Iberdrola ha presentado esta mañana una evolución de su identidad de marca diseñada para reflejar de forma tangible la realidad de una compañía sostenible e innovadora, líder mundial en energías renovables, que evoluciona con las necesidades de la sociedad.
Se trata de una evolución basada en su actual icono, muy reconocible, que actuará como nexo entre todos los países en los que opera la compañía y que se implementará en una primera fase digital para, poco a poco, ir adaptándose a los formatos físicos.
La nueva versión del logotipo evoluciona su versión anterior, según la compañía, para facilitar su aplicación, generando mayor contraste y mejor visualización en medios digitales, lo que se traduce en un lenguaje visual más sencillo, utilizable y accesible.
Más moderno, en minúsculas, el logotipo mejora la legibilidad y aporta cercanía a la marca. Además, debido a su sencillez, el nuevo logotipo es un 50% más ligero, lo que garantiza un consumo energético menor, una velocidad de descarga más ágil y, consecuentemente, un ahorro de energía, costes y tiempo.
También el resto de los recursos han sido conceptualizados para mejorar la aplicación de la marca y contribuir a la reducción de la huella de carbono, implicar un menor consumo de energía y favorecer un uso y unas normativas de aplicación de diseño más simplificados que ayuden en su implementación, desde el ecodiseño, hasta la elección de materiales, la reducción de residuos, el ahorro energético o la producción local.