La primera reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Alberto Núñez Feijóo como nuevo líder del Partido Popular (PP) finalizaba con pocos avances, después de tres horas de conversaciones en el Palacio de la Moncloa. Ambos líderes han coincidido en «retomar las conversaciones» para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pendiente desde hace más de tres años, si bien han fracasado en la búsqueda de un pacto económico en lo relativo al Real Decreto-ley en respuesta a la guerra.
Las dos partes han destacado que ha sido una reunión «muy cordial» y que ha habido «buena disposición», si bien se han lanzado reproches mutuos de «falta de concreción» y «mínima documentación» que hubiera permitido definir los asuntos a tratar y allanar posibles acuerdos. No obstante, en ambos casos han expresado su deseo de tener una relación «constante y permanente».
El principal punto de entendimiento se ha materializado en la renovación de las instituciones del Estado.
El presidente del Gobierno ha propuesto al líder ‘popular’ once acuerdos para recuperar «consensos básicos» que, a juicio del Ejecutivo, se han perdido en España, entre ellos, la renovación del CGPJ y la renovación del Tribunal Constitucional (TC) antes del 12 de junio. Además, el Gobierno quiere reactivar antes del 20 de abril la reforma del voto exterior, que ahora se debe rogar. «Son consensos muy básicos, recogidos en la Constitución», ha recalcado la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, que ha comparecido para dar cuenta del encuentro.
Sin embargo no ha habido acuerdos en asuntos económicos. Feijóo tenía como objetivo conseguir en esta reunión un pacto con el presidente del Gobierno en esta materia. Según ha asegurado ante los medios, el encuentro ha sido «menos fructífero de lo que le hubiera gustado» y en él no ha podido «concretar ni una sola propuesta» más allá del Real Decreto-ley aprobado por el Gobierno en respuesta a la guerra y que, a su juicio, el Ejecutivo pretende aprobar «sin ninguna modificación».
Sin buenas noticias
«No tengo ninguna buena noticia para la economía familiar, ni para los trabajadores, ni para las rentas medias y bajas, ni para las empresas». Entre sus principales propuestas, Feijóo ha pedido al Ejecutivo una rebaja en el IRPF como vía para compensar el impacto de la inflación en las economías familiares, así como una gestión más transparente de los fondos europeos o un descenso en el gasto burocrático. «No vengo a convencer al presidente en la primera reunión, espero hacerlo en las próximas semanas. Es una propuesta medida y real», ha recalcado, aludiendo a que sería posible financiar algunas de estas propuestas teniendo en cuenta los niveles récord de recaudación.