Sacyr cerró el primer trimestre de 2022 con un EBITDA de 243 millones de euros, el 25% más que en el mismo periodo de 2021. Entre enero y marzo, la rentabilidad (margen de EBITDA) alcanzó un porcentaje récord y se situó en el 20,3%, 200 puntos básicos superior a la alcanzada un año antes. Estas cifras demuestran la fortaleza del modelo de negocio de Sacyr, que es predecible, recurrente y estable, en un escenario macroeconómico desafiante e incierto. El 83% del EBITDA procedió de activos concesionales que tienen bajo riesgo de demanda.
La cifra de negocios creció el 13% en el primer trimestre del año, hasta los 1.196 millones de euros, y el beneficio neto de los negocios escaló hasta los 40 millones de euros (+57%). El resultado neto del grupo se redujo el 21%, hasta 20 millones de euros, debido a que el beneficio del año pasado incluyó la participación en Repsol.
La deuda neta con recurso pasó en el primer trimestre de 681 a 798 millones de euros debido, en gran medida, a las inversiones realizadas en el periodo. El compromiso para 2022 es recortar la deuda con recurso en cerca de 200 millones de euros respecto del cierre de 2021.
La compañía sigue trabajando el recorte de la deuda, con el objetivo de reducirla drásticamente al final del Plan Estratégico, en 2025.
El flujo de caja operativo ascendió a 150 millones de euros, con un crecimiento del 28% respecto del primer trimestre de 2021.
Sacyr cerró el primer trimestre con una cartera de 48.343 millones de euros, el 5% más que en la misma fecha de 2021. El 81% corresponde a la división de Concesiones, el 13% a Ingeniería e Infraestructuras y el 6% restante, a Servicios. Entre los contratos relevantes del periodo, destaca la concesión de la Ruta 78 en Chile, la construcción de un intercambiador de transportes en Irlanda del Norte y de un tramo de la autopista US62 en EEUU y varios contratos de limpieza viaria, entre los que destaca el de Barcelona.