Ana Sánchez Arjona ■
La maquinaria del Gobierno para los Presupuestos Generales del Estado de 2023 ya se ha puesto en marcha. Serán unas cuentas ultraexpansivas como ya lo fueron las de este año y, de nuevo, el techo de gasto batirá records gracias a las nuevas partidas de los fondos europeos previstos para España por importe de 69.500 millones. Y todo ello bajo el colchón de la suspensión de las reglas fiscales decidida por Bruselas que quiere dar margen a los países “para actuar ante el impacto de la guerra de Ucrania y la crisis energética agravada por el conflicto”. Pese a esta suspensión, María Jesús Montero ha defendido el compromiso del Gobierno con la corresponsabilidad fiscal. Según las previsiones que maneja Hacienda, el déficit se reducirá al 3,9% el año que viene mientras que la deuda pública rondará el 112%.
“Ya estamos trabajando en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2023”, aseguraba la ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, hace apenas una semana.
Se trata de unas cuentas públicas cuyo gasto marcará de nuevo un record histórico y superará, con creces, los 200.000 millones al incorporar los fondos europeos contemplados para el ejercicio que viene.
La suspensión de las reglas fiscales, que tiene que ser aprobada por el Gobierno con el visto bueno de la Comisión Europea, está amparada por los artículos 135.4 de la Constitución y en el 11.3 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria
Así que. la maquinaria ya se ha puesto en marcha y el Ministerio de Hacienda echa cuentas para ver el margen presupuestario del que disponible en un escenario de suspensión de reglas fiscales.
Aunque Hacienda explica que no está establecido el rango en el que se moverá el nuevo techo de gasto, todo apunta que estará por encima del aprobado hace un año, que se situó en máximos hasta los 196.142 millones de euros.
Así que, por la incertidumbre de si se podrá contener la inflación, Moncloa baraja un techo en niveles históricamente altos para “apuntalar el Estado de bienestar, impulsar el crecimiento y la creación de empleo”, asegura la ministra
En cuanto al calendario, Hacienda contempla fechas muy similares a las del pasado año para los PGE de 2022. En aquella ocasión fue el 27 de julio cuando el Consejo de Ministros aprobó el techo de gasto.
“Los plazos te los marca la propia ley presupuestaria”, afirman en Hacienda. Es decir, antes de finalizar el mes de julio el Consejo de Ministros tiene que aprobar el techo de gasto, que luego se llevaría al Congreso de los Diputados. Antes del 1 de octubre los presupuestos tienen que entrar en el Congreso. Y antes del 31 de diciembre tendrían que aprobarse. “Los dos últimos PGE se aprobaron en tiempo y forma”.
La primera votación en 2021 se produjo el 4 de noviembre y las cuentas finales se aprobaron definitivamente en el Congreso el 28 de diciembre.
La ministra trabaja en los que serán, de nuevo, cuentas de corte “expansivo”, que contemplan nuevas partidas de los fondos europeos previstos para España por importe de 69.500 millones de euros hasta 2023.
Al igual que en 2020, 2021 y 2022, la Comisión Europea ha propuesto que las reglas que limitan el déficit y la deuda públicos de los Estados miembros sigan suspendidas en 2023.
Reglas fiscales
En esta ocasión, y según ha explicado la presidenta de la Comisión Europea, el objetivo es que los Estados puedan mantener políticas dirigidas a que la recuperación económica sea más robusta y se alcance el PIB previo a la pandemia, pero también para dar margen para actuar ante el impacto de la guerra de Ucrania y la crisis energética agravada por el conflicto.
La suspensión de las reglas fiscales, que tiene que ser aprobada por el Gobierno con el visto bueno de la Comisión Europea, está amparada por los artículos 135.4 de la Constitución y en el 11.3 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Montero ha anticipado que, al igual que el año pasado, solicitará al Congreso de los Diputados que vuelva a certificar que aprecia la existencia de una situación de excepcionalidad que justifica la necesidad de suspender estas reglas de déficit y de deuda y legitime así la decisión del Gobierno.
