Naturgy ha conseguido dejar atrás los números rojos (-341 millones) y ha ganado 1.214 millones de euros en un año marcado por la gradual recuperación de la demanda energética y la importante subida de los precios de las materias primas, impactando tanto en el gas como en la electricidad. Esta tendencia, según señala la compañía, se ha intensificado durante la segunda mitad del año a medida que nos acercábamos a la temporada de invierno. Los negocios regulados se mantuvieron estables, gracias a la recuperación continua de la demanda a lo largo del año tras la pandemia y a las mejoras operativas implementadas. Persiste asimismo una cierta debilidad en algunas regiones de Latinoamérica, impactadas especialmente por el tipo de cambio.
La compañía, en un ejercicio marcado por la Opa del grupo australiano IFM, siguió reforzando su posición financiera, así como su solvencia y liquidez. A 31 de diciembre, la deuda neta de la compañía se situó en 12. 831 millones de euros, un 6% inferior al cierre del ejercicio 2020. Las agencias de calificación han confirmado un rating BBB con perspectiva estable para la compañía. Por otro lado, el coste medio de la deuda neta se mantuvo en 2,5% y, a cierre de año, la liquidez total del grupo ascendía a 9.424 millones de euros.
La compañía ha comunicado su intención de proponer en su próxima junta de accionistas el reparto de un dividendo complementario para 2021 de 0,5 euros por acción, en línea con su política de reparto de beneficios que incluye una retribución anual de un suelo de 1,2 euros por título.