El consejo de administración de Atlantia ha aprobado la venta de toda su participación en la filial de autopistas Autostrade per l’Italia (ASPI) a un consorcio formado por el Gobierno italiano y los fondos de inversión Blackstone y Macquarie por 9.100 millones de euros. La dirección de la compañía ha tomado esta decisión definitiva después de que el 86,86% de los accionistas votaran en la junta general celebrada la pasada semana a favor de esta desinversión con un quórum del 70,39%.
La dirección de la compañía ha tomado esta decisión definitiva después de que el 86,86% de los accionistas votaran en la junta general celebrada la pasada semana a favor de esta desinversión con un quórum del 70,39%. Por esta empresa que gestiona casi 3.000 kilómetros de autopistas en el país transalpino también se interesó la constructora española ACS, que llegó a trasladar una expresión de interés por unos 10.000 millones de euros, pero nunca llegó a presentar una oferta vinculante.
Esta desinversión de Atlantia se enmarca en el acuerdo alcanzado durante el verano pasado con el Gobierno del país, que pretendía que todos los activos pasasen al control del Estado como consecuencia del desplome del puente de una autopista en Génova en el verano de 2018, que causó la muerte a 43 personas. La última oferta presentada por el consorcio que lidera el Gobierno encabezado por Mario Draghi cifra en 9.100 millones de euros el total de la filial de autopistas tras varios meses de negociación. En caso de que se cumplan ciertas condiciones, la valoración podría elevarse hasta 9.300 millones de euros.