La lista de empresas en todo el mundo que han decidido unirse a las sanciones económicas contra Rusia por su invasión de Ucrania no deja de crecer. De las últimas que se sumaba al cierre de esta edición era la española Mango, anunciando que echa al cierre a todas tiendas propias que tiene en el país (55, de una red total de 120) y que paraliza la actividad de su plataforma de venta en internet. Tampoco enviará nueva mercancía a Rusia, donde tiene unos 800 empleados. Inditex también suspende temporalmente su actividad en sus 502 tiendas en Rusia. La decisión llega apenas un día después de que H&M anunciase la suspensión temporal de sus ventas en Rusia
Inditex, que tiene en Rusia su segundo mayor mercado en número de tiendas (527, cerca del 8% del total), solo por detrás de España, y 9.000 trabajadores sobre una plantilla mundial de 23.500 empleados, no se había pronunciado al cierre de esta edición
Si lo ha hecho otra firma española, la gestora de reservas de viajes Amadeus, que ha anunciado que sus sistemas van a eliminar las ofertas de Aeroflot, la aerolínea de bandera de Rusia (de la que el Estado posee el 57% de las acciones).
En la distribución suspende temporalmente su actividad en Rusia y Bielorrusia, la sueca IKEA. La empresa justifica su decisión, que afectará a 15.000 empleados, en la “tragedia humana” que supone la guerra, en las alteraciones que está provocando en la cadena de suministro y en las condiciones comerciales.
Entre las empresas automovilísticas que se van están los dos mayores fabricantes de coches del mundo -el grupo alemán Volkswagen y el japonés Toyota. También Netflix, Google o Apple han dejado de estar presentes en el país
Netflix, Google, Volkswagen, Nike o H&M: las empresas que ya han vetado a Rusia por la guerra de Ucrania. EN el terreno energético, la petrolera ExxonMobil ha anunciado que dejará de explotar los yacimientos en terreno ruso y cesará sus inversiones en el país después de la invasión a Ucrania. ExxonMobil se une a Shell, BP o TotalEnergies en la decisión de abandonar Rusia. También en el terreno energético, el Gobierno alemán ha decidido paralizar el proceso de aprobación del gasoducto ‘Nord Stream 2’, una infraestructura estratégica para trasladar suministro desde Rusia. De hecho, Nord Stream 2 AG, propiedad del gigante energético estatal ruso Gazprom y constructora del gasoducto, se ha declarado en bancarrota.
Maersk Line, uno de los principales operadores de transporte marítimo de mercancías, ha confirmado la suspensión temporal de las nuevas reservas de carga «hacia y desde Rusia», con la excepción de alimentos, suministros médicos y humanitarios.