Ana Sánchez Arjona ■
Mano a mano trabajan los dos ministerios para llevar su plan de ahorro energético al Consejo de Ministros lo antes posible. Tomando como referencia las propuestas de la Agencia Internacional de la Energía para reducir el consumo global de petróleo en 2,7 millones de barriles al día, perfilan una serie de medidas urgentes recogidas en el Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra aprobado el 29 de marzo. Entonces, el Gobierno se dio un mes para tenerlo listo y ya está fuera del plazo. “Estamos hablando de recomendaciones para que los ciudadanos puedan contribuir a reducir el consumo, y no de legislación dura”, señalaba Teresa Ribera, y la ministra añadía: “Tenemos que trabajar dando ejemplo, buscando en primer lugar el compromiso de la Administración Pública”
Podría ser aprobado en el próximo Consejo de Ministros el plan que prepara el Gobierno y que contempla una batería de medidas de ahorro y eficiencia energética en la Administración General y en las entidades del sector público institucional estatal, para hacer frente a la crisis energética provocada por la invasión de Ucrania.
Las bases de este proyecto se centrarán, entre otras cuestiones, en un refuerzo del teletrabajo de los empleados públicos, siempre y cuando sea posible.
El Gobierno quiere incrementar el teletrabajo de los funcionarios para cerrar oficinas que no atiendan al público además de impulsar el autoconsumo en los edificios de la administración
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, trabajan mano a mano para perfilar el documento cuyo contenido forma parte de las medidas urgentes recogidas en el Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra que aprobó el Consejo de Ministros el 29 de marzo. Entonces, el Gobierno se dio un mes para tenerlo listo y ya está fuera del plazo previsto.
Los dos grandes objetivos de esta ofensiva para incrementar el ahorro energético pasan por la “racionalización del uso de edificios administrativos y de sus instalaciones” y la “facilitación de la prestación de los servicios públicos por las empleadas y empleados públicos mediante fórmulas organizativas que garanticen plenamente la atención a la ciudadanía”.
Es decir, el Gobierno se plantea incrementar el teletrabajo de los funcionarios de modo que pueda facilitar el cierre de oficinas que no sean necesarias para la atención al público al mismo tiempo que ha puesto en marcha un plan para impulsar el autoconsumo en los edificios de la administración. Transición Ecológica ha implementado ayudas por valor de 660 millones, ampliables a 1.320 millones, para este tipo de instalaciones y ha publicado la Hoja de Ruta del Autoconsumo, un documento con 37 medidas de sensibilización, formación a profesionales o divulgación, con el fin de mejorar el conocimiento y la aceptación del autoconsumo por la población. Además, se acaba de dar a conocer una guía para facilitar la puesta en funcionamiento de este tipo de instalaciones en los municipios.
Acuerdo con sindicatos
El plan se está ultimando un año después de que el Ejecutivo firmara un acuerdo con los sindicatos de la Función Pública para que los empleados públicos pudieran trabajar en remoto tres días por semana y otros dos en modo presencia. Un acuerdo que servirá, sin lugar a dudas, para implementar el ahorro energético que persigue la ministra Ribera.
Este plan de ahorro se justifica, según el Ejecutivo, por el incremento “desorbitado” del precio de la electricidad en los mercados mayoristas que se ha producido desde mediados de 2021, que se ha agravado en el último mes por la invasión rusa de Ucrania, y acaba trasladándose a los precios finales de la luz. “La Administración debe adoptar un papel protagonista, aprobando un instrumento que fomente el ahorro y la eficiencia energética para la Administración General del Estado y las entidades del sector público estatal”.
Este plan de ahorro se justifica, según el Ejecutivo, por el incremento “desorbitado” del precio de la electricidad en los mercados mayoristas que se ha producido desde mediados de 2021
“Con ello se pretende obtener, a corto plazo, ahorros sustanciales en la factura energética, así como contribuir al refuerzo de la seguridad energética del país. Al mismo tiempo, la Administración General del Estado va a liderar el proceso de ahorro energético que necesariamente debe poner en marcha el conjunto de las Administraciones Públicas, promoviendo un uso eficiente de los recursos públicos, que garantice en todo momento la prestación del servicio por las empleadas y empleados públicos”.
Siguiendo las recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energía
“Estamos trabajando en términos de recomendaciones para que los ciudadanos puedan contribuir a reducir el consumo, no estamos trabajando en legislación dura”, señalaba la ministra de Transición Ecológica y para el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en una entrevista reciente.
Y es que, su ministerio junto con el de Hacienda están siguiendo las recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energía que ha plasmado en un plan de respuesta rápida para que los países de Occidente recorten su consumo de hidrocarburos y evitar que la UE siga financiando a Rusia con sus compras de petróleo y gas.
Entre las medidas que proponía este organismo adscrito a la OCDE estaba reducir los límites de velocidad en carreteras en 10 kilómetros por hora.
En este sentido, el Gobierno está estudiando, al igual que ya hizo en 2011, volver a reducir la velocidad en las autopistas para contener el consumo. La propuesta que hay sobre la mesa fijaría el límite en 100 kilómetros por hora.
Otra de las propuestas es el Día sin coche. La AIE y la Comisión Europea aconsejan a las ciudades promover los domingos sin automóviles.
Entre el decálogo de opciones que los diversos estados pueden adoptar para hacer frente a esta crisis, según la AIE, bajar el termostato un grado ahorraría alrededor del 7% de la energía que se usa para calefacción. Por cada grado que se reduzca la calefacción se podría recortar más de 70 euros la factura anual de un hogar. Ajustar el aire acondicionado un grado podría reducir la electricidad utilizada casi un 10% y supondría un ahorro de 20 euros al año.
La Agencia también propone un incentivo fiscal o un subsidio de compra para bicicletas o bicicletas eléctricas además de impulsar el transporte público. “Las autoridades públicas pueden desempeñar un papel importante a través de incentivos temporales para reducir las tarifas de los autobuses públicos, los sistemas de metro y el tren ligero”, dice la AIE.
El organismo internacional advierte también que, para distancias inferiores a 1.000 km, los trenes de alta velocidad proporcionan un sustituto de alta calidad para volar.
El decálogo propuesto para reducir el consumo global de petróleo en 2,7 millones de barriles al día en solo cuatro meses señala que las medidas relacionadas con cambios y restricciones en el uso del automóvil supondrían un ahorro de más de 2 millones de barriles. Las vinculadas al impulso del teletrabajo y la limitación de viajes de negocios permitirían rebajar en alrededor de 700.000 barriles el consumo.