Mercedes Cobo
«La inversión sostenible funciona, es menos volátil que la inversión tradicional, es más rentable y además contribuye expositivamente al planeta y a la sociedad”, defiende Luis Martín. BMO fue la primera gestora europea en lanzar un fondo ético en 1984 y una de las 18 gestoras firmantes de los PRI de Naciones Unidas en 2006.
BMO es una de gestoras que más ha hecho por el desarrollo sostenible en la industria de gestión de activos. ¿Desde cuándo tienen el foco puesto en sostenibilidad y cómo lo aplican en la selección de sus estrategias?
BMO es una de las líderes indiscutibles en inversión sostenible, porque además nuestro legado así lo demuestra. Por ejemplo, fuimos la primera gestora europea que lanzo un fondo ético en 1984. Otro hito importante es que en 2006, cuando se crearon los famosos PRI (Principios para la Inversión Responsable) de Naciones Unidas, ahora mismo todas las gestoras son firmantes prácticamente, sólo lo firmaron 18 gestoras y BMO fue una de ellas.
Otro tema importante, ahora que se habla tanto del activismo accionarial, tenemos el servicio de engagement más antiguo de Europa, lanzado en el 2000 cuando no se hablaba de esto. Llevamos más de 20 años haciendo activismo accionarial y no sólo para nuestras carteras sino también para terceros, sobre todo para inversores institucionales, fondos de pensiones, aseguradoras, fundaciones, esto nos refuerza como líderes indiscutibles en inversión sostenible, este es un poco nuestro legado.
“La integración no es exclusiva de los fondos sostenibles, es una herramienta más que cualquier gestor puede usar a la hora de valorar la compañía en la que está invertido”
¿Qué le hace falta a un fondo para ser realmente sostenible?
Nuestro buque insignia, por poner un ejemplo, es el BMO Responsible Global Equity, que se lanzó en 1986, ha evolucionado mucho hasta lo que es hoy en día, es un fondo sostenible 360 porque hace todo lo que se espera de un fondo sostenible, como excluir a ciertas compañías porque tienen productos comprometidos como armamento. Otro aspecto importante es la integración, que es incorporar en los modelos de análisis, además de aspectos financieros, aspectos extra financieros como pueden ser aspectos medioambientales, sociales y de buen gobierno, y eso se incluye en los modelos de valoración, y se puede hacer con independencia de que sea sostenible o no, se hace por definición. Yo creo que a partir de ahora casi todas las gestoras ya están integrando aunque sus fondos no sean sostenibles. La integración no es exclusiva de los fondos sostenibles es una herramienta más que cualquier gestor puede usar a la hora de valorar la compañía en la que está invertido.
La tercera parte es el activismo accionarial, que es clave, nuestro papel como gestoras es determinante en el mundo actual porque somos el nexo de unión entre los inversores y las compañías. Si cogemos cualquier compañías cotizada y vemos el top 10 de los accionistas de esa compañía la mayoría somos gestoras, si nos unimos, nos convertimos en el principal accionista de la compañía cotizada, por tanto nos escuchan porque además las gestoras solemos ser inversores a largo plazo que es precisamente lo que una compañía quiere, tener un accionista estable y con vocación constructiva. las gestoras tenemos un papel muy importante porque en conjunto nos posicionamos como inversor número 1 de cualquier compañía cotizada, aquí entra el engagement, la tercera parte importante para que un producto sea sostenible, que es tener un dialogo activo con la compañía para intentar que mejore aspectos relacionados con el medio ambiente, justicia social y buen gobierno, que creemos que son claramente mejorables y poco a poco ir actuando con ellos para que las compañías contaminen menos, reciclen más, tengan pagas más igualitarias, incorporen más mujeres al consejo de administración, etc. Todas esas cosas hacen que la compañía tenga mejor calidad y eso redunda por supuesto en una mayor rentabilidad a largo plazo para los accionistas. También realizamos acciones conjuntas con otras gestoras, vemos que realmente se nos escucha y tiene un impacto claro en el sistema.
La cuarta pata es ver el impacto que tienen, hay que tener un informe transparente en el que se muestre como el fondo contribuye de una manera positiva al medioambiente, a la justicia social y al buen gobierno. Otra cosa importante que hacemos es vincular el beneficio de las compañías en las que inviertes a los 17 ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible, anualmente publicamos el informe de impacto en el que se demuestra en que porcentaje del beneficio de las compañías en las que invertimos están impactando en cada uno de los ODS y las 169 metas, así el cliente que invierte puede ver con que cantidad estamos contribuyendo en cada ODS.
¿Qué planes tienen de futuro, qué acciones están desarrollando?
