evolución tan negativa de la situación sanitaria en las últimas semanas nosotros apoyamos la alternativa de implantar el toque de queda y con la hostelería abierta cumpliendo, como hasta ahora, las normas y restricciones. Según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad los casos de contagio en la restauración son el 3,5% y en el ámbito de reuniones familiares y/o amigos más el familiar con varios domicilios, supera el 30%. Si cerramos los bares y restaurantes sacamos a la gente de la hostelería, que cumple las normas y es segura con bajos contagios, y la mandamos a las situaciones donde hay menos seguridad y mas contagios.
Según sus datos, la caída de la actividad del sector a mediados de septiembre acumula una pérdida del 45%.¿Cómo van a afectar a su actividad las nuevas restricciones?
Las restricciones de las últimas semanas ya afectan de forma muy importante a la hostelería de muchas zonas de España con caídas entre el 50 y el 60% de la actividad en comunidades como Aragón y Murcia, y en ciudades como Sevilla y Santiago de Compostela. En el caso de Madrid, al inicio de octubre, con la enorme incertidumbre generada y con las limitaciones de movilidad, la caída ha sido superior al 70%.
En Cataluña y Navarra con la decisión precipitada y desproporcionada de cerrar todos los bares y restaurantes la perdida de actividad es superior al 90%. Para nuestro sector, totalmente dependiente de la hostelería, supone el volver a una situación similar a la del mes de marzo con una caída de actividad superior al 95% lo que obliga a la vuelta del personal a los ERTES, y de momento con el decreto de prorroga sin deducciones de la Seguridad Social. Con el 90% del personal en ERTEs y con sus contratos suspendidos, pagando el 100% de la seguridad social, el gasto es inasumible para las empresas.
En esta situación el resultado de la hostelería y del sector de su distribución a final de este año, de media en España, acumulara una pérdida de ventas superior al 50%
¿En cuánto estiman las pérdidas? ¿Y en empleo?
A la vista de las graves restricciones a la hostelería y de la situación en octubre, con el cierre en Cataluña y Navarra, podemos pensar en el peor de los escenarios previstos. Unas pérdidas, entre la hostelería y la distribución, en facturación de 75.000 millones de euros y una caída de empleos directos cercana a los 650.000
¿Cuáles son sus expectativas? ¿Cuál es la tendencia para los próximos meses?
Con la evolución sanitaria actual las expectativas para los próximos meses son que la situación empeora y como ya he dicho prevemos acabar el año con una caída del 50% en facturación. El inicio del año próximo dependerá como todo de la evolución del virus y de como se gestione, pero las expectativas no son buenas. Esperamos que cara a la primavera la situación mejore y con ella la de la Horeca, algo parecido a lo que ocurrió durante los meses de mayo y junio, pero esperamos que está mejora no parta de la actividad nula del confinamiento que hemos sufrido este año. Para ello necesitamos que no se demonice al sector y aunque las medidas de seguridad sean incluso mayores podamos mantenernos abiertos y cumplir con ellas como hemos hecho hasta ahora.
¿Cuáles son sus mayores preocupaciones?
La mayor preocupación es como evolucionara esta segunda ola en la que estamos que pone en peligro nuestra salud y paraliza la economía. Pero aparte de esta, que es común a todos los ciudadanos, hay otros temas que nos afectan directamente como la situación de los ERTEs en la hostelería y en los sectores dependientes de ella, como nosotros, la devolución de los préstamos ICO o las medidas restrictivas desproporcionadas que se están aplicando a la hostelería.
“Estimamos que la suma de la hostelería y del sector de la distribución a Horeca supone el 7,2% del PIB y 1.800.000 empleos entre asalariados y autónomos”
¿En cuánto calcula la aportación de su sector a la económica?
Estimamos que la suma de la hostelería y del sector de la distribución a Horeca supone el 7,2% del PIB y 1.800.000 empleos entre asalariados y autónomos.
¿Cuándo esperan empezar a ver una recuperación y cómo va a ser?
Es muy difícil hacer una previsión de lo que va a pasar durante los próximos meses y años ya que el nivel de incertidumbre es muy alto. Pese a ello tratamos de movernos en un escenario intermedio que nos dice que a partir de primavera empezará a haber una mejora escalada y gradual del sector Horeca y de su canal de distribución.
Esperamos que las ventas de 2021 crezcan un 35% sobre este año, pero serán un 32% menores que en 2019. Lo que significa un aumento de ventas respecto a 2020, con toda la crisis y el confinamiento que hemos pasado, pero una bajada muy importante respecto a la auténtica normalidad de 2019. Para el 2022 esperamos un aumento del 20% sobre el 2021 pero todavía se mantendrá una caída del 18 % con relación al año 2019. Esto querría decir que partiendo del 100% de las ventas de 2019, en 2020 estaríamos en el 50%, el 2021 alcanzaríamos el 68% y para el 2022 llegaríamos al 82% del 100% de las ventas que tuvimos en 2019.
Al timón
José Manuel Fernández Echevarría es director general de Fedishoreca y director ejecutivo de Adiscat. Abogado de formación, desde un principio su trayectoria profesional ha estado ligada a sectores de gran consumo, en las áreas de comercial y marketing, y siempre en contacto con la distribución de bebidas y alimentación. Compaginó su actividad como directivo con la ampliación de estudios en el Instituto de Empresa de Madrid y en Esade en Barcelona, donde colaboró unos años en el área de comercialización y marketing. De su experiencia destacan los 15 años en el Grupo Danone. Desde el año 2015 es impulsor de la plataforma Recircula, que trabaja para la implantación efectiva de un modelo de economía circular. Fernández es un padre de familia amante de la naturaleza, de los deportes al aire libre, de los que hoy sigue disfrutando a través de su actividad como ciclista de montaña.