La autoridad española de resolución bancaria, el FROB, registró unas pérdidas de 1.352 millones de euros en 2021 debido, igual que el año anterior, al ajuste contable negativo derivado de la fusión de Bankia y CaixaBank, si bien en 2020 los números rojos se elevaron a 3.639 millones.
El FROB, que era el único accionista de la matriz de Bankia, BFA, y poseía más del 61 % de la antigua caja, tuvo que actualizar en sus cuentas de 2020 el valor contable de dicha participación para ajustarlo a su valor de mercado, lo que explica los quebrantos registrados en ambos ejercicios.
En cuanto a su participación en Sareb, el FROB ya registró el saneamiento total en 2019, por lo que no se ha producido impacto alguno en las cuentas de 2021 por este concepto. El FROB también registró un impacto positivo de 168 millones en la cuenta de resultados como consecuencia del exceso de provisión fruto de la actualización de la estimación del coste de las garantías otorgadas por el FROB en los procesos de venta de entidades.
Asimismo, el fondo registró un ingreso positivo de 22 millones de euros en el ejercicio como consecuencia de acciones judiciales en procedimientos en curso.