Por la incertidumbre de si se podrá contener una inflación en máximos, Moncloa baraja un techo en niveles históricamente altos para “apuntalar el Estado del Bienestar, impulsar el crecimiento y la creación de empleo”, asegura la ministra
Pese a esta suspensión, la titular de Hacienda ha defendido el compromiso del Gobierno con la corresponsabilidad fiscal a lo largo de estos últimos ejercicios marcados por la pandemia.
Muestra de ello es, según la ministra, que el año pasado se produjo la mayor reducción del déficit de la historia, que pasó del 10,8% en 2020 al 6,7% en 2021
Según las previsiones que maneja Hacienda, el déficit se reducirá al 3,9% en el año 2023, al 3,3% en 2024 y al 2,9% en 2025, de forma que España no saldrá del procedimiento de déficit excesivo que marca la Comisión Europea hasta 2025, aunque Bruselas está en pleno proceso de revisión de las reglas fiscales.
Junto al déficit del 3,9%, las cuentas públicas del año que viene se sustentarán en una estimación de deuda pública del 112,4% del PIB, para disminuir al 110,9% en 2024 y al 109,7% en 2025.
Terceros Presupuestos de Pedro Sánchez y batalla fiscal para Unidas-Podemos
Serían los terceros Presupuestos de Pedro Sánchez y de la coalición, después de haber gobernado con las cuentas de 2018 que llevaban la firma de Cristóbal Montoro prorrogadas hasta 2021, y a pesar de las últimas discrepancias con sus socios.
Mientras se termina de definir de todo el laberinto político, con el escenario de fondo de las elecciones, la parte de Unidas Podemos del Gobierno volverá a pelear en la negociación de las cuentas públicas para lograr introducir los compromisos fiscales y medidas sociales pactados con el PSOE.
Volverán a batallar para que se incluyan medidas que contempla su reforma fiscal por valor de 25.000 millones de euros, acorde con los puntos presentados a principios de la primavera.
Entre las principales propuestas están la subida de los tipos impositivos del IRPF a los contribuyentes que superen los 120.000 euros de renta; sustituir el impuesto de Patrimonio por una tasa a grandes fortunas; aumentar un 10% el impuesto de Sociedades a las eléctricas, un impuesto estatal que grave las viviendas vacías, otro nuevo tributo para gravar los alimentos de mala calidad nutricional o un nuevo marco de fiscalidad ‘verde’.
Desde Unidas Podemos tienen claro que exigieran que se asuman los compromisos pendientes que se quedaron en la cuneta durante la negociación de los Presupuestos de 2021. Es decir, el 18% en Sociedades para entidades financieras y empresas de hidrocarburos o la bajada del IVA general del 21% al superreducido del 4% para productos de higiene femenina.
La ministra de Hacienda ya dejó aparcada esta medida para la negociación de los Presupuestos de 2023, pero también tendrá que consensuar con Unidas Podemos otras exigencias de puntos de la coalición pendientes, si bien desde Hacienda y Economía dejan claro que las medidas fisclaes se acompasarán a la situación económica del momento y por ahora descartan grandes cambios ante la coyuntura de impacto de la guerra.
Pondrán sobre la mesa, de nuevo, las medidas sociales bandera de Ione Belarra, como la prestación de 100 euros para todas las madres y la ampliación a seis meses de los permisos de paternidad y maternidad, que se debatieron para los PGE de 2022 pero se quedaron finalmente fuera.
También reclamarán la bajada del Impuesto de Sociedades a las pymes, la bajada del IVA a los servicios veterinarios del 21% que presenta desde la reforma fiscal de septiembre de 2012 al tipo reducido del 10%, y la misma disminución para el IVA de las peluquerías y centros de estética.