Golpe sin precedentes en el mercado laboral tras un año de pandemia. El saldo, hasta ahora, se resume en dos datos: 438.617 empleos menos y 401.328 parados más, según los ministerios de la Seguridad Social y de Trabajo. La caída empezó el 12 de marzo de 2020 y se acercó al millón de afiliados menos en las siguientes semanas. Con el levantamiento paulatino de la reclusión llegó el rebote. Desde entonces el mercado laboral ha evolucionado en función de las sucesivas olas de la pandemia. Pero un año después de aquel día la Seguridad Social todavía cuenta esos casi 440.000 ocupados de alta menos. Las cifras podrían ser peores, pero los ERTE, que a finales de marzo amparaban a 743.628 trabajadores, lo han evitado.
Marzo, un buen mes
Marzo fue un buen mes para el empleo. Aumentó la afiliación en una media de 70.790 cotizantes, y bajó el paro, con 59.149 desempleados menos. Es lo habitual en un mes en el que la llegada del buen tiempo y de la Semana Santa marcan el inicio de la buena temporada para la ocupación. Eso no sucedió el año pasado, cuando el confinamiento hundió la economía de todo el mundo y robó a la española las estaciones buenas para su mercado de trabajo, acabando con seis años de crecimiento laboral. “Respecto al momento más agudo de la crisis, en abril de 2020, se ha producido un descenso de 2,9 millones de personas en ERTE, según fecha de alta, y de 2,6 millones, según fecha de notificación”, explica la Seguridad Social.
Marzo ha concluido con 3,95 millones de personas inscritas en las oficinas públicas de empleo, 401.328 más que hace un año. Lo sucedido el mes pasado ha significado un cierto alivio, pues la cifra se redujo en 59.149 desocupados
Los meses siguientes comenzó la recuperación. Pero los guarismos que deja el pasado marzo, con ser buenos si se comparan con febrero, muestran la distancia que queda para volver a los niveles previos a la pandemia. Ese aumento mensual de afiliación deja, por ejemplo, en 18,92 millones el dato medio de marzo. Si se compara con el del año anterior son 85.838 cotizantes menos que los del mismo mes de un año antes.
Pero, además del efecto de los ERTE, esta cifra tiene condicionantes estadísticos que pueden confundir. La media de marzo de 2020 no reflejaba lo que sucedió realmente en el mercado laboral, puesto que el estado de alarma se declaró a mitad de mes. De ahí que entonces fuera mejor tomar lo sucedido día a día y no el promedio, como suele. Y así, siguiendo esa lógica, si se considera lo sucedido entre el 12 de marzo de 2020 y de 2021 la caída de afiliación es cuando se observa esa caída de unos 440.000 afiliados.
Casi en consonancia con lo sucedido en el empleo, el paro registrado también ha tenido una evolución similar. Marzo de 2021 ha concluido con 3,95 millones de personas inscritas en las oficinas públicas de empleo, 401.328 más que hace un año. Lo sucedido el mes pasado ha significado un cierto alivio, pues esta cola se redujo en 59.149 desocupados y ha llevado al SEPE a contar menos de cuatro millones, listón que superó a comienzos de año.
Las mejoras mensuales de marzo en empleo y paro se corroboran al observar la evolución de los ERTE. El mes acabó con 115.913 afectados menos y dejó la cifra total en esos casi 750.000. El análisis diario de estos datos vuelve a mostrar cómo la economía y, por extensión, el mercado laboral se han movido al ritmo que han marcado las sucesivas olas de la pandemia y las medidas adoptarlas para frenarla. Esta tesis ha sido ratificada por el secretario de Estado de la Seguridad Social, Israel Arroyo, al evaluar los datos, quien ha afirmado que las cifras de marzo son reflejo de la “disfuncionalidad conocida del mercado de trabajo que produce estos vaivenes y esta rotación”.
“Hay que persistir en esa línea”, declaraba a la hora de interpretar los datos Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo.