Repsol obtuvo en el primer trimestre de este año un beneficio neto de 648 millones de euros, frente a las pérdidas de 487 millones de euros registradas en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando procedió a un fuerte ajuste en sus inventarios por el descenso en los precios del crudo y del gas y por el desplome que se dejaba ya notar en la demanda por el inicio de la pandemia del coronavirus. Según informó la compañía, estas ganancias en los tres primeros meses de este año se ha asentado en «una eficiente gestión» que le ha permitido afrontar el difícil contexto provocado por la crisis del Covid-19, a pesar de que la pandemia ha continuado «lastrando la economía global durante los primeros meses del ejercicio», que le ha permitido aprovechar la recuperación que empezó a observarse en los precios del crudo tras su abrupta caída de 2020 y mejorar las cifras obtenidas en el mismo periodo del año pasado.
Por su parte, el resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios del grupo, se situó en 471 millones de euros, un 5,4% superior al primer trimestre del ejercicio pasado, con un destacado comportamiento de las áreas de Exploración y Producción y de Química. En lo que respecta a la deuda neta, la energética la redujo en 326 millones de euros en los tres primeros meses del año, un 5%, hasta situarla en 6.452 millones. Por su parte, la liquidez de Repsol se situaba en 8.456 millones de euros a cierre del primer trimestre, lo que representa 2,93 veces los vencimientos a corto plazo.
Repsol gana 648 millones a marzo impulsado por la recuperación del crudo y deja atrás las pérdidas.
En lo que respecta a la retribución al accionista, la junta general de accionistas aprobó el pasado 26 de marzo un dividendo complementario de 0,30 euros brutos por acción en efectivo, con cargo a los beneficios del ejercicio 2020, que se suma al abonado en enero. También aprobó el reparto, asimilable al tradicional pago a cuenta del ejercicio 2021, de la cantidad de 0,30 euros brutos por acción.