Iberdrola ha visto reactivado su ‘megaproyecto’ de redes entre Estados Unidos y Canadá para el suministro de energía limpia a Massachussets, cuya inversión total estimada ascendía a unos 950 millones de dólares (unos 951,5 millones de euros), después de que la Corte Suprema de Justicia de Maine haya declarado inconstitucional el referéndum que el año pasado paralizó la interconexión eléctrica. De esta manera, el grupo presidido por Ignacio z Galán ve como se desbloquea uno de sus grandes proyectos en Estados Unidos, el denominado New England Clean Energy Connect (NECEC). En el proyecto, que había recibido luz verde a todas las autorizaciones a principios de 2021, se habían invertido ya 450 millones de dólares (unos 450,7 millones de euros) en su desarrollo.
Los ciudadanos del Estado de Maine votaron en referéndum el pasado mes de noviembre en contra de la construcción del proyecto que desarrollaban Central Maine Power, filial de Avangrid, junto con la canadiense HydroQuebec, decisión que ahora declara inconstitucional la Corte Suprema de Justicia de Maine. En un comunicado, Avangrid consideró que esta decisión unánime de la Corte de Justicia «es una victoria para la expansión de la energía limpia, el desarrollo de la transmisión y los esfuerzos de descarbonización en Maine, Nueva Inglaterra y en todo el país». La compañía afirmó que «es hora de alejarse del ‘statu quo’ de las empresas de combustibles fósiles que, sin duda, continuarán su lucha por mantener un dominio absoluto en el mercado energético de Nueva Inglaterra», advirtiendo que estas compañías habían luchado contra este proyecto «de todas las formas legales posibles, presentando desafío tras desafío en un esfuerzo desesperado por mantener su participación en el mercado”.