Nuria Díaz
Las empresas familiares se enfrentan a problemas específicos, como la falta de músculo financiero o la falta de protocolos para el relevo generacional que el Covid ha agravado. Sin embargo, Ricard Agustín, fundador de Family Business Solutions y consultor de empresas familiares, es optimista: “He observado en la mayoría de las empresas familiares con las que trabajamos un espíritu de superación y unos niveles de creatividad increíbles”. Para él el salto de calidad lo darán las tecnologías y, en ciertos casos, las fusiones y adquisiciones, aunque bien estudiadas. “Es recomendable ser prudentes y contar con el asesoramiento oportuno en lo referente a la viabilidad de las operaciones, a la adecuación del plan de negocio y a la valoración de los activos, sobre todo cuando estamos adquiriendo una empresa con dificultades”, señala.
¿Cuáles son los principales problemas que afrontan ahora mismo las pequeñas y medianas empresas
Aunque la pandemia no está afectando a todos los sectores y empresas por igual, posiblemente el principal problema que la mayoría de pequeñas y medianas empresas están afrontando ahora mismo es el de la gestión de la incertidumbre en la actividad económica y en las expectativas a medio plazo, con los ojos puestos en la recuperación económica post Covid-19.
Todavía está por ver cómo afectará este choque abrupto y sin precedentes en el medio y largo plazo, pero es importante subrayar que, a diferencia de lo que sucedió en la crisis financiera del 2008, en la que se vieron afectados casi todos los sectores de la economía, en esta crisis existe una gran disimetría entre los sectores claramente afectados (por citar algunos: turismo, hostelería, comercio, cultura, construcción, transporte y automóvil) y otros que incluso se han beneficiado de la situación (como la industria agroalimentaria, la distribución mayorista y minorista alimentaria, el sector tecnológico o el comercio electrónico).
“A diferencia de lo que sucedió en la crisis financiera de 2008, en la que se vieron afectados casi todos los sectores de la economía, en esta crisis existe una gran disimetría entre los sectores claramente afectados”
Evidentemente, los sectores más afectados tienen un gran problema de supervivencia, sobre todo en aquellas empresas de menor tamaño y de menor músculo financiero, debido a las caídas importantes de los ingresos, a los ERTES en marcha, los créditos ICO que han empeorado los niveles de endeudamiento, los problemas de liquidez… Toda esta situación, marcada por la incertidumbre, es el gran problema para las compañías de los sectores más afectados, sobre todo las PYMES, que ven en la vacuna un balón de oxígeno al que agarrarse para poder engancharse a tiempo al vagón de la recuperación.
Y las empresas familiares?
Si ponemos el foco en un problema específico, o más bien una preocupación, de las empresas familiares, creo que la crisis del coronavirus ha aumentado el apremio por prever y regular el relevo generacional en un Protocolo familiar, porque se ha hecho más evidente que nunca el riesgo que supone no tener previsto el futuro y tener que tomar decisiones precipitadas en caso de un evento repentino. De hecho, nosotros tenemos clientes que incluso estuvieron ingresados en la UCI debido a la enfermedad y que, ellos mismos y sus familias, vieron muy de cerca como de importante es estar preparados, porque un día el fundador ya no estará ahí. Por ello, han tomado consciencia de que lo mejor para la empresa y para la familia es empezar ya a preparar el relevo generacional, para poder hacerlo de forma paulatina, puesto que no hacerlo, o demorarlo sine die, podría condicionar la continuidad del negocio familiar.
Aquí quiero hacer hincapié en que el proceso de relevo generacional siempre es un momento difícil y delicado para las empresas familiares, ya que mezcla las emociones familiares con un cambio de liderazgo en el negocio, pero además la pandemia y la Covid-19 lo han hecho todavía más complicado. En estos nueve meses, hemos visto salir lo mejor y lo peor de las personas, y aquí la empresa familiar no ha sido una excepción. Nos encontramos ahora en un momento de tensión acumulada y esto propicia que los roces familiares se conviertan en conflictos y que las peleas se agraven y lleguen a afectar a la empresa, incluso cuando esta tiene relativamente buenos resultados o se está recuperando.
¿Es optimista en el medio plazo?
Es cierto que algunas empresas sin músculo financiero posiblemente sufrirán fuertes tensiones de tesorería que las acabarán obligando a cerrar, sobre todo en los sectores más expuestos. Sin embargo, sí que soy optimista para aquellas empresas que puedan superar la situación y que hayan aprovechado el periodo de pandemia para profesionalizarse, reforzar su modelo de negocio, explorar nuevas oportunidades, apostar o reforzar el canal online… y también crecer tecnológicamente. Y aquí no hablo de habilidades para teletrabajar y mejorar la productividad con medios telemáticos, que también, sino de dar el salto de calidad accediendo al big data y a modelos predictivos gracias a la inteligencia artificial, que serán fundamentales para conocer mejor cómo cambian de hábitos los clientes y, en definitiva, competir con éxito en los próximos años.
