Manuel Tortajada
Consultora de negocio, comunicación y marketing para empresas pequeñas y medianas, especializados en empresas de servicios financieros, iDen Global nace de la necesidad imperiosa de explicar con rigurosidad, pedagogía y creatividad todo lo que puede ofrecer el sector financiero independiente a particulares e instituciones. Llevan desde 2015 ayudando a sus clientes a tomar mejores decisiones en el ámbito del desarrollo de negocio, diseñando y ejecutando estrategias comerciales con una base principalmente digital.
Dicen que en España no hay buena gestión de activos ¿falta talento? ¿sobran fondos?
No creo que exista una falta significativa de talento en la industria en términos generales. Lo que creo que sí falta es una sólida cultura financiera que genere demanda hacia vehículos más atractivos. En la actualidad, y a pesar del surgimiento de nuevos proyectos de gestión independiente en los últimos años, la cuota de mercado está dominada por productos bancarios que generan escaso valor, de altas comisiones y bajas rentabilidades. Si no te preocupas ni le dedicas tiempo a estas cuestiones, es más fácil que te coloquen un producto así. Por eso es vital fomentar una mayor educación financiera y que la gente sea más consciente de su situación financiera y, en particular, de las perspectivas poco halagüeñas del sistema público de pensiones.
¿Por qué en España la gestión de activos independiente (no bancaria) no alcanza la cuota que sí tiene en otros países de nuestro entorno?
En parte lo achacaría a lo anterior respecto a la cultura financiera. Tampoco ayudan los resultados negativos de algunos proyectos independientes nacidos en los últimos 5 años de gran impacto mediático. Pero es una cuestión compleja en la que intervienen diversos factores y es difícil dar una respuesta firme. Por ejemplo, puede tener que ver también la mayor penetración bancaria que existe en la sociedad española. El número de sucursales bancarias por habitante en España es muy superior al de países de nuestro entorno y los anglosajones, que cuentan con una mayor cuota de gestión independiente.
Podríamos pensar que esto está a punto de cambiar con la irrupción de las fintech, pero todavía está por ver.
«La comunicación es una parte esencial de la gestión de activos. Se puede ser un gran inversor, pero de ahí a gestionar dinero de terceros, la cosa es diferente. Tienes que gestionar emociones de terceros, la confianza juega un papel fundamental»
¿Cómo ayuda un consultor a las gestoras y empresas de asesoramiento?
La comunicación es una parte esencial de la gestión de activos. Se puede ser un gran inversor, pero de ahí a gestionar dinero de terceros, la cosa es diferente. Tienes que gestionar emociones de terceros, la confianza juega un papel fundamental. Alguien podría decir que si obtienes resultados buenos todo lo demás no importa. Es cierto que los resultados son lo fundamental, pero en este negocio los resultados pueden tardar en llegar más tiempo del que pensabas, es casi seguro que vas a tener periodos malos, por lo que debes saber gestionar eso.
Por otro lado, el consultor externo proporciona una visión diferente que la de la propia firma. No tiene por qué ser más correcta, pero sí quizá menos sesgada, lo que puede aportar ideas útiles y hacer ver aspectos relevantes que no se habían tenido en cuenta.
Además, estas empresas pueden centrarse en sus fortalezas, aprovechando las ventajas de la división del trabajo.
En relación con la educación financiera, ¿qué nota pondrías a los españoles como inversores si tenemos en cuenta la distribución del ahorro de las familias?
Como comentaba antes, la nota no puede ser positiva. La distribución del ahorro está muy concentrada en renta fija tradicional, productos garantizados, productos con altas comisiones y rentabilidades pasadas y esperadas muy pobres, etc. Hay muy poca bolsa. Pero es cierto que para invertir en bolsa se debe tener una tolerancia alta a los movimientos fuertes en el corto plazo, y antes de hacerlo uno tiene que estar psicológicamente preparado. De invertir sin esta preparación (casi más psicológica que de conocimientos), puedes acabar peor de lo que estabas.
Y añadiría que aún hay menos bolsa global. El sesgo a invertir en el mercado propio es muy fuerte. Por eso quizá la renuencia a invertir en bolsa sea mayor, porque el mercado español ha tenido un comportamiento muy malo en la última década, mientras otros mercados como el estadounidense lo han hecho muy bien. Ese sesgo hay que vencerlo. El inversor español puede invertir en empresas de cualquier parte del mundo. Saliendo de tu propio país, además, reduces tu dependencia a lo que suceda en tu país, que por el hecho de vivir y trabajar ahí ya es muy alta.
