N. D.
Con el precio de la luz superando los 100 MW/h y las compañías presentando sus ofertas para la primera subasta renovable en casi cuatro años, y sus planes estratégicos para acomodarse a la economía verde que ya está aquí, el año 2021 viene cargado de planes energéticos. El principal, el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) con el que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, pretende la descarbonización y la puesta en marcha de una economía más verde y circular.
Después de un 2020 con los precios eléctricos más bajos en 15 años, en el inicio de 2021 el precio de la luz se dispara un 27% en pleno temporal por ‘Filomena’. El precio de la luz se ha disparado un 27% en este arranque de 2021, alcanzando los 16,81 céntimos por kilovatio hora (kWh) con la tarifa regulada (PVPC), frente a los 13,24 céntimos del mismo periodo de 2020, según datos de Facua-Consumidores en Acción. El aumento en el precio de la luz coincide con la ola de frío que vive toda la Península Ibérica estos días y que obliga a un aumento del uso energético para calentar los hogares y centros de trabajo. Pero la razón de la subida en el precio de la luz no se debe solo a la alta demanda por la ola de frío, sino también contribuye la presión en los precios en el mercado del gas.
De hecho, según los datos del Operador del Mercado Eléctrico (Omie), el precio superará los 100 euros por MWh en prácticamente la mitad de las franjas horarias, con un pico de 108,97 euros por MWh entre las 20.00 y las 21.00 horas. La factura de la luz se dispara estos días casi un 30 % respecto a lo que costaba la luz hace una semana. Según datos de Facua, la factura del usuario medio no supera los 80 euros desde diciembre de 2018. El mes pasado, el recibo experimentó su primera subida interanual tras 19 meses consecutivos de bajadas. El aumento fue del 7,2% para el usuario medio. Así, la factura mensual con la tarifa media del kWh de diciembre de 2020 representó 69,28 euros, frente a los 64,62 euros de diciembre de 2019. Durante 2020, el recibo del usuario medio ha experimentado bajadas interanuales que llegaron hasta el 23,8 % de abril, cuando se situó en el mínimo histórico de 55,71 euros, frente a los 73,09. de un año atrás.
El precio de la luz se ha disparado un 27% en este arranque de 2021, alcanzando los 16,81 céntimos por kilovatio hora (kWh) con la tarifa regulada (PVPC), frente a los 13,24 céntimos del mismo periodo de 2020, según datos de Facua-Consumidores en Acción
La subida tendrá un impacto directo en la factura de la luz pero más a los usuarios con tarifa regulada PVPC. En estos casos el precio que se paga por cada kilovatio/hora (kWh) depende de la evolución del coste eléctrico en el mercado mayorista y cambia cada hora de cada día en función de la oferta y la demanda. El precio sube en los días y horas que electricidad se consume. Con este sistema, las horas de la tarde/noche normalmente son más caras.
3.000 MW a subasta
¿Podrán las nuevas subastas renovables contribuir a que los precios del pool sean más equilibrados?. Es un deseo a largo plazo. Por el momento, el Gobierno celebrará el próximo 26 de enero la primera subasta de renovables en España desde julio de 2017, según la orden de convocatoria aprobada por el Ministerio para la Transición Ecológica, que establece un cupo objetivo de 3.000 megavatios (MW).
De esa potencia, como estaba previsto, al menos 1.000 MW corresponderán a fotovoltaica y otros 1.000 a eólica terrestre, mientras que el resto de potencia a subastar quedará sin restricción tecnológica. Según la orden que mañana publicará el Boletín Oficial del Estado (BOE), la documentación para participar en la subasta podrá presentarse a partir de las 13.00 del próximo lunes, 15 de diciembre, y el periodo de recepción de ofertas permanecerá abierto entre las 9 y las 11 del 26 de enero. Podrán participar en la subasta tanto instalaciones nuevas como ya existentes para su ampliación que estén situadas en el sistema eléctrico peninsular y cuyo sistema de almacenamiento, en caso de disponer de él, sea empleado exclusivamente para almacenar la energía producida en la instalación. Con el objetivo de optimizar la integración de renovables en el sistema y maximizar el ahorro en la factura eléctrica, el nuevo sistema de subastas, aprobado el pasado mes, establece que el precio percibido por las instalaciones se obtendrá a partir del precio resultado de la subasta corregido con cierta exposición a mercado. El porcentaje de ajuste de mercado se fija en un 25% para las tecnologías con capacidad de gestión de su nivel de producción y en un 5% para las que no dispongan de dicha capacidad.
