Ana S. Arjona
“Creo que a lo largo de los años ha habido una campaña de desprestigio del autónomo que dista de la realidad”, señala en esta entrevista Celia Ferrero, para la que es tal la desconfianza que se ha generado entre autónomos y Administración que “esta última en vez de favorecer e incentivar que se esté en el sistema y se facilite el cumplimiento de las obligaciones tributarias y de Seguridad Social, las entorpece”. Para Ferrero, las líneas maestras sobre las que se plantea la contrarreforma laboral parten del desconocimiento total del tejido empresarial español, conformado en un 82% por empresas de menos de dos trabajadores. Añade además que la recuperación está ahí, “pero dista de ser tan fuerte e igualitaria como algunos pretenden trasladar”.
Subida de las cotizaciones, de la que se han descolgado los empresarios. ¿Cómo puede afectar a los autónomos?
En la negociación de la subida de cotizaciones en un 0,6% como único factor del grandilocuente Factor de Equidad Intergeneracional, no se habló en ningún momento de autónomos. Esperemos que siga así.
A los autónomos ya les espera un 2022 bastante complicado. Están las subidas en las cotizaciones por el aumento de bases mínimas recogidas en el Anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. Lo que llevará a aumentar la cuota entre 96 y 225 euros anuales. Este incremento, aunque a algunos les parezca residual no lo es.
Y no lo es, porque el Gobierno últimamente se dedica a “anunciar y vender” las subidas de costes para los empresarios y autónomos de forma parcial y espaciada en el tiempo. Pero si las sumamos la cosa cambia. A la subida de bases hay que añadir la subida de tipos del 30,3% al 30,6%, incremento que se congeló durante la pandemia.
A ello hay que sumar, la subida de costes laborales que sí afecta a los autónomos empleadores por las pensiones (0,5% por empleado), tanto en cotizaciones como en el SMI que subirá de nuevo en enero de 2022, la subida de impuestos contemplada en los PGE (carburantes, sociedades, etc.) por la que el Estado pretende recaudar un 8,1% más que en 2021, la subida de impuestos previsible ante el descuadre de unas cuentas que parten de un crecimiento del PIB del 7% mientras todas las entidades internacionales y expertos esperan que se sitúe entre un 4% y un 6% y la subida de costes asociados al incremento del precio de la energía y los problemas de suministros, y la presión inflacionista que producen.
Todo ello sin hablar de las reducciones de lo que nos podemos deducir en las aportaciones de los planes de pensiones o las amenazas regulatorias que puedan, como viene siendo habitual últimamente, aprobarse a espaldas del Diálogo Social o sin acuerdo de los empresarios. Como una mayor rigidez en la contratación laboral de la reforma laboral que encarecerá los costes y servicios laborales, o un sistema de cotización en función de los ingresos reales que puede derivar en un incremento de las cuotas si no se tiene en cuenta que un rendimiento neto no es un salario neto, ni tampoco es un ingreso real puesto que no todos los autónomos pueden deducirse los mismos gastos.
En definitiva, “tacita a tacita” vamos a poner en jaque a muchos autónomos y empresarios cuando de ellos depende nuestra recuperación.
A su juicio, ¿cuál hubiera sido la mejor solución para financiar las pensiones de los ‘baby boomers’?
Aumentar el número de cotizantes y no subir las cotizaciones que gravan y entorpecen la creación de empleo. Para ello, hay que hacer exactamente lo contrario de lo que se está haciendo. Hay que favorecer la creación de empresas, fomentar su crecimiento con el fin de crear más y mejor empleo. Para ello, hay que reducir cargas y trabas, aumentar la seguridad jurídica y reducir la incertidumbre con bandazos políticos. Sólo la actividad económica aumentará de forma efectiva la sostenibilidad del sistema tanto en el medio como en el largo plazo. Además de eso, hay que afrontar desde ya y sin demagogia, los incentivos a la prolongación de la vida laboral y la ampliación de los esquemas de jubilación activa, hay que fomentar los sistemas de previsión social complementaria, pero sin competencia desleal de lo público a lo privado, hay que avanzar hacia un mejor conocimiento e información sobre las trayectorias de cotización, especialmente en los autónomos para que puedan planificar mejor su jubilación. Hay que destopar la base máxima de los autónomos de más de 48 años para que si pueden coticen más. Hay que permitir las aportaciones voluntarias y fuera del calendario del sistema haciendo poco a poco transitar el sistema hacia un sistema mixto con cuentas de capitalización individual como en el resto de Europa. Reitero de nuevo la importancia de la no demagogia y el diálogo sincero que debe producirse entre generaciones, Yo creo que toda abuela y abuelo, preferiría que en vez de que el sistema lleve a sus nietos a depender de ellos, éstos tengan más y mejores trabajos que les den independencia y dignidad.
