Ana Sánchez Arjona
Han pasado las semanas y el anuncio de la ministra de Industria sigue siendo sólo eso, un anuncio. Se queja el sector de que el plan que viene reclamando insistentemente en los últimos meses no acaba de arrancar, y asegura que, “lamentablemente todo ha empeorado”. Podría llegar con la Lotería de Navidad, es decir, podría darle el visto bueno el Consejo de Ministros del 22 pero, bares y restaurantes no las tienen todas consigo. Lo que se conoce de momento es que contempla medidas económicas, fiscales y financieras como bonificaciones y exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social mientras que los afectados piden ayudas directas como las que se han aplicado en Francia y Alemania.
Podría llegar con la lotería de Navidad el plan de ayuda que el Gobierno prometió al sector. Pero, bares, restaurantes y comercios no las tienen todas consigo. Están sin noticias concretas de la ministra Reyes Maroto porque lo último que se sabe al respecto es lo que dijo en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de esta semana, la portavoz Mª Jesús Montero. «La pretensión del Gobierno es que pueda ser aprobado por el Consejo de Ministros antes de que finalice este año, quedan pocos, así que estamos trabajando con bastante celeridad y rigor para que puedan llegar en tiempo y en forma”. «Esa es nuestra pretensión, en cualquier caso, esa agenda está condicionada a que realmente haya un acuerdo de amplio consenso porque, para el Gobierno es «mucho más importante» el consenso que las prisas.
Pero prisa es lo que tiene precisamente el sector, y urgencia porque el salvavidas anunciado por la ministra de Industria, hace más de un mes llegue cuanto antes.
Fue, además, el propio presidente, Pedro Sánchez, el que adelantó la inminente aprobación del paquete de medidas. Pero han pasado las semanas y el anuncio sigue siendo solo eso, un anuncio. De momento, hay que presentar el plan a las comunidades autónomas y a los Ayuntamientos, algo que está previsto que ocurra en los próximos días.
El sector asegura que con las ayudas directas se podría prevenir un impacto considerable en las arcas públicas en términos de reducción de recaudación de IVA, IRPF, Impuestos Especiales, Sociedades y cotizaciones a la Seguridad Social
Mientras, la ministra Reyes Maroto, insiste y, en sintonía con su colega de Gabinete Mª Jesús Montero asegura, lo hacía en el Congreso, que el paquete de medidas se aprobará antes de acabar el año. El calendario apremia y solo quedarán, en principio, dos Consejos de Ministros en este 2020. Podría ser que la ayuda para los bares, restaurantes y comercio en general, muy afectado por las nuevas restricciones en la segunda ola de contagios, llegará el 22 de diciembre,
“Es evidente la necesidad de un plan de ayudas urgentes, que venimos reclamando en los últimos meses. Lamentablemente todo ha empeorado, ese plan de ayudas que era urgente hace meses es más urgente ahora”, ha reiterado el presidente de la patronal, José Luis Yzuel, durante la presentación del Anuario de la Hostelería de España 2020. Yzuel ha recordado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez anunció hace dos meses ese paquete de ayudas para la hostelería, pero que aún no se ha aprobado. “Hay que reprochar al Gobierno su falta de empatía y hasta de respeto. Ese plan de ayudas lo necesitábamos para ayer, hemos pedido 8.500 millones de euros”.
Ministerios implicados
Los ministerios implicados en esta ofensiva para salvar al sector son Economía; Hacienda; Industria, Comercio y Turismo; Trabajo, y Seguridad Social, que, de alguna manera, justifican el retraso por diversos motivos. Por ejemplo, el ajustado calendario del Congreso. Enero es un mes inhábil en el Parlamento y el paquete de ayudas debe recibir el visto bueno de la Cámara. Así que hay que encontrar una fecha para votar sin tener que habilitar un día para este asunto concreto. Sin embargo, y dadas las circunstancias, no se descarta que el próximo mes, enero de 2021, si haya actividad en el Congreso.
