Sacyr registró un beneficio neto atribuible de 47 millones de euros en los nueve primeros meses del año, el 61% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, tras haber tenido que realizar una provisión de 85 millones de euros para cubrir la cantidad que debe devolver a la Autoridad del Canal de Panamá tras el reciente laudo negativo de la Cámara Internacional de Comercio (ICC). Sin tener en cuenta esta provisión, la compañía española destaca que el beneficio hubiese crecido hasta un 8%, con todas sus principales magnitudes de su cuenta de resultados en terreno positivo, descartando así cualquier efecto negativo derivado de la crisis del coronavirus. Por otro lado, la cifra de negocios aumentó un 5,6%, hasta los 3.203 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) también se impulsó un 7,2%, hasta los 527 millones, un 78% procedente de sus actividades concesionales. Por áreas de negocio, la de ingeniería e infraestructuras ingresó 1.905 millones de euros, el 55% del total; la de concesiones otros 850 millones, un 24% de toda la facturación; y, la de servicios, 745 millones, concentrando el 21% del total.
Sacyr acaba de anunciar que se ha estrenado en el mercado de las concesiones en Estados Unidos. La española se hará cargo de los servicios energéticos y de agua de la Universidad de Idaho durante los próximos 50 años. Este contrato incluye una cartera de ingresos de 1.200 millones de euros para la concesionaria, que Sacyr comparte con el gestor de infraestructuras Plenary, más 525 millones para la operadora, también participada por Sacyr.