Cepsa registró unas pérdidas de 297 millones de euros en el primer trimestre del año, frente al beneficio neto de 265 millones de euros que registró en el mismo periodo del ejercicio pasado, impactada por el impuesto extraordinario con el que el Gobierno grava a las empresas energéticas en España y por la caída en los precios del crudo, informó la energética.
En concreto, la compañía indicó que pagó 164 millones de euros del impuesto extraordinario en este primer trimestre y cargó contablemente el importe total, que asciende a 323 millones de euros en concepto por el tributo que grava con un 1,2% las ventas de las empresas del sector en 2022 cuyos ingresos superaron los 1.000 millones anuales.
Cepsa, cuya contribución fiscal total alcanzó los 1.786 millones de euros en el primer trimestre, de los que el 67%, es decir, 1.192 millones de euros, se pagaron en España, anunció su decisión de recurrir este tributo especial y es la segunda empresa del sector que más contribuirá por este impuesto.
En este sentido, el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, cargó contra el gravamen impuesto por el Gobierno español y consideró que «corren tiempos inciertos, sobre todo en los mercados energéticos y en el entorno normativo».