Ana Sánchez Arjona
Unidas Podemos reta de nuevo a su socio de Gobierno que, en este caso, tiene también nombre y apellidos: José Luis Escrivá. Esta vez el punto de conflicto vuelve a ser el texto de reforma de las pensiones que se tramita en el Congreso. Y no es de extrañar, si tenemos en cuenta las discrepancias públicas que ha habido, y hay, entre el titular de Seguridad Social, y su compañera de Gabinete, Yolanda Díaz, sobre aspectos concretos de esta reforma. UP ya había avanzado que existían puntos del texto pactado con los agentes sociales que no les convencían. Así que se ha puesto manos a la obra y ha presentado una batería de enmiendas al proyecto de Escrivá
Una vez que se ha conseguido cerrar las grietas en la coalición de Gobierno sobre la reforma laboral, ahora, Unidas-Podemos, planta cara a su socio con el texto de la reforma de las pensiones que se tramita en el Congreso de los Diputados.
No es de extrañar, si tenemos en cuenta las discrepancias públicas que ha habido, y hay, entre el titular de Seguridad Social, y su compañera de Gabinete, Yolanda Díaz sobre aspectos concretos de la reforma.
Podemos discrepa de los planes del ministro de Seguridad Social para financiar las pensiones con una subida de las cotizaciones por el golpe que puede suponer para la economía de los trabajadores
UP ya había avanzado que existían puntos de la reforma acordada entre agentes sociales que no les convencían. Así que, ha terminado presentando sus propias enmiendas al proyecto gubernamental para tratar de corregirlos. Para empezar, la formación morada pretende eliminar cualquier tipo de penalización por jubilación anticipada a los trabajadores que acrediten más de 40 años cotizados, lo que implica una enmienda de totalidad al régimen de jubilación anticipada diseñado en el proyecto gubernamental que prevé ajustes en la prestación por jubilarse antes de la edad legal incluso para aquellos que han cotizado 44 años o más.
La despenalización de las jubilaciones anticipadas con largas carreras de cotización en una de las peticiones más recurrentes del colectivo de jubilados españoles y, en concreto, de la asociación Asjubi40, que representa a los afectados por esta “cadena perpetua”, así define a los coeficientes reductores. De hecho, más de medio millón de jubilados se ven perjudicados por esta situación.
Además, en las enmiendas presentadas por los socios del PSOE, se contempla destopar las bases máximas de cotización como alternativa al factor de sostenibilidad, a través de más ingresos al sistema.
Unidas Podemos sostiene que la supresión de los topes máximos supone un mecanismo redistributivo de los recursos de Seguridad Social de modo que las rentas más altas contribuyan de forma proporcional a su renta al sostenimiento del sistema.
Cotización finalista
Una propuesta que se ha conocido la misma semana en la que ha trascendido lo que ha puesto encima de la mesa del diálogo social José Luis Escrivá: el diseño del nuevo mecanismo de equidad intergeneracional que sustituirá al factor de sostenibilidad y que se concreta en subir las cotizaciones en medio punto por un periodo de diez años. Es decir, que plantea dotar un nuevo fondo de reserva con el que tener un colchón para utilizar el ahorro y los rendimientos que genere durante esa década y atender las desviaciones de gasto previstas por la llegada del ‘baby boom’ a la jubilación. Aluvión de pensionistas que comenzará a retirarse en 2023 y tras largas carreras de cotización.
La fórmula planteada por el ministro estaría activa a partir de ese 2023 y hasta 2032 y la idea es que se supervise cada tres años el nivel de gasto en pensiones previsto para 2050 para ver si fuera necesario aplicar otra serie de medidas, según consta en los documentos presentados en las mesas de negociación.
Estamos ante una cotización “finalista”, que supondría unos 5 euros mensuales para un trabajador con un sueldo de 1.090 euros. Con esta subida se busca tener un colchó que se utilizará si el gasto en pensiones se desvía de lo marcado por el Ageing Report de la Comisión Europea.
