Iberdrola ha anunciado un ambicioso plan de inversión de 75.000 millones de euros para los próximos cinco años en medio de la transición global desde los combustibles fósiles a las energías renovables. Con motivo de su día del inversor, el grupo dirigido por Ignacio Galán ha señalado que el 90% de la mitad de esta cifra de inversión para el periodo 2020-2025 será orgánica, destinando más de la mitad (51%) a renovables y el 40% a redes de energía. Los 7.000 millones restantes corresponden a la reciente compra del grupo estadounidense PNM Resources a través de Avangrid, la filial de Iberdrola en EEUU.
Por mercados, España se llevará el 60% de las inversiones.»Este ritmo de inversión sin precedentes representará una inversión media de 10.000 millones de euros al año, entre 2020 y 2022, y de 13.000 millones de euros anuales en el período de 2023 y 2025″, dijo la compañía, que explicó que la idea del plan es «adelantarse y aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo».
Iberdrola también ofreció nuevas guías financieras. En 2022, espera lograr un beneficio neto de entre 4.000 millones y 4.200 millones de euros, frente a los 3.400 millones de 2019, su último año completo, y alcanzar los 5.000 millones en el horizonte del nuevo plan. En cuanto al resultado operativo bruto (EBITDA), lo cifra en 15.000 millones en 2025. Y sobre la retribución al accionista, la eléctrica dijo que el dividendo seguirá siendo «flexible» (efectivo o acciones) y que subirá en línea con los resultados, con un suelo creciente de entre 0,40-0,44 euros por acción a 2025. El payout o porcentaje del beneficio neto destinado al dividendo, se situará entre el 65% y el 75%, indicó. Eso supondrá destinar unos 19.000 millones para retribuir a sus accionistas a lo largo del periodo 2020-2025.