Endesa ha obtenido un beneficio neto de 1.511 millones de euros en los nueve primeros meses del año. Esa cifra supone multiplicar casi por nueve los resultados obtenidos en idéntico periodo de hace un año aunque hay que recordar que entonces hizo provisiones multimillonarias para adecuar el valor de sus activos de generación eléctrica de carbón por el futuro cierre de centrales.
En términos comparativos, el beneficio ordinario neto ascendió a 1.700 millones de euros entre enero y septiembre, un 38,4% más que en el mismo periodo del año anterior. Esta cifra se ve afectada por varios efectos, unos que suman y otros que restan. Suma la reversión de la provisión por determinados beneficios sociales por aplicación del nuevo convenio colectivo, que aporta 515 millones al resultado bruto de explotación -ebitda- y 386 millones al resultado neto. Y resta el impacto de la provisión por salidas de personal contabilizada en el primer trimestre, que detrae 159 millones del ebitda y 119 millones del beneficio neto. En conjunto, el efecto es positivo, con una aportación de 356 millones al ebitda y 267 millones al resultado neto.
Los analistas destacan que el impacto negativo de la crisis provocada por el Covid se ha conseguido estabilizar. La estimación del impacto del Covid asciende a 81 millones hasta septiembre, sólo un millón de euros más respecto al cierre del primer semestre del año. Por su parte, los ingresos del grupo han caído un 12%, hasta los 12.959 millones de euros.