Todos los años hacemos una encuesta, el activismo accionarial es un servicio que prestamos a terceros, ahora tenemos casi un billón de euros bajo asesoramiento de terceros a los que aplicamos este servicio, cada año les preguntamos cuáles son sus preocupaciones y aspectos sociales y de buen gobierno y en base a eso elaboramos nuestro plan de activismo accionarial para incidir en los aspectos que más preocupa a nuestra red de clientes, para ayudar a las compañías a que poco a poco vayan cumpliendo con los acuerdos para llegar al 2050 siendo neutrales en emisión de CO2. En el aspecto social, lo que estamos haciendo es asegurarnos de que en toda la cadena de suministro de todas las compañías en las que invertimos se respetan los derechos humanos y la igualdad, no solo en la matriz sino en todas las compañías que dependen de esa compañía matriz, muchas de ellas están manufacturando en emergentes y ahí es donde incidimos más. En el aspecto de buen gobierno, lo que nos están demandando los ODS es que en los consejos de administración no solo estén pensando en métricas financieras en el corto plazo a la hora de remunerados, sino que también se incluyan métricas más a largo plazo vinculadas con aspectos medioambientales y sociales, vincular la remuneración de los directivos a algo a más largo plazo nos preocupa bastante, y es clave para estar alineados con esos compromisos de 2050.
¿En qué compañías invierten?
Hay varias temáticas que nos gustan bastante, en concreto todas las relacionadas con la transición energética, tan importante a raíz de la guerra de Ucrania, cómo hacer que las compañías tengan menos de combustibles fósiles y más de renovables, es un proceso bastante lento y costoso, pero ahí estamos para apoyar y para ayudar a las compañías a que poco a poco vayan mejorando su modelo productivo. Otra temática muy importante es todo lo relacionado con salud y bienestar, y luego todo lo relacionado con sostenibilidad. Son las temáticas más importantes junto con la digitalización
Ha señalado que las gestoras realizan actividad accionarial de manera conjunta…
Hay 2 iniciativas que son fundamentales, una es la unión de muchas gestoras que representamos muchos millones de euros y que intentamos que las compañías más contaminantes del planeta cada vez contaminen menos, de ayudarlas poco a poco en ese paso hacía un modelo de producción basado en energías limpias y no tanto en combustibles fósiles.
Otra iniciativa es que nosotros mismos nos comprometemos a no invertir en ninguna compañía que sea emisora de CO2 en 2050. Lo importante es que en BMO a la compañía que hoy contamina no se la abandona y se le ayuda a que contamine menos para llegar a esas metas. Nuestro objetivo es un mundo más verde para todos y más rentable.
Hay un mito sobre que la inversión sostenible genera menos retorno que la inversión tradicional y no es cierto, como en toda inversión hay que mirar 2 patas la del riesgo y la de la rentabilidad. En la pata del riesgo, hay una unanimidad total en que la inversión sostenible es menos volátil que la inversión tradicional, son compañías más eficientes cuidan mejor a los empleados y son compañías que están mejor gestionadas, y eso da una mayor calidad y en momentos complicados de mercado esa calidad te defiende y hace que tu compañía caiga menos. Ya hemos visto que en momentos complicados de mercado los fondos sostenibles tienden a hacerlo mejor que los fondos tradicionales.
Por la pata de la rentabilidad, si comparamos el MSCI mundial de la inversión tradicional con la inversión sostenible de media los índices sostenibles lo hicieron 4 puntos mejor que la inversión tradicional en 2020. El 2021 esa diferencia fue incluso mayor, en el caso del MSCI Word, la inversión sostenible lo hizo 6 puntos mejor que la inversión tradicional. En estos 2 años claramente se ha demostrado que la inversión sostenible funciona, es más rentable, es menos volátil y además contribuye expositivamente al planeta y a la sociedad
¿El mercado y el sector financiero deben transitar a la sostenibilidad?
Sí, además ya están en ello, las gestoras al final, que somos las que impulsamos la inversión sostenible, tenemos un papel muy relevante, veo realmente como nuestra actividad mejora las compañías en las que invertimos, el sector financiero es clave y crítico para que esto fructifique.
“Nuestro papel como gestoras es determinante en el mundo actual porque somos el nexo de unión entre los inversores y las compañías”
¿Qué previsiones tienen para este mercado?
Prevemos un crecimiento significativo, en España estamos un poco por detrás de los países de nuestro entorno pero poco a poco ese diferencial se está acortando y estamos creciendo bastante y cada vez hay más oferta de producto.
¿Qué acogida está teniendo en el mercado la inversión de impacto?
Ha habido una evolución en el concepto de impacto, se inició en fondos a muy largo plazo, con poca liquidez, que tenían vocación de proyectos sociales y medioambientales con un impacto claro, eso está cambiando hacia el mundo de la inversión con liquidez diaria, hacia la renta variable, y ahí entra el artículo 9 que habla de los fondos que podemos considerar de impacto, los más sostenibles, y están creciendo bastante, porque cada vez hay más conciencia social entre los inversores que demandan este tipo de fondos, sobre todo a raíz de la regulación que ha permitido clasificarlos.
El Personaje y su Imagen
Luis Martín se incorporó a BMO Global Asset Management en 2015 para impulsar la inversión sostenible en España. Cuenta con una dilatada experiencia de más de 20 años en la industria de gestión de activos. En la actualidad, ve una gran oportunidad para la inversión sostenible debido a los cambios regulatorios, sociales y conciencia medioambiental que van a transformar la forma de invertir de todos los participantes del mercado y serán un gran soporte para la inversión sostenible.