Endesa obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.394 millones de euros en 2020, lo que representa un incremento del 715,2% con respecto a los 171 millones de euros que ganó en un 2019 en el que llevó a cabo dotaciones por más de 1.800 millones de euros por el adelanto del cierre del carbón. Según informó la energética, este beneficio de 2020 incluye un deterioro de los activos de generación en los territorios no peninsulares de 253 millones de euros.
Por su parte, el beneficio ordinario neto del grupo, que es la base para el reparto del dividendo, alcanzó los 2.132 millones de euros en 2020, lo que supone un 36% más y mejorar las previsiones anunciadas por la compañía. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, destacó que el grupo ha logrado «un sólido comportamiento operativo y financiero en un ejercicio que ha estado lleno de desafíos a todos los niveles derivados del impacto de la pandemia».
Los ingresos de Endesa a lo largo del año pasado ascendieron a 17.560 millones de euros, con una caída del 12,9% frente a los 20.158 millones de euros de 2019. El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la eléctrica a cierre de 2020 se situó en los 3.783 millones de euros, con un descenso del 1,5% con respecto al ejercicio anterior como consecuencia de un impacto de 120 millones de euros por el Covid-19. El Ebitda crece un 5% respecto a 2019 en términos comparables -excluyendo los impactos en gastos de personal derivados de la aplicación del V Convenio Colectivo Marco y las provisiones asociadas al Plan de descarbonización y digitalización de procesos-, situándose en 4.027 millones.