“Hay que afrontar los incentivos a la prolongación de la vida laboral, la ampliación de los esquemas de jubilación activa y fomentar la previsión social complementaria”
Usted ha dicho en alguna ocasión que el autónomo es un gran pagador…
Lo es. Y el que no paga no es autónomo. Creo que a lo largo de los años ha habido una campaña de desprestigio del autónomo que dista de la realidad y que desgraciadamente ha tenido graves consecuencias especialmente en la elaboración de normas y trámites que se hacen desde la perspectiva de que el autónomo es presuntamente culpable de fraude siempre.
Tal es la desconfianza que se ha generado entre autónomos y Administración que ésta ultima en vez de favorecer e incentivar que se esté el sistema y se facilite el cumplimiento de las obligaciones tributarias y de Seguridad Social, las entorpece. Sólo hay que fijarse en cómo se han diseñado las mal llamadas ayudas directas, que deberían ser compensación de pérdidas por las restricciones de actividad en pandemia, no aceptando ni siquiera incluir la posibilidad de uso de estas compensaciones para el pago de deudas con la propia Administración o el hecho de que, en la reforma concursal propuesta, no se incluyan la negociación de créditos públicos para que al menos se pague parte de las deudas con la Administración en situaciones de insolvencia.
Qué situación ocupa España con respecto a Europa en impuestos al trabajo?
España es el tercer país de la UE que más grava el trabajo, más del 30% del valor del trabajo se va a cotizaciones.
Bueno, al menos, los ERTE han sido un éxito pero, ¿qué le parece la nueva propuesta del Gobierno al respecto?
Que se complican la vida cuando el sistema existente ha demostrado que funciona a la perfección. Ha sido un éxito, no lo convirtamos en el próximo gran fracaso.
¿Qué le parecen las líneas maestras sobre las que se plantea la contrarreforma laboral?
Que parten del desconocimiento total del tejido empresarial español conformado en un 82% por empresas de menos de dos trabajadores y de nuevo sobre la base de una estigmatización del empresario y el autónomo. Es evidente que no toda la temporalidad está justificada, pero hay muchas actividades, especialmente en actividades estacionales y esporádicas que responden a necesidades reales y temporales. El sector cultural y de eventos, la hostelería asociada a bodas, banquetes, etc.
Pero no me negará que la temporalidad en nuestro país es un problema grave…
Lo es, pero el problema no está en su esencia en el sector privado que ha reducido en cerca de 10 puntos porcentuales su tasa de temporalidad en los últimos años. El foco del problema de la temporalidad está en el sector público y no le veo ponerse una escala de limitación de su uso como proponen en el texto para el sector privado.
¿Tienen datos de cómo ha afectado la pandemia a los autónomos? Imagino que no en todos los colectivos es igual.
Es extremadamente difícil valorar el impacto real de la pandemia, pues aún hay un esquema de ayudas que frena las bajas y mantiene dopada a la economía, al menos hasta el próximo mes de febrero.
La recuperación está ahí, pero dista de ser tan fuerte e igualitaria como algunos pretenden trasladar. Su intensidad está muy condicionada a cómo evolucionen ciertos factores, como la propia pandemia, la inflación y los problemas en las cadenas de suministros, la confianza del consumidor, el aumento de costes generalizado O la permeabilidad y ejecución de fondos europeos.
¿Están cansados de ser la niña bonita pero sólo en las campañas electorales?
Estamos cansados de discursos y ensoñaciones. Queremos hechos, diálogo y sinceridad.
Huelga de transporte antes de Navidad ¿Cómo se podría evitar?
Es un sector especialmente castigado en cuanto a impuestos y el coste de sus principales fuentes de trabajo, el camión y el carburante y ahora con los peajes. Además de la dureza de la profesión, están sometidos a una fuerte transformación del sector de la logística impulsada por la transición energética y la digitalización de la logística. No es de extrañar que falten transportistas y que los que hay muestren su descontento. Para evitarlo creo que debe haber un compromiso real sobre la mejora de sus condiciones, ayudas para hacer frente al incremento de coste y rebajas fiscales para el sector y acompañamiento en la transición hacia un nuevo modelo de transporte de mercancías.
¿Qué esperan de 2022?
Poco si no se pone de una vez por todas a los que crean riqueza y empleo en el centro de todas las políticas con el fin de ayudarles y no de castigarles.
Al Timón
Celia Ferrero es desde hace seis años vicepresidenta ejecutiva de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA. Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación por Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y diplomada por la misma universidad en Ciencias Económicas, Sociales y Políticas, se ha especializado en “Relaciones Laborales en Europa y Diálogo Social”.
Con 16 años de experiencia en el mundo empresarial, es cofundadora de STARTFAS (iniciativa para llevar la innovación de Start-Ups y emprendedores a la Defensa y la Seguridad, lo que le he valido para ser Embajadora de la Marca Ejército. También es socia fundadora de la Fundación ELLIS. Valenciana de 44 años, hija y nieta de aviadores, ha pasado parte de su infancia y adolescencia en el extranjero. Es madre de tres niños a los que en lo bueno y en lo malo dice haber hecho “autónomos”.