Ilsa, uno de los dos nuevos operadores privados que competirán con Renfe, invertirá 1.000 millones de euros para la puesta en marcha de sus servicios de Alta Velocidad en España a partir de 2022. Así lo ha anunciado el consejero delegado del consorcio participado en un 55% por Air Nostrum y en un 45% por Trenitalia, Fabrizio Favara, en un foro de Movilidad organizado por Invertia, donde ha defendido que la empresa será una compañía española. Entre los 1.000 millones de euros de inversión se encuentra el desembolso de 797 millones para la compra de 23 nuevos trenes fabricador por Bombardier e Hitachi, fabricados parcialmente en España. Favara ha defendido estos trenes, modelo Freecciarossa 1000, cuyos sistemas de propulsión se fabricarán en la fábrica de Bombardier en Trápaga (Vizcaya), como «los más cómodos, los más silenciosos y los más sostenibles». Favara ha apuntado a un objetivo de 50 millones de viajeros anuales en las líneas de Alta Velocidad, lo que supone más que duplicar los 22,4 millones que registró solo Renfe en el último año completo. Respecto a los cánones, al consejero delegado de Ilsa ha defendido que, de alcanzar este objetivo, los ingresos para el gestor ferroviario serán mucho mayores, al mismo tiempo que se pueden ir reduciéndolos para rebajar los precios a los clientes.