Es decir, que en caso de que se produzca un desajuste en las cuentas, en relación a lo que Europa considera un sistema sostenible, se utilizaría el dinero ahorrado en ese fondo. En caso contrario, se reintegraría a los trabajadores y empresarios vía aumento de las pensiones o reducción de las cotizaciones.
Pero, la formación ha mostrado sus discrepancias con los planes del ministro de Seguridad Social para financiar las pensiones con una subida de las cotizaciones.
La portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, Sofía Castañón advertía de que su grupo se opondría al nuevo mecanismo por el golpe que puede suponer para la economía de los trabajadores con este nuevo suplemento.
“No puede ser a costa ni del esfuerzo, ni la salud ni el poder adquisitivo de la clase trabajadora”.
Las palabras de la portavoz allanan el terreno para una nueva pugna en el seno del Gobierno, aunque la titular de Trabajo todavía no se ha pronunciado. A su entrada en el Congreso, Yolanda Díaz, ha evitado cualquier tipo de comentario. “El ministro ha hecho una propuesta pero no la conozco en su integridad”, se ha limitado a decir.
La medida diseñada por Escrivá también ha supuesto un encontronazo con otro de sus socios de Gobierno, y antiguo miembro de Podemos. El portavoz de Más País, Íñigo Errejón, ha coincidido en su diagnóstico sobre las consecuencias de elevar las cotizaciones: “Los trabajadores pobres no pueden pagar las pensiones de los mayores”.
Ambos partidos coinciden en señalar que lo primero es garantizar las condiciones de los trabajadores jóvenes antes de ponerse a intervenir sobre las cotizaciones. Están convencidos además, que la idea de Escrivá acabará convirtiéndose en un “globo sonda”, en línea con otras declaraciones polémicas hechas por el ministro.
El ministro socialista ya tuvo que retractarse cuando anunció que la generación nacida entre 1950 y 1975 se vería obligada a elegir al final de su trayectoria laboral entre cobrar una pensión más reducida o jubilarse más tarde de lo previsto para garantizar el futuro del sistema.
El mecanismo de equidad intergeneracional tiene fecha: 15 de noviembre
No le queda mucho tiempo al ministro Escrivá para dar a conocer cómo será el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional que deberá sustituir al denostado factor de sostenibilidad introducido con la reforma del año 2012. Según figura en la propia ley, el mecanismo debe estar redactado antes del 15 de noviembre e introducido vía enmienda en la reforma que ahora tramita el Congreso.
La idea era que también para esa misma fecha la fórmula hubiera sido negociada, tanto con los agentes sociales como con las fuerzas parlamentarias. Pero esta tarea se plantea como prácticamente imposible.
Hay que recordar que la derogación del factor de sostenibilidad fue el gran problema para cerrar el acuerdo alcanzado a principios de verano. Para los sindicatos era una línea roja derogarlo en esta primera fase de la reforma, mientras que el Gobierno pretendía retrasarlo al año que viene para tener listo uno nuevo.
La primera propuesta de Escrivá, que ni siquiera llegó a hacer de forma oficial, sino extraoficialmente, era que este nuevo mecanismo descansara sobre dos alternativas; ajuste moderado en las pensiones de la generación del ‘baby boom’ o un retraso en la edad de jubilación. Pero estas declaraciones que realizó durante la firma del acuerdo generaron tal revuelvo y malestar, principalmente entre Unidas Podemos, que finalmente quedaron en nada.
Este mecanismo siempre ha generado gran incertidumbre, a pesar de que el ministro ha insistido en que iba a garantizar la “suficiencia” y “revalorización” de las pensiones tras la jubilación masiva de los nacidos durante el ‘baby boom’. Sobre la mesa, lo que muchos califican como un globo sonda, el aumento temporal de las cotizaciones sociales de trabajadores y empresarios.