Indra ha obtenido un beneficio neto de 116 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, lo que supone un aumento del 0,9% respecto al mismo periodo del año anterior. Las ganancias crecen un 14% si se excluye la plusvalía contabilizada en 2021 por la venta de las instalaciones de San Fernando de Henares. La compañía tecnológica y de defensa, que acaba de cerrar una crisis de gobernanza con el nombramiento de nuevos consejeros independientes, ha aumentado las ventas un 14% entre enero y septiembre hasta alcanzar los 2.694 millones. El resultado bruto de explotación (ebitda) ha ascendido a 282 millones de euros, un 9,7% más. El grupo ha aumentado el margen operativo hasta el 9%, medio punto más.
Durante los nueve primeros meses del año, Indra ha reducido la deuda en 283 millones de euros, hasta dejarla en 220 millones. Es una de las compañías del sector con mejor ratio de solvencia.
Por áreas de negocio, la de tecnología de la información, agrupada en la filial Minsait, es la que más aporta a la cuenta de resultados. Supone casi un 60% de la facturación total y un 54% de los resultados.