Nuria Díaz ■
Pedro Sánchez ha anunciado un impuesto excepcional durante 2023 y 2024 sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas para recaudar unos 4.000 millones que palíen los efectos de la inflación y reviertan en los consumidores que, a falta de conocerse la letra pequeña, no acaba de convencer a la oposición ni, obviamente al sector. Pero lo cierto es que pese a la polvareda que ha levantado, ni es el primero que lo hace, ni parece que será el último. Reino Unido, Grecia, Italia, y más recientemente Bélgica, han puesto en marcha o han anunciado tasas similares.
El run run llevaba días recorriendo pasillos y redacciones. El tan triado y llevado impuesto a las eléctricas estaba a la vuelta de la esquina. Así, al poco de comenzar su intervención inicial den el primer día del debate del estado de la Nación, el presidente Pedro Sánchez anunciaba un impuesto excepcional durante 2023 y 2024 sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas. En concreto, Sánchez ha explicado que el impuesto a las energéticas permitirá recaudar 2.000 millones al año (un total de 4.000) por los beneficios extraordinarios de «los grupos dominantes en el sector eléctrico, gasista y petrolero». “Los sobrebeneficios no caen del cielo, salen del bolsillo de los consumidores que pagan los recibos. Y este Gobierno no va a permitir que el sufrimiento de muchos sea el beneficio de unos pocos”, ha expresado entre aplausos. “Pedimos a las grandes empresas que cualquier beneficio suplementario derivado de esta situación revierta en los trabajadores”, ha añadido el presidente. La patronal del sector, la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec) ha indicado, en el marco del anuncio de un nuevo impuesto sobre las empresas energéticas, que “no solo no hay beneficios extraordinarios”, sino que además la crisis actual está reduciendo los resultados de las empresas eléctricas. Muchos analistas, como la experta en Estrategia Internacional del Foro Industria y Energía, Nuria G. Rabanal, han señalado que “todas las subidas de impuestos se van a trasladar al consumidor y la producción industrial intensiva lo que puede generar más inflación aún y menor competitividad de España”.
A falta de conocer los detalles, fuentes del sector explican que muy probablemente la tasa de España esté inspirada en la que el Gobierno de Mario Draghi ya ha puesto en marcha en Italia
Por el contrario, Jorge Morales, director de Próxima Energía, cree que este impuesto “puede ser sin duda una vía de control de los elevados beneficios que en algunos casos están obteniendo las energéticas gracias a la crisis de precios, pero todo va a depender mucho de una letra pequeña que aún no conocemos. El cómo se calcule, que magnitud se utilice y de qué año, si se usa el beneficio en España o también la parte internacional, si se consideran o no extraordinarios… todo ello es esencial para ver si va a ser eficaz o no”.
EL PP también ha dado por hecho que las empresas reaccionaran a los nuevos tributos anunciados por Pedro Sánchez subiendo las facturas y las comisiones a la ciudadanía. «El Gobierno vigilará para que eso no ocurra», aseguran en Moncloa. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señala que esta hipotética subida estará prohibida en la propia ley.
Sánchez no ha sido el primero…
En cualquier caso, al margen de estas consideraciones, lo cierto es que el anunciado por Sánchez no será el primer impuesto a las energéticas que hay en Europa ni parece que será el último. Desde que empezó la escalada de precios del crudo, el gas y la luz, hace un año, son varios los países europeos que han explorado esa vía. El Reino Unido, Grecia o Italia ya han puesto en marcha un gravamen específico a los gigantes de la energía.
Fuentes del sector explican que muy probablemente el de España esté inspirado en el que el Gobierno de Mario Draghi, dimitido al cierre de esta edición, ya ha puesto en marcha en Italia. Este nuevo impuesto del Estado italiano grava con un nuevo 10%, un 25% en total, los beneficios obtenidos como diferencia entre el 1 de octubre de 2021 y el 31 de marzo de 2022, siempre que sean superiores a 5 millones de euros. El Gobierno de Mario Draghi estima que estos beneficios extraordinarios suman un total de 40.000 millones de euros en esos meses. El cálculo se hace sobre los beneficios de la compañía y no solo afecta a las compañías eléctricas, se basa en un impuesto que afecta a todas las empresas energéticas, también las que hacen negocio con el gas natural o el petróleo.
