Ana Sánchez Arjona
Pedro Sánchez ha tomado el control para reconducir la crisis abierta en el Ejecutivo. Ha sido el propio presidente del Gobierno quien ha decidido que será una ‘troika’ la estructura que tomará el diálogo, primero entre los propios miembros del Ejecutivo cuyas conclusiones han de trasladar luego a los interlocutores sociales. Para empezar, el próximo 2 de noviembre se reunirá con las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz para fijar la posición sobre la reforma laboral “en los términos del acuerdo del Gobierno de coalición”. Pero es una tregua, no la paz, porque el asunto de las pensiones también ha escenificado duros enfrentamientos entre ambos partidos.
Se destensa, al menos de momento, el enfrentamiento abierto en el Gobierno de coalición con motivo de la reforma laboral.
Pedro Sánchez ha tomado el control para reconducir la crisis y las posiciones negociadoras las fijarán Empleo, con Yolanda Díaz al a cabeza que dirigirá los cambios en el mercado laboral, Economía y Seguridad Social. Es decir, que además del Ministerio de Trabajo, se sentarán en la mesa representantes de la Vicepresidencia Económica de Nadia Calviño y del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social de José Luis Escrivá, como defendía la parte socialista.
Ha sido el propio presidente del Gobierno quien ha decidido esta estructura de diálogo primero entre los propios miembros del Ejecutivo cuyas conclusiones han de trasladar luego a los interlocutores sociales.
Sánchez toma las riendas por tanto y se reunirá el próximo 2 de noviembre con las vicepresidentas Calviño y Díaz, junto a los representantes de los ministerios de Hacienda, Seguridad Social y Educación, para fijar la posición del Ejecutivo sobre la reforma laboral «en los términos del acuerdo del Gobierno de coalición».
Aceptado el liderazgo de Yolanda Díaz en la mesa en la que participan la patronal y los sindicatos, el Gobierno ha decidido abrir otro espacio de negociación que se activará exclusivamente cuando sea necesario por la importancia o complejidad política de los asuntos
Aunque el PSOE insiste en que no hay discrepancias de fondo, la ministra de Trabajo sostiene que los socios están mostrando resistencias en algunos aspectos que estaban inicialmente pactados, en particular con la derogación de los denominados “aspectos más lesivos” de la legislación del PP
Aceptado el liderazgo de Yolanda Díaz en la mesa en la que participan la patronal y los sindicatos, el Gobierno ha decidido abrir otro espacio de negociación que se activará exclusivamente “cuando sea necesario por la importancia o complejidad política de los asuntos”. Es decir, que cuando existan desacuerdos entre departamentos por aspectos de la reforma laboral que sean claves, éstos se someterán al diálogo entre las vicepresidentas y los ministros implicados. Estas reuniones se celebrarían el mismo día que se reúne la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, el órgano colegiado que fija posición en materias de política económica y que preside Calviño, para facilitar el encaje del calendario.
Y mientras los socios de la coalición acuerden una posición, por el momento y según alguno de los ministerios implicados el enfrentamiento entre ambas “ha quedado en tablas”.
Son algo parecido a “un matrimonio que está obligado a entenderse”, a pesar de que Calviño ha dado un vuelco al protocolo de la negociación, con la puesta en marcha de tres mesas paralelas que debatirán sobre el mismo tema y, lo más importante, ha conseguido estar presente en las negociaciones de la reforma laboral.
Díaz mantiene el liderazgo, por tanto, sobre un asunto que es de su competencia pero que afecta directa o indirectamente a otros ministerios y ha conseguido que Sánchez se siente a concretar con los departamentos implicados cuáles van a ser los cambios que se van a poner encima de la mesa de los agentes sociales.
Tregua
Así que, después de cinco días de intensa crisis en el seno de la coalición, la más seria en lo que va de legislatura, el PSOE y Unidas Podemos firmaban una tregua, que no la paz, porque, el asunto de las pensiones también ha escenificado enfrentamientos entre ambos partidos
El último, y que está todavía pendiente por resolver, es el de la fórmula que va a sustituir al factor de sostenibilidad que contemplaba la reforma del PP.
