Nuria Díaz
Aldro Energía es una comercializadora de luz y gas, adquirida por Eni Gas e Luce, filial del grupo italiano ENI, que tiene presencia en seis países de Europa: Italia, Francia, Grecia, España, Portugal y Eslovenia, cuenta con 1.600 empleados y más de 10 millones de clientes en el continente europeo. En España ha apostado fuertemente por las pymes, más de 35.000 en cartera, pero como dice su director general, Antonio Colino, “no es suficiente para alcanzar el millón de clientes que nos hemos puesto como objetivo, así que además debemos llegar también a los hogares”. Para ello han llegado a alianzas en seguros con Caser o en banca con CaixaBank. Respecto al precio de la luz, el tema del momento, Colino afirma que el Gobierno puede actuar sobre muchas variables: en la parte de fiscalidad se pueden reducir los impuestos hasta el tipo súper reducido al 4%, por ejemplo y en la parte de peajes y cargos, pueden adoptar otras soluciones como por ejemplo en las primas a las renovables, que son unos 7.000 millones de euros al año.
¿Quién está detrás de Aldro Energía? ¿Quiénes son sus principales accionistas?
Aldro se creó hace siete años por PITMA, un grupo multisectorial de origen cántabro. A principios de este año 2021 Aldro fue adquirida por Eni Gas e Luce, filial del grupo italiano ENI, que fue creada en 2017 para desarrollar la venta en el mercado minorista y empresarial de gas, electricidad y soluciones energéticas innovadoras con el fin de avanzar hacia un modelo de consumo más sostenible. Tiene presencia en seis países de Europa: Italia, Francia, Grecia, España, Portugal y Eslovenia, cuenta con 1600 empleados y más de 10 millones de clientes en el continente europeo. Eni Gas e Luce entró en 2019 en el mercado de la movilidad eléctrica con los servicios E-start para la recarga de vehículos eléctricos, de forma que, entre sus servicios, está la movilidad sostenible, junto con los de luz y gas, fotovoltaica, y los servicios de eficiencia energética para las empresas con el objetivo de mejorar la sostenibilidad medioambiental.
“La vocación y objetivo de Aldro es llegar al millón de clientes en los próximos años. A finales de 2022 podríamos llegar a los 500.000 clientes y a partir de ahí, seguir haciendo méritos hasta alcanzar el millón”
¿Cuáles son las principales cifras de Aldro Energía?
En España, Aldro Energía cuenta con una cartera que supera los 280.000 clientes, somos un equipo formado por más de 150 empleados y la facturación de 2020 superó los 600 millones de euros. A lo largo de la historia de Aldro, las fechas han marcado el desarrollo de la compañía y también sus números, convirtiéndola en lo que somos actualmente: una de las principales comercializadoras libres del país. En 2014 el grupo multisectorial PITMA ponía en marcha Aldro Energía y Soluciones S.L., que en 2016 se incorporaba al mercado ibérico del gas. 2017 fue el año en el que comenzábamos a operar en Portugal. En 2018 registramos los 100.000 clientes y en 2020 es cuando fui nombrado director general, año en el que alcanzamos los 260.000 clientes y, además, se pone en marcha un plan de concienciación por el cuidado del medioambiente, con el suministro de energía verde a todos nuestros clientes.
-Y sus previsiones?
La previsión es seguir incrementando las cifras y los hitos que marcan nuestra historia y desarrollo. La vocación y objetivo de Aldro es llegar al millón de clientes en los próximos años. A finales de 2022 podríamos llegar a los 500.000 clientes y a partir de ahí, seguir haciendo méritos hasta alcanzar el millón. En cuanto a nuestro plan de acción apostamos por un crecimiento alineado con la eficiencia energética. Abogamos por un futuro en el que desarrollemos productos de autoconsumo y movilidad eléctrica con el fin de reducir emisiones y contribuir a cumplir con la nueva ley del cambio climático que contempla un aumento de la penetración de energías renovables.
¿Cuántos clientes tienen? ¿Quiénes son?
Actualmente tenemos una cartera de 295.000 clientes. Hemos crecido mucho en el segmento PYME, donde nos hemos posicionado como la principal comercializadora independiente con más de 35.000 suministros en ese segmento. Sumamos el 7-8% del mercado, y nos posicionamos por encima de otras compañías que son mucho más grandes que nosotros. El resto de nuestros clientes son administraciones públicas, comunidades de vecinos y cliente doméstico. Si tuviera que definir a nuestros clientes diría que es un cliente preocupado por el ahorro, y para ello se interesan en contrastar sus facturas, quieren tener un servicio de atención y asesoramiento personalizado y además, valoran que suministremos energía verde sin coste adicional.
El sector de las comercializadoras de electricidad está cada vez más atomizado, ¿prevén fusiones o adquisiciones en el corto plazo?
