El Gobierno anunció recientemente, dentro del paquete fiscal para combatir los efectos de la crisis energética e inflacionaria, una extensión de las reducciones por rendimientos del trabajo en el IRPF para los trabajadores con rentas de hasta 21.000 euros, un cambio tributario que implica, por un lado, elevar desde los 14.000 hasta los 15.000 euros el mínimo exento de tributación. Por el otro, según muestra el proyecto de real decreto que adapta el reglamento a los nuevos cambios, la medida supondrá también una reducción de las retenciones para las rentas de hasta 35.200 euros anuales durante el año 2023.
El borrador, sometido por el Ministerio de Hacienda a audiencia pública, explica que «el alargamiento de los umbrales para la aplicación de la reducción por obtención de rendimientos del trabajo», que ahora se extiende hasta un salario bruto anual de 21.000 euros, «obliga a ampliar el umbral de rendimientos a los que resulta aplicable el límite de la cuota de retención previsto». Por ello, en consecuencia, se eleva a 35.200 euros la cuantía total de retribución prevista para la fijación del límite de cuota de retención de rendimientos del trabajo.
Desde Hacienda explican que el cambio se debe a motivos técnicos, pensados «para evitar errores de salto que se producen cuando desparece la reducción por rendimiento del trabajo». El objetivo es «impedir que una subida de la renta implique un incremento muy superior del tipo de retención». “En ningún caso estamos ante una rebaja fiscal mayor de la que se anunció en su momento”.