La reforma ha iniciado su tramitación parlamentaria y ya se ha producido el primer plante del socio de coalición. La diputada Isabel Franco fue clara ante el propio Escrivá sobre el llamado nuevo mecanismo de equidad intergeneracional para asegurar que su formación no lo aceptará. “No sabemos lo que quiere decir sobre el mecanismo de equidad intergeneracional porque aún no se ha traducido en ninguna propuesta, pero lo que sí sabemos es que no va a traducirse en ni un solo euro de recorte en las pensiones de nuestros jóvenes”.
Incluso Yolanda Díaz, ha hablado de no sustituir el llamado «factor de sostenibilidad» por otro mecanismo.
José Luis Escrivá defendía la introducción de esta herramienta por si fuera necesario para cuadrar las cuentas. Consiste en un ajuste que acota las pensiones en caso de que un exceso de jubilaciones vuelvan a producir desequilibrios en el sistema . “Será un mecanismo muy importante, contingente; esto es, que se activaría solo si la evolución de ingresos y gastos del sistema lo requiriera, y que se circunscribe a los años en que el sistema soporta mayor presión demográfica. Se trata de proteger especialmente a nuestros jóvenes, que han llegado a un mercado de trabajo en unas circunstancias especialmente difíciles para ellos”.
De momento lo único que Escrivá ha conseguido de Unidas Podemos es la mayoría parlamentaria para tumbar la enmienda a la totalidad del PP pero el debate dejó claro que tiene difícil la aprobación del proyecto de ley en sus actuales términos.
Frenético calendario de aquí a finales de año al que no ayuda la escalda de tensión
No son el escenario ideal los desencuentros entre PSOE y Unidas-Podemos, para debatir y negociar los Presupuestos Generales del Estado. Como era esperar la parte que lidera Yolanda Díaz, no debemos olvidar a Ione Belarra en este liderato reivindicativo, puso sobre la mesa sus exigencias para dar apoyo a las cuentas públicas. La diferencia es que, en esta ocasión, la guerra abierta entre la titular de trabajo y la vicepresidenta Nadia Calviño, ha caldeado el ambiente.
Pablo Echenique se unió a través de Twitter a lo manifestado por Gabriel Rufian cuando el portavoz de ERC afirmaba que el voto de su parido “se suda”. Pero la aprobación previa de la ley de vivienda, allana el camino presupuestario, al menos de momento.
El Gobierno afronta un calendario apretado para conseguir apoyos parlamentarios para aprobar su proyecto de cuentas públicas para el año que viene y para superar las fases de presentación de enmiendas de los partidos en Congreso y Senado, lo que aboca a una negociación aún más compleja para que los Presupuestos entren en vigor en el momento en el que decaigan los de 2021.
En el caso de las otras dos leyes que el Gobierno prevé aprobar antes de 2022, los tiempos están marcados sobre todo para la reforma laboral y no tanto para la de pensiones. La primera parte de la reforma de las pensiones se aprobó a finales de agosto tras el acuerdo número diez que se apunta el diálogo social en esta legislatura y la intención del Ejecutivo es que entre en vigor al inicio del próximo año, ya que sus medidas ya se incluyen en el proyecto de cuentas públicas para 2022.
La aprobación definitiva de la reforma del sistema público de pensiones está todavía en manos del Congreso.
En el caso de la derogación parcial de la reforma laboral, el proceso todavía no ha llegado a las Cortes y hay prisa porque, tal y como dijo Yolanda Díaz, tiene que estar en el BOE antes del 31 de marzo. De hecho, Gobierno y agentes sociales llevan negociando esta medida desde marzo y, ante el rechazo de la patronal a las medidas presentadas por el Ministerio de Trabajo, su titular ha advertido en varias ocasiones que podría aprobarla sin el visto bueno de la CEOE, una amenaza que no se cumplirá si tenemos en cuenta que Escrivá y Calviño se van a sentar en la mesa dónde se tomarán las principales decisiones.