Al cierre de esta edición no había confirmación al respecto. De hecho, fuentes del sector estiman que Endesa e Iberdrola esperan que finalmente sea un impuesto que solo grave a las petroleras y gasistas, como se hace en el Reino Unido. El vicepresidente de Iberdrola España, Antonio Miguel Carmona, considera que el impuesto se circunscribe únicamente a petroleras y gasistas, dada la reducción de beneficios que han experimentado las compañías eléctricas en España. “Entendemos que este impuesto es a las petroleras y a las gasistas, que representan el 75% de la energía. Nosotros, muy al contrario, tenemos un recorte de resultados en España por el encarecimiento del gas y al tener el 80% de la demanda eléctrica vendida a precio fijo”, ha señalado. “Entendemos que están hablando de un impuesto a las petroleras y a las gasistas que representan, insisto, el 75% de la energía vendida en España”, ha concluido.
…ni será el último
Y apenas unas horas después del anuncio de Sánchez, hacia lo mismo la ministra de Energía de Bélgica, Tinne Van der Straeten, que declaraba su intención de introducir un impuesto del 25% sobre los márgenes de las empresas energéticas ante la subida de precios acontecida en el país, que cerró junio con un dato de inflación interanual del 9,65%. El proyecto de ley presentado por Van der Straeten afectaría a todos los proveedores, productores y comercializadoras de electricidad y gas en Bélgica.
Apenas unas horas después del anuncio de Sánchez, hacía lo mismo la ministra de Energía de Bélgica, que declaraba su intención de introducir un impuesto del 25% a las empresas energéticas
Son muchos los organismos que apuestan por este control de los beneficios. Según los datos analizados por el Gabinete Económico de CCOO, los márgenes de beneficio empresarial por unidad producida en España han estado históricamente por encima de los europeos. Los márgenes empresariales flexionaron a la baja durante la pandemia, pero en 2021 iniciaron una senda alcista, habiendo recuperado en la actualidad el nivel prepandemia y por encima de los márgenes europeos. En cuanto a ramas de actividad, destacan los márgenes de beneficio de las empresas energéticas (un aumento del 60.4% frente al 46,5% en la eurozona) y las financieras, cuyo margen de beneficios por servicio financiero prestado ha subido un 25,7% en el último año, mientras que en la eurozona se ha recortado un 0,6%.
Y además, más renovables, más autoconsumo y reforma del mercado eléctrico europeo
El impuesto a las energética es la medida que más polvareda ha levantado, pero no es la única. Además, para reforzar esa independencia energética, el jefe del Ejecutivo ha defendido que «tendremos que reforzar la apuesta firme por las renovables y por el autoconsumo, y deberemos mejorar la eficiencia y el ahorro energético». En este sentido ha querido señalar algunas medidas de ahorro energético que «se deberán adoptar» o que «habrá que impulsar» como el incremento del teletrabajo, el fomento del transporte público o la bajada o subida de algunos grados en la calefacción o el aire acondicionado de los hogares respectivamente. En este sentido, el presidente ha querido dejar claro que no se trata de actuaciones «que atenten contra nuestro modo de vida, pero sí acciones que nos permitan defender nuestros valores y nuestro modo de vida cuando se ve atacado». El Gobierno aprobará un nuevo Plan dotado con 200 millones de euros para el despliegue de autoconsumo en edificios públicos. También ha anunciado que se premiarán aquellas instalaciones de autoconsumo colectivo que compartan una parte de su energía con viviendas o comercios del entorno.
Pedro Sánchez ha aprovechado su primera intervención en el Debate sobre el estado de la Nación para anunciar que Bruselas presentará en otoño «una profunda reforma del mercado eléctrico», que según ha expresado el presidente ,»va a tener unos efectos muy positivos en los hogares y las empresas españolas».