La dirección de Ford ha adjudicado finalmente a la fábrica valenciana de Almussafes la producción en Europa de la nueva plataforma de vehículos eléctricos a partir de 2025, una carga de trabajo con la que la factoría garantiza su continuidad en los próximos años. Así lo ha confirmado, primero, la ministra de Industria, Reyes Maroto, y lo ha anunciado oficialmente después la multinacional. La planta valenciana se ha impuesto así sobre la de Saarlouis (Alemania), que también aspiraba a la plataforma. Se trata, ha destacado la ministra, de una «muy buena noticia» tras un proceso de negociación «muy duro» en el que ha concurrido «mucha competencia». La adjudicación supone para la planta valenciana una garantía de continuidad más allá de 2025, ya que Almussafes, después de perder la producción del Ford Mondeo este año, preveía dejar de fabricar el resto de los modelos progresivamente hasta quedarse solo con Ford Kuga en 2025, que supone la mitad de la producción actual. Ahora, tendrá los pedidos de los nuevos modelos eléctricos cuando llegue ese momento.
La fábrica valenciana, con 5.971 empleados, es empresa tractora de la industria de la automoción de la provincia y de la Comunitat Valenciana, donde también se asentará la gigafactoría de celdas de Volkswagen de Sagunt. Por ello, las reacciones tras el anuncio no se han hecho esperar.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha destacado que la elección de Ford de la planta valenciana de Almussafes para los nuevos coches eléctricos es «un hito histórico y trascendental» para la economía y empleo y que, junto a la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto, sitúa a la Comunitat Valenciana como «un referente en la industria de la automoción y nos consolida como polo de sostenibilidad europeo».