Al igual que otros sectores, ha pasado por diferentes etapas; y el sector de la energía ahora prevé un periodo de concentración y consolidación.
“El precio de la electricidad del mercado mayorista, del que estamos viendo cómo bate los récords, supone en torno a un tercio de lo que acaba pagando un cliente en su factura. Los otros dos tercios sí que los controla el Gobierno, y es la parte de peajes y cargos”
¿Cuál es su estrategia para competir con las grandes?
Cada uno tiene su nicho, la PYME es muy importante para nosotros porque es uno de los segmentos donde podemos tener un crecimiento más eficiente, ya que, en los inicios, supone el mismo esfuerzo visitar un hogar que una PYME, pero la PYME tiene más facturación, por lo que tiene más sentido centrarte en el pequeño o mediano negocio. Es nuestro segmento predilecto, pero no hay suficientes PYMES en España si queremos alcanzar el millón de clientes, por lo que deberemos llegar también a los hogares. Para ello hemos desarrollado alianzas en seguros con Caser, en banca con Caixa y también con telefonía y alarmas, mediante nuestros últimos acuerdos con ADT y Finetwork. La barrera de los sectores se está rompiendo y por eso desarrollamos alianzas mediante las cuales poder crecer cada uno en nuestro sector, pero a la vez lanzar una oferta completa a los consumidores.
Y la gran pregunta: ¿se puede poner coto a la subida del precio de la luz o es tarea imposible?
No se puede poner coto al precio del mercado marginal porque depende del gas y del CO2, y está fuera del control del Gobierno. Lo único que puede ocurrir a nivel europeo es que aumenten las emisiones del CO2 para reducir su precio y aliviar la escalada de precios de la electricidad sin que afecte a la transición energética, puesto que puede ser temporal. Pero el principal problema del precio es el gas. El precio de la electricidad del mercado mayorista del que estamos viendo cómo bate los récords, supone en torno a un tercio de lo que acaba pagando un cliente en su factura. Los otros dos tercios sí que los controla el Gobierno, y es la parte de peajes y cargos: los gastos de envío de la electricidad, las redes, las primas a la renovables, la compensación peninsular y extra peninsular… este tipo de cosas que son políticas sociales establecidas que se recobran en la factura; y luego están los impuestos. En cada uno de esos conceptos se pueden hacer muchas cosas.
En la parte de fiscalidad se pueden reducir los impuestos hasta el tipo súper reducido al 4%, por ejemplo y en la parte de peajes y cargos, podrían adoptar otras soluciones como por ejemplo en las primas a las renovables, que son unos 7.000 millones de euros al año. Estas primas son una compensación a las renovables porque el pool es demasiado bajo para que compense sus costes, pero ¿qué ocurre? Esto se fija cada tres años, momento en el que se hace una estimación del precio de la electricidad. En vez de esperar esos tres años para los periodos regulatorios, se podría adelantar ese cambio a este año, ya que las centrales de generación renovable están teniendo una sobre retribución muy amplia, se están llevando un margen adicional que, además, les va a generar problemas en un futuro cuando se recalcule, ya que les va a obligar a devolver dinero y se podría trabajar ya: bajando esa parte de los cargos, se estaría reduciendo ese impacto en la factura. Otra medida en la que sí se está trabajando es en ese mercado marginal diario en el que no puede hacer nada el Gobierno. Pero si no puedes luchar contra ese precio marginalista podemos hacer que ese mercado de precio marginalista también sea de volumen marginalista. Es decir, sacar determinadas tecnologías de ese mercado para que se hagan subastas a largo plazo y que cada un cobre el precio que oferte, no el de la tecnología más cara, sino el que cada una necesite para recuperar los costes.
Al timón
Antonio Colino es ingeniero industrial licenciado por la Universidad Pontificia de Comillas (ICAI-ICADE) y ha dedicado toda su trayectoria profesional al sector de la energía. Su carrera comenzó en Iberdrola trabajando en el Área de Mercados Mayoristas, continuó como consultor de Regulación, Trading de Energía y Gestión de Riesgos en Deloitte y, posteriormente, ha sido responsable de Riesgos Energéticos en Endesa. Desde 2010 desarrolló su carrera como director de Energía y Operaciones de Feníe Energía. Actualmente es el director general de Aldro Energía para España y Portugal, y es presidente de la European Energy Retailers (EER), la primera red europea de asociaciones nacionales de comercializadores independientes de energía. También es vocal del Grupo de Trabajo de Redes Inteligentes de la Comisión Europea y participa y coordina distintos proyectos de I+D+i dentro de los objetivos “Horizonte 2020” de la Comisión Europea en gestión de la demanda, autoconsumo y eficiencia energética.