El plazo máximo de entrega de la energía comprometida es de 12 años para las tecnologías fotovoltaica, solar termoeléctrica, eólica terrestres y marina e hidroeléctrica y de 15 años para las tecnologías de biomasa, biogás y biolíquidos. Las pujas se realizarán sobre el precio que se exige por la energía producida y el volumen de producto adjudicado a una misma empresa o grupo empresarial no podrá ser superior al 50 % del cupo del producto (1.500 MW). Los participantes en la subasta deberán presentar un plan estratégico con estimaciones de impacto sobre el empleo local y las oportunidades para la cadena de valor industrial local, regional y nacional, así como en el ámbito de la economía circular, las medidas contempladas en relación con el tratamiento de los equipos al final de su vida útil y el análisis de la huella de carbono durante el ciclo de vida útil de las instalaciones.
El Gobierno celebrará el próximo 26 de enero la primera subasta de renovables en España desde julio de 2017, según la orden de convocatoria aprobada por el Ministerio para la Transición Ecológica, que establece un cupo objetivo de 3.000 megavatios (MW).
El Gobierno prevé subastar, al menos, 19,44 gigavatios (GW) de potencia renovable hasta 2025 -8.500 MW de potencia eólica, 10.000 MW de fotovoltaica, 500 MW de termosolar, 380 MW de biomasa y 60 MW de otras tecnologías, como biogás, hidráulica o maremotriz-.
El Plan Integrado de Energía Clima (PNIEC) 2021-2030 prevé la instalación en España de casi 60 gigavatios (GW) renovables en esos años, lo que equivale a unos 5.500 MW por ejercicio. Parte de esta capacidad se instalará con el apoyo de las subastas, mientras que el resto podrá acogerse a otros instrumentos de apoyo, como las ayuda a la inversión del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), o los contratos de suministro de energía eléctrica a medio y largo plazo (PPAs).
¿Cuál será la primera planta de hidrógeno verde de España?
Toda vez que ese combustible se ha convertido ya en la estrella de los planes estratégicos de todas las compañías y de todas las CCAA, ahora lo queda por ver es quien se queda quien es el primero que pone en marcha su proyecto. Que no faltan.
Amorebieta, en Vizcaya, será la sede de la primera planta de hidrógeno verde en España. Esta planta se servirá de la infraestructura de una central de generación convencional y de la red de gas de distribución para estar operativa en 2022. El proyecto, impulsado por Sener, Nortegas, White Summit Capital, Castleton Commodities Internacional (CCI) y Bizkaia Energía ha recibido una inversión inicial de 50 millones de euros que servirán para producir 20 MW en la primera fase, pero, la intención es llegar a los 200 MW antes del término de la actual década.
Iberdrola también construirá una planta en Barcelona para suministrar hidrógeno verde a los autobuses de la red de transporte de la ciudad. La compañía recibirá 14,3 millones de euros públicos para proporcionar este combustible a la flota de autobuses.
Enagás y Naturgy promoverán conjuntamente la producción de hidrógeno verde en la Robla. El proyecto, que se enmarca en la iniciativa Green Crane, promovido por Enagás, ya ha sido presentado previamente como candidato a proyecto de interés común europeo (IPCEI) y proyecto para la Transición Justa en Castilla y León.
Ambas compañías trabajarán de forma conjunta para llevar a cabo la mayor planta de hidrógeno de España en la provincia de León. Con el objetivo de producir cerca de 9.000 toneladas de hidrógeno renovable al año mediante una planta fotovoltaica de 400 MW y un electrolizador de hasta 60 MW, Enagás y Naturgy cubrirán el consumo local y valorarán una posible exportación a países del noroeste de Europa.
La Comunidad de Madrid también tiene previsto construir una planta de generación de hidrógeno verde que se nutra de agua regenerada, una circunstancia que la convertirá en pionera en España “y tal vez también a nivel internacional”, señalan desde la consejería de Medio Ambiente.