Cada vez vemos más iniciativas tecnológicas destinadas a la inversión, desde roboadvisors hasta gestores de carteras automatizados ¿Qué le parecen estas tendencias?
La tecnología está impactando todos los sectores, y como no podía ser de otra manera, el sector financiero y de la gestión de activos no es una excepción. Creo que pueden ser soluciones atractivas para sobre todo los inversores más jóvenes que no están tan bancarizados y se manejan bien con las nuevas tecnologías. La presencia creciente de la tecnología es imparable. Aunque aquí también entra la importancia de la cultura financiera, para que estos no sean presa de las últimas modas en la inversión y se cometan errores graves. Al final, estas herramientas son eso, herramientas, a las que se les debe dar un buen uso.
¿Está pagando el value las consecuencias de ser una moda durante los últimos años? ¿Son víctimas de los tipos de interés?
Nos gustan mucho las etiquetas, que suelen ser generalizaciones injustas en la mayoría de los casos, aunque facilitan las cosas. El value es muy amplio. Pero sí que es cierto que este estilo en general ha sufrido en los últimos años, donde ha dominado la tecnología y sectores de ingresos más estables que no han estado presentes.
El comportamiento de los mercados tiende a ser cíclico. Unos estilos de inversión funcionan mejor en unas épocas, y otros en otras. El value sufrió mucho a finales de los 90, con la burbuja puntocom, hasta que pinchó y resurgió con mucha fuerza hasta la Gran Crisis Financiera. Desde entonces no lo ha hecho bien. Pero creo que los inversores value que hagan bien su trabajo volverán a dar buenos resultados. El cuándo, es imposible de saber. Quizá un repunte de la inflación o de los tipos de interés ayuden.
Y sobre la gestión independiente, ¿pueden competir con los productos indexados?
En costes desde luego que es muy difícil, si no imposible. Pero no es la única variable a considerar. La gestión activa debe tener propuestas diferenciales respecto a los índices. Se puede generar valor aportando una menor volatilidad aún con la misma rentabilidad, o generar mayor rentabilidad que la alternativa pasiva o indexada, o también generando una mayor confianza en los inversores que les hagan tomar las decisiones correctas en el momento apropiado. No todo es la búsqueda de rentabilidad, sobre todo en productos donde la bolsa no es la parte mayoritaria.
«En la actualidad, y a pesar del surgimiento de nuevos proyectos de gestión independiente en los últimos años, la cuota de mercado está dominada por productos bancarios que generan escaso valor, de altas comisiones y bajas rentabilidades»
Dicho esto, sí que es verdad que los productos indexados generan una competencia sobre la gestión activa que antes no existía. El panorama competitivo ha cambiado significativamente, y la industria de la gestión activa debe saber adaptarse para seguir ofreciendo a los inversores productos que les satisfagan.
Y en todo este entorno, el inversor conservador parece limitarse a invertir o ahorrar a través depósitos. ¿Qué opciones tiene sin salirse de su perfil?
No es sencillo. Las políticas de la última década de los bancos centrales, tirando los tipos de interés hasta el suelo, o incluso por debajo de él, han dificultado mucho el panorama para los inversores conservadores. Desde estas políticas se ha incentivado el incremento del riesgo de las carteras, para conseguir las mismas rentabilidades de hace años. Esta es una práctica peligrosa. Existen alternativas, pero hay que mirar más allá de los productos, activos y estrategias convencionales. Eso requiere, nuevamente, más cultura financiera. De todas formas, creo que debemos adaptarnos a la nueva realidad y ser conscientes de que sin riesgo no hay rentabilidad.
Al Timón
Ángel Martín Oro es profesor de Entorno Económico en el Centro de Estudios OMMA y en el Título de Experto en Bolsa y Mercados de la Universidad de Alicante, además de director del informe sobre la economía española de UFM Market Trends y el Instituto Juan de Mariana. En su anterior cargo fue editor jefe en la plataforma digital inBestia. Ha sido seleccionado como una de las 42 personas más influyentes en economía en Twitter, entrando en el top 12 en la categoría de Mercados según la publicación #twecos 2020 elaborada por Crédito y Caución. Ángel es licenciado y máster en Economía y ha colaborado con numerosos medios tanto nacionales como internacionales, entre ellos The Wall Street Journal.