“Es fundamental dar el salto de calidad accediendo al Big Data y a modelos predictivos gracias a la Inteligencia Artificial, que serán fundamentales para conocer mejor cómo cambian de hábitos los clientes”
También soy optimista porque he observado en la mayoría de las empresas familiares con las que trabajamos en Family Business Solutions un espíritu de superación y unos niveles de creatividad increíbles. Esto las ha ayudado a repensar sus modelos de negocio para poder seguir operando con una cierta normalidad durante estos meses y, al hacer esto, han sentado las bases de su competitividad futura. Sin duda, la capacidad de reinventarse será fundamental para sobreponerse a la nueva realidad que nos deje la Covid-19 y a la crisis económica en ciernes, y creo que muchas empresas ya lo han hecho o están haciéndolo ahora.
Por último, soy optimista porque creo que la pandemia nos dejará modelos más sostenibles y respetuosos con el medioambiente y esto siempre es algo positivo para la sociedad. Veo a nuestros clientes mucho más sensibilizados en relación con este tema y algunos ya están empezando a adoptar medidas para ser más eficientes en la gestión de los recursos y tener así un impacto menor en el medioambiente.
¿Son las fusiones y adquisiciones una salida?
Ciertamente, una de las fórmulas que puede ayudar en la situación actual es la concentración sectorial. Sí que creo que en los próximos meses veremos más operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A). De hecho, puede ser una buena estrategia para “salir del pozo” o bien para ganar tamaño crítico y ser más competitivos, especialmente en mercados maduros que normalmente están dominados por las multinacionales y en los que una pequeña o mediana empresa en solitario difícilmente podría competir. En el caso de las fusiones, al margen de la banca, posiblemente veremos fusiones en sectores tecnológicos, energéticos, hoteleros, infraestructuras y otros sectores afectados por la crisis.
Las causas que explican la previsión de un aumento de las operaciones de M&A hay que buscarlas en que existe una gran liquidez en fondos de private equity y también en la reapertura de los mercados de deuda, así como en un probable ajuste a la baja en las valoraciones de los activos y por la necesidad de algunas compañías de lograr liquidez mediante ventas.
También quiero señalar que, aunque las fusiones o las adquisiciones pueden ser una gran oportunidad si se hacen bien, se trata de procesos complejos y largos. Por esta razón, es recomendable ser prudentes a la hora de estudiarlos y contar con el asesoramiento oportuno en lo referente a la viabilidad de las operaciones, a la adecuación del plan de negocio y a la valoración de los activos, sobre todo cuando estamos adquiriendo una empresa con dificultades.
“Aunque las fusiones o las adquisiciones pueden ser una gran oportunidad si se hacen bien, se trata de procesos complejos y largos. Por esta razón, es recomendable ser prudentes a la hora de estudiarlos”
¿Qué ejemplo nos pondría de una empresa que haya resuelto su relevo generacional ‘con nota’?
Entre nuestros clientes tenemos muchos ejemplos, pero si tuviera que elegir solo uno, sería el Grupo de Pinturas La Moderna, fundada en 1926 y especializada en productos de decoración y pintura. Se trata de una Pyme familiar, ya con la tercera generación consolidada y con la cuarta formándose y esperando en puertas para acceder. Pero, sin duda, el dato significativo más importante es que siete de los nueve hermanos están presentes en el órgano de administración y en la gestión del negocio, y todos ellos comparten los valores de la cultura de trabajo, la constancia, la austeridad, la honradez y la unión familiar que les transmitió su padre.
En esta familia han sido muy ordenados al preparar el relevo generacional y esto de bien seguro ha sido clave para el éxito y la continuidad de la empresa familiar: En su momento consensuaron un Protocolo familiar, tienen órganos de gobierno empresariales y familiares, se están profesionalizando e incluso han puesto en marcha el compliance penal, prueba de sus buenas prácticas con empleados, accionistas y sociedad. A mi parecer, los hermanos Auró Pujol son un ejemplo digno de escuela de negocio.
Al timón
Ricard Agustín es el fundador de Family Business Solutions y consultor de empresas familiares. Estudió Ciencias Económicas y un máster en Marketing en ESADE, y PPD y PADE en el IESE y IMP en INSEAD. Realizó el curso de Terapia Familiar Sistémica por el Hospital de Sant Pau y por la Escuela Vasco Navarra de Terapia Familiar. Empezó su carrera profesional en la compañía de la cual era copropietaria su familia, una experiencia que desencadenó su pasión por las empresas familiares. Más adelante, ocupó los cargos de consejero delegado de Barnices Valentine e Industrias Bilbaínas del Embalaje y director general de Marcilla Coffee Systems (Grupo Sara Lee), Riverwood y Mead Embalaje. En 2009 decidió fundar Family Business Solutions para dedicar la última etapa de su vida profesional a ayudar a otras familias empresarias. Gracias a sus más de 25 años de experiencia en el campo de la empresa familiar, en 2019 Agustín escribió su libro ‘Pecados de Empresa Familiar. Algunos errores que hay que evitar para conseguir eficacia empresarial y armonía familiar’, en el que desgrana y ejemplifica algunos de los problemas más comunes que se ha encontrado durante su trayectoria profesional en los negocios gestionados por familias. Los beneficios recaudados por las ventas del libro están destinados a obras sociales de la Comunidad de los Capuchinos de Sarriá, con la que Agustín colabora habitualmente realizando labores de voluntariado.