La Comunidad de Madrid ha superado a Vizcaya y pasa a liderar el índice de competitividad fiscal de 2020, junto a las provincias vascas (Vizcaya, Álava y Guipúzcoa) y Canarias, mientras que los peores resultados vuelven a registrarse en Aragón, Asturias y Cataluña, región con la peor puntuación en competitividad fiscal.
Así se desprende del Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF) de 2020, publicación de la Fundación para el Avance de la Libertad (Fundalib) junto a la Tax Foundation de Estados Unidos, que tiene en cuenta los tramos autonómicos de los grandes impuestos, los tributos cedidos íntegramente a las comunidades, la especificidad canaria y la de los regímenes forales, y los impuestos adicionales establecidos por cada comunidad autónoma.
Madrid desbanca a Vizcaya
La principal novedad del índice de 2020 es que la Comunidad de Madrid ha superado ligeramente a la provincia vasca de Vizcaya, por lo que la desbanca ocupando la primera posición con una puntuación de 7,22 sobre 10, de forma que lidera el índice junto a las provincias vascas –Vizcaya (7,15 puntos), Álava (7,1) y Guipúzcoa (6,93)– y Canarias (6,41), que desplaza así un puesto a La Rioja (6,12).
Les siguen Castilla-La Mancha (6,05), Murcia (5,99), Cantabria (5,94), Galicia (5,92), y Andalucía (5,89), al tiempo que la bajada más pronunciada respecto al ejercicio de 2019 es la de las Islas Baleares (5,89), que caen cuatro puestos, a la decimosegunda posición. A continuación se sitúan Castilla y león (5,84), Navarra (5,72), Extermadura (5,44) y Comunidad Valenciana (5,36).
El estudio explica que Madrid sube hasta la primera posición al reducir ligeramente su distancia con Vizcaya en el Impuesto sobre la Renta, aunque no haya realizado reformas fiscales que impacten su puntuación.
A su vez, la diferencia entre las tres diputaciones del País Vasco es dada por las diferencias en el Impuesto sobre la Renta y, en especial, en Impuesto sobre el Patrimonio, ya que la regulación de este último en Álava es peor que en Vizcaya, mientras que la situación en Guipúzcoa es más deficiente aún, lastrando a Guipúzcoa hasta llevarla a la decimotercera posición. Además, a finales de 2019, Álava deflactó la tarifa del Impuesto sobre la Renta e incrementó los mínimos personales y familiares hasta equipararlos con los de Guipúzcoa y Vizcaya. Vizcaya baja hasta la segunda posición.
Los peores resultados son para Aragón (5,21), Asturias (5,18) y Cataluña, que se sitúa a la cola con una puntuación de 4,66 sobre 10, y es que estas comunidades con peor puntuación obtienen notas bajas en casi todos los componentes.