Hay esto hay que sumar la dificultad de armar un conjunto de medidas que llegue rápido a los destinatarios y que, sobre todo, no se interpreten como ayudas de Estado. Hay que recordar que las comunidades autónomas ya aplican medidas para dar oxígeno al sector. Por lo tanto, lo más importante para el Gobierno es que todas las Administraciones se coordinen y trabajan juntas.
Lo que se conoce del plan es que contempla medidas económicas, fiscales y financieras como bonificaciones y exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social, hacer posible que propietarios e inquilinos puedan renegociar los alquileres además de nuevas líneas de crédito. Y, aunque de momento, no se conocen más detalles, no se descarta por parte del Ejecutivo la opción de las ayudas directas.
De hecho, las peticiones de la patronal Hostelería de España pasan por solicitar al ministerio de Maroto ayudas directas al sector por valor de 8.500 millones de euros. Con esta cifra, insisten, el desplome sería menor del que prevén y “se podría prevenir un impacto muy considerable en las arcas públicas” en términos de reducción de recaudación de IVA, IRPF, Impuestos Especiales, Impuesto de Sociedades y cotizaciones a la seguridad social.
Pero uno de los principales puntos de desencuentro es, precisamente, las ayudas directas. Los planes de países como Alemania o Francia han incluido la indemnización a estos negocios y otros pequeños comercios, con una cantidad equivalente a aproximadamente el 75% de sus ingresos en 2019, tras los cierres decretados para esta segunda ola del coronavirus en Europa.
Lo que inquieta al Gobierno y a los sindicatos es que este dinero se use para financiar despidos. Y analizan si poner o no encima de la mesa esta medida. Todas las soluciones, dicen, pasan por propuestas de alivio fiscal que la mayoría de comunidades ya ha puesto en marcha.
100.000 cierres y 700.000 empleos menos
“La inacción del gobierno y sus promesas incumplidas podría suponer el cierre de un tercio de los establecimientos hosteleros, hasta 100.000, y la pérdida de aproximadamente 700.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos”, reclama la patronal poniendo sobre la mesa el peor de los escenarios.
Un escenario que ya en julio, la Confederación Empresarial de Hostelería de España, CEHE, calculaba que deberían cerrar entre 65.000 y 85.000 bares y restaurantes, pero que con las nuevas limitaciones han tenido que actualizar sus ya malas previsiones.
Pero además la patronal asegura que, respecto a la pérdida de empleo prevista, el sector volvería a niveles de hace 20 años, cuando daba trabajo a apenas 900.000 personas. Ahora la cifra se ha duplicado hasta los 1,8 millones.
La Confederación estima que más de la mitad del empleo destruido en este último año corresponde a la hostelería: de los 430.000 afiliados que se han perdido en los últimos doce meses, aproximadamente 265.000 son consecuencia directa de la parálisis de la actividad que están viviendo negocios como bares, restaurantes o locales de copas. Hasta el punto de que, aunque el empleo está cayendo un 2,2% en tasa anual, el desplome en este sector llega al 20%
También el Banco de España ha puesto cifras al futuro de las empresas españolas y, especialmente, de la hostelería, la restauración y el ocio. Concretamente, el 75% de las compañías de este sector, es decir, tres de cada cuatro, terminará el año con una rentabilidad negativa, según su análisis realizado a partir de los datos de empresas no financieras recopilados por su Central de Balances.
Este sector experimentará así una caída en su rentabilidad que la situaría en el -12,4% al cierre del año, aunque es cierto que la hostelería llegó a esta pandemia con una rentabilidad muy baja, del 2,4%.
“El impacto será mayor”, asegura el informe del BdE, “que en el sector automovilístico, el siguiente más perjudicado, en el que la rentabilidad caerá del 3,5% al -5,6%”.
Prevé que el 72,4% de las empresas de este sector estará con serios apuros para subsistir a finales de año, muy por encima de las que, en 2019, se encontraban en esa situación y que tan solo representaban el 17,1% del total.