La hostelería se ha convertido en el arma de las comunidades para hacer frente a la tercera ola de Covid-19. Ante el aumento preocupante de contagios, que en las últimas semanas alcanza récords no vistos ni en marzo, todos los gobiernos autonómicos han optado por endurecer restricciones, y los bares y restaurantes, además de los locales nocturnos. Seis comunidades han optado por el cierre total de la hostelería en todo o parte de su territorio, y en el resto se suceden los cierres parciales. La Comunidad Valenciana anunció ayer el cierre total de la hostelería durante 14 días, hasta el 3 de febrero. Sólo podrán permanecer abiertos aquellos locales que sirvan comidas a domicilio. Pero no es la única comunidad en anunciar la medida: Castilla-La Mancha ya anunció el cierre a cal y canto de restaurantes el lunes; y Extremadura, Galicia, Murcia y Baleares lo aplican en parte de su territorio.
En el resto de España la situación no es muy diferente. En Castilla y León, Navarra y Cantabria el interior de los restaurantes permanece cerrado, y en pleno enero, como denuncian los hosteleros, pocos se animan a consumir en las terrazas. En Cataluña, el horario de apertura es tan reducido que los locales apenas pueden abrir. En el resto, la orden es un cierre temprano de la hostelería, desde las más tempranas, como La Rioja (a las 17 horas) o Andalucía (18 horas), hasta Madrid, la única comunidad donde los bares tienen algo de tregua.