“Seguimos buscando al mejor candidato para ocupar la Presidencia de SEPI”. Lo decía la ministra portavoz, Mª Jesús Montero, tras el Consejo de Ministros y defendía el trabajo de la entidad pública, en plena crisis sanitaria para asegurar que “no ha sufrido ninguna merma”. Así que Lora sigue al frente del organismo en una época en la que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales es la responsable de repartir el llamado Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas dotado con 10.000 millones. Se trata de un instrumento de rescate aprobado el pasado julio y que, hasta ahora, sólo ha formalizado una operación en favor de Air Europa, por valor de 475 millones
De la SEPI y de su presidencia vacante se ha hablado en el último Consejo de Ministros. Quince meses para dieciséis lleva libre el sillón que dejó Vicente Fernández, una persona de confianza de la ministra de Hacienda que tuvo que dimitir el 1 de octubre de 2019 por el caso Aznalcollar, caso por el que se le investiga vinculado a su anterior etapa como secretario general de Industria de la Junta de Andalucía
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, evitaba especular sobre el nombramiento del próximo presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, y decía que éste llegaría cuando se encontrara a “la persona que reúna todas las condiciones y requisitos”.
Montero defendía el trabajo de la SEPI, especialmente con ocasión de la pandemia del coronavirus, y aseguraba que su trabajo no ha sufrido “ningún tipo de merma”.
La mitad de las empresas que han solicitado hasta ahora un rescate al fondo que gestiona la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales están relacionadas con el sector turístico o el del transporte, especialmente golpeados por la crisis sanitaria y económica
Insistía, además, la ministra en que están buscando a “la mejor persona posible para que pueda desarrollar y desempeñar esa función”, y aclaraba que se hará en el momento “oportuno” para alabar además la gestión del vicepresidente de la SEPI, Bartolomé Lora Toro, por su labor “encomiable” a lo largo de estos meses, así como la “absoluta profesionalidad” de la Sociedad en sus tareas, entre las que se encuentra el fondo de rescate de empresas estratégicas con problemas de viabilidad a causa de la pandemia.
Bartolomé Lora es un hombre de la casa de toda la vida, 40 años lleva, y es bien visto por los funcionarios y los partidos políticos.
Comenzó su trayectoria profesional en el holding público en 1990, cuando todavía era el INI -Instituto Nacional de Industria-, como jefe de equipo de Planificación y Seguimiento. Desde ahí pasó a la Subdirección de Defensa y Construcción Naval y, más tarde, a la Dirección de área de Planificación y Seguimiento. Ya en 2002 se convirtió en Director de Participadas de SEPI y, desde 2017, ocupa la vicepresidencia.
Además, es elrepresentante de SEPI en el consejo de administración de Enagás, donde el holding público tiene un 5% del capital. Lora cuenta con una amplia experiencia en diferentes procesos de privatización y reconversión industrial derivada de su trabajo en el INI, clave para la labor que la compañía debe realizar a partir de ahora con el fondo de rescate para empresas estratégicas. Adicionalmente, ha sido miembro de los consejos de administración de Navantia, Alestis, ITP y Tragsa
Así que, Lora sigue al frente del organismo en una época en la que la Sepi es la responsable de repartir el llamado Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas dotado de 10.000 millones de euros. Se trata de un instrumento de rescate aprobado el pasado julio y que, hasta ahora, sólo ha formalizado una operación en favor de Air Europa, por valor de 475 millones, pese a la multitud de empresas que están haciendo cola delante de su sede.
De Lora explicó en el Congreso de los Diputados el pasado noviembre que, de lo que estaba hablando es de dinero público que el grupo estatal debe gestionar “con la mayor rigurosidad posible”.
Y la oleada de petición de auxilio se va a incrementar. Lo ha dicho la propia Comisión Europea, que ha hecho hincapié en el riesgo de España por el “aumento de las insolvencias empresariales”.
Pese a la situación, Montero parece que no ha pensado tampoco para ocupar el cargo de Fernández en otra persona de su estrecha confianza y que está en el grupo, al frente de la filial Sepides. Se trata de Antonio Miguel Cervera, que trabajó con la ministra de Hacienda cuando era consejera de Salud de Andalucía.
En concreto, Cervera fue hasta su llegada a la empresa pública director general de Patrimonio de la Junta de Andalucía, un cargo que se deriva del área de Economía y Hacienda que dirigió la propia ministra durante sus años en el Junta.
Julià o la empresa de divisas Global Exchange, las últimas que han recurrido al Fondo
Veinte empresas que suman por encima de los 2.100 millones en peticiones de ayuda inscritas formalmente ante el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, el instrumento dotado con 10.000 millones que creó el Gobierno el año pasado para auxiliar a empresas en serias dificultades por la crisis sanitaria.
La mitad están vinculadas con el sector turístico o el del transporte, especialmente golpeados por la pandemia y sus consecuencias económicas. El importe total que han solicitado supera ya los 1.340 millones
Esta semana se conocían los últimos nombres que han acudido a las puertas de la SEPI. El grupo de transporte de viajeros por carretera Julià, ha pedido, al parecer, 37 millones. También han llamado a la puerta del hólding público el grupo Global Exchange, tercera empresa mundial en cambio de divisas, la maderera gallega Losán y el grupo agencias de viajes Pangea, en pleno proceso de expansión hasta el estallido de la pandemia, ha pedido 25 millones .
Al frente de Global Exchange está el alcalde de Fuentes de Oñoro (Salamanca), Isidoro Alanís y es una empresa altamente dependiente del turismo que poco antes de la llegada de la COVID-19 a España contrató al banco de inversión Lazard para que sondease la entrada de un inversor que financiase su expansión. Global Exchange ha pedido unos 35 millones.
Relacionados con el transporte están Naviera Armas y los astilleros gallegos Hijos de J. Barreras. En otros sectores, se conocen las peticiones de Duro Felguera, 120 millones, la siderúrgica Celsa, 350 millones, la acerera Rugui, 25 millones, Tubos Reunidos, 115 millones, la ingeniería Airtificial, y la red española de los gimnasios Holmes Places.
En las últimas semanas, se ha hablado de la lentitud de la SEPI en la concesión de las ayudas pero, estamos ante un proceso largo, ya que las empresas tienen que presentar un plan de viabilidad para, en resumen, demostrar que pueden hacer frente a la devolución de los préstamos. La SEPI realizará una ‘due dilligence’ y puede exigir cambios en ese plan de negocio.
Si la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, en la que están presentes Hacienda, Economía, Industria y Transición Ecológica, da su aprobación, se traslada la solicitud al Consejo de Ministros, que finalmente decida siempre que la ayuda no supera los 250 millones de euros. Si es así, el “sí” o el “no” definitiva depende de la Comisión Europea.
El fondo está reservado a compañías en dificultades económicas como consecuencia de la pandemia y no pueden acogerse a él aquellas que ya arrastraban dificultades antes del coronavirus. Es el caso de Abengoa, que el lunes 22 de febrero presentó concurso voluntario de acreedores.