Ana Sánchez Arjona
Yolanda Díaz quiere cerrar cuanto antes, en su agenda social y política, el capítulo estrechamente vinculado a la crisis sanitaria. Capitulo largo que ha marcado prácticamente su etapa hasta ahora al frente del Ministerio y que ha tenido, en los denominados ERTE de pandemia, el núcleo duro de su estrategia para evitar la debacle laboral. Lo que toca ahora, asegura la ministra, es ver cómo el despliegue de la reforma laboral se refleja en una menor temporalidad de los contratos, algo que parecen ya recoger las últimas estadísticas que maneja el Ministerio de Trabajo, y llevar a la mesa de diálogo social, entre otras propuestas, una batería de iniciativas para mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar
Fueron precisamente los ERTE, que están a punto de pasar a la historia tal y como ahora los conocemos con la coletilla ‘pandemia’, los que pusieron el foco en la actual ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno. Intentaba, recién aterrizada en el Gobierno, explicar las dos realidades que se vivían en ese momento en España: la de los despedidos de sus puestos de trabajo y la de los afectados por un ERTE. Y en ese intento, se hizo un pequeño lío: “Yo sé qué esto tiene, requiere mucha, tiene mucha dificultad. Yo creo que en este país los niños y las niñas a partir de ahora ya van a saber lo que son los ERTE”.
Un inicio de año trepidante, con el visto bueno a la reforma laboral y la subida del salario mínimo, dejó fuera de la mesa de diálogo social a los ERTE hasta que los agentes sociales exigieron al Gobierno un mes más para adaptarse al nuevo marco laboral
Y así es porque este mecanismo de auxilio para evitar una debacle laboral en España, objetivo que se ha conseguido con creces, lleva la rúbrica precisamente, de Yolanda Díaz.
Ha sido en el último consejo de ministros dónde se ha puesto fecha de caducidad a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo activados durante la crisis sanitaria.
El Gobierno quería darles carpetazo junto a las medidas extraordinarias de protección de empleo, con exoneraciones de cotizaciones sociales especiales para las empresas y prestaciones ampliadas para los trabajadores que se activaron con la crisis de la Covid.
Un inicio de año trepidante, con el visto bueno a la reforma laboral y la subida del salario mínimo,dejo fuera de la mesa de diálogo social a los ERTE hasta que los agentes sociales exigieron al Gobierno un mes más para adaptarse al nuevo marco que recoge la nueva ley sobre empleo.
Empresarios y sindicatos querían evitar el caos que iba a suponer la aplicación inmediata de los cambios.
Su principal argumento se basaba en que los ERTE han sido una de las políticas estrella de los últimos dos años y el Ejecutivo se equivocaría al exterminarlos de manera tan radical.
Trabajo y Seguridad Social se hicieron eco de la petición a dos bandas accedieron a prorrogarlos durante un mes más. De tal manera que el periodo transitorio se extenderá hasta el 31 de marzo, fecha en la que se de por concluida la etapa de los ERTE Covid.
Y esto va a suponer que, el punto y final de los ERTE pandémicos ira en paralelo con la finalización de la vacatio legis periodo contemplado en la nueva reforma laboral para que las empresas adapten sus contratos a lo que les obliga la nueva legislación. Será en ese momento cuando la reforma laboral acordada en la mesa de diálogo social empiece a desarrollar de manera evidente sus efectos.
Efectos que ya se han dejado notar en las estadísticas que maneja el Ministerio de Trabajo ya están empezando a reflejar un cambio de tendencia en los apartados que regulan la contratación, con una mayor tendencia hacia el empleo indefinido y un menor porcentaje de trabajadores temporales además de los contratos laborales de muy corta duración.
Legislatura: segunda parte
La vicepresidenta ha diseñado su estrategia política para la segunda parte de la legislatura que a partir de ahora que estará marcada por las elecciones de 2023.
Saco adelante, in extremis, a duras penas y de carambola la reforma laboral en el Congreso de los Diputados, requisito fundamental para la trayectoria policía de Yolanda Díaz que llegó a reconocer que, de no haber salido adelante su ley estrella, se había planteado incluso dejar el cargo.
También ha conseguido aprobar una nueva subida del salario mínimo interprofesional, sin el respaldo de los empresarios, y solo con el apoyo de los sindicatos, aprobada en este último Consejo.
La ministra sebe que su apuesta por subir el salario mínimo son una excelente carta de presentación porque las ha defendido no solo en la mesa de diálogo social sino también en el Consejo de Ministros.
Ahora espera, y siempre se ha mostrado segura, que la reforma laboral consiga reducir de manera tangible la tasa de temporalidad, un problema endémico de nuestro mercado laboral, que sitúe a España en la media de los países del entorno europeo, algo que no se conseguirá de un día para otro.
Así que ha pisado el acelerador y en su calendario más inmediata está la aprobación de una ley para mejorar las medidas de conciliación de la vida laboral y familiar de trabajadores con hijos y también de cuidadores, que contemplar fórmulas de trabajo flexible y nuevos permisos y ayudas económicas. Está previsto que próximamente ponga la propuesta sobre la mesa de diálogo social.
Arranca ‘el proceso de escucha’. La ministra recorrerá toda España en primavera
El ‘proceso de escucha’ al que se ha referido últimamente y en reiteradas ocasiones Yolanda Díaz se pondrá en marcha en primavera para proyectar una plataforma nacional de cara a las próximas elecciones generales.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, que no ha aclarado todavía si será cabeza de lista electoral en las elecciones previstas para 2023, va a iniciar un recorrido por todo el territorio que durará seis meses y que le servirá para reflexionar sobre su futuro.
Yolanda Díaz quiere, sobre todo, y según ha confesado, reducir el distanciamiento entre los partidos políticos y la ciudadanía, al que define como una “brecha” y “tejer” un proyecto de país para la próxima década “moderno y centrado en la vida de la gente”, explicaba en una entrevista en el Canal 24 horas de TVE.
La titular de Trabajo se refiere a esta nueva etapa política como a un proceso de “naturaleza ciudadana”, con la sociedad como “protagonista”, restando peso a las formaciones políticas
La titular de Trabajo se refiere a esta nueva etapa política como a un proceso de “naturaleza ciudadana”, con la sociedad como “protagonista”, restando peso a las formaciones políticas. “Soy muy respetuosa y agradezco la confianza de los partidos”, ha concedido la política gallega, que en otras ocasiones ha sido muy crítica e incluso llegó a tacharlos de “obstáculo”.
“He reflexionado mucho y en primavera me lanzo a este proyecto de escucha. Voy a recorrer mi país de norte a sur y de este a oeste”, ha señalado, para “tejer un proyecto de país que es diferente, democrático, feminista”, que ponga la política climática y a los jóvenes en el centro, ha explicado, aunque sin concretar fechas, lugares ni el formato de ese proceso que anunció ya el pasado septiembre y cuyo arranque ha ido posponiendo obligada por el calendario de su ministerio. La política gallega, no obstante, ha dado a entender que no será antes de abril, ya que hasta entonces tiene una agenda “intensísima” que incluye viajes fuera de España.
“No se trata de crear algo a la izquierda…”, ha vuelto a insistir la ministra, quien ya puso sobre la mesa a finales del año pasado, su apuesta por desarrollar un proyecto transversal. “Un proceso mixto que va a tener sus contradicciones”, ha apuntado este martes.
La vicepresidenta ha reconocido que su plataforma acabará en un “proceso electoral “, aunque ha reiterado que de momento ella no es su candidata. “Cuando transiten esos seis meses volveré a reflexionar”, ha añadido, “a lo mejor solo soy un canal”. “Creo que hay un espacio diferente, de una España nueva. Estoy deseando escuchar a la sanidad pública en mi país y a la docencia. Esto no quiere decir que yo quiera presentarme”.
Preguntada por el nombre de la plataforma, la vicepresidenta segunda asegura que en su equipo barajan “alguna idea”. En este sentido, la dirección de Podemos coincide con su ex secretario general, Pablo Iglesias, en su disposición a cambiar las siglas si fuera necesario.