Ana Sánchez Arjona
“En tiempo y forma” se aprobarán los Presupuestos para 2022. Lo ha dicho el presidente Pedro Sánchez, que se ha comprometido a que los PGE sean remitidos al Congreso de los Diputados lo antes posible. De momento, María Jesús Montero ya ha dado el pistoletazo de salida para unas cuentas públicas, con la senda de déficit aparcada, que estarán marcadas por la entrada en vigor de algunas de las reformas comprometidas por el Gobierno en el Plan de Recuperación y porque van a llegar, como el maná, gran parte de los fondos europeos englobados en el llamado ‘Next Generation’, dotado con 750.000 millones de euros, de los que España recibirá 140.000.
El Boletín Oficial del Estado publicaba el lunes 28 de junio la Orden del Ministerio de Hacienda por la que se dictan las normas para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2022.
Se trata del pistoletazo de salida para unas cuentas públicas marcadas por la entrada en vigor de algunas de las reformas comprometidas por el Gobierno en el Plan de Recuperación y porque van a llegar, como el maná, gran parte de los fondos europeos.
Explicaba la ministra de Hacienda en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que se trata de unas cuentas públicas que apoyarán la estrategia del Ejecutivo, que no es otra que superar la crisis sanitaria marcada, a corto plazo, “y en el medio y largo plazo, por impulsar el proceso de transformación y modernización de la economía española que lleve a un desarrollo más sostenible y resiliente desde el punto de vista económico, social, territorial y medioambiental”.
En esta ocasión, al Gobierno no le vale una prórroga como las tres anteriores por lo que el presidente, Pedro Sánchez, se ha comprometido a que se aprueben “en tiempo y forma” y a que el acuerdo con su socio de coalición llegue lo antes posible
Además, los fondos Next Generation de la UE marcharán en paralelo a las cuentas de cada ejercicio para reflejar las partidas que corresponden a cada departamento y, sobre todo, a cada reforma.
Por eso el Ministerio de Hacienda ha hecho públicas las normas para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado que no planteará, de momento, una retirada prematura de los estímulos. De momento, el Ejecutivo tiene la intención de aprobar este mismo mes de julio, en el Consejo de Ministros, el techo de gasto, es decir, el límite del gasto no financiero. Y lo va a hacer sin senda fiscal y con la deuda pública marcando records: el 125% del PIB.
El visto bueno al techo de gasto el primer eslabón de cualquier Presupuesto. Y en este caso, la aprobación del Consejo basta para iniciar posteriormente el trámite parlamentario, que es puramente informativo.
En este sentido, el Ministerio de Hacienda quiere llevar el techo de gasto a la Cámara Baja antes del inicio del periodo estival, aunque el tiempo límite sería a principios del mes de septiembre.
En cuanto a la senda fiscal, una de las bases fundamentales para elaborar unas cuentas públicas- cabe recordar que lo que salga del Congreso es vinculante.
La senda fiscal recoge los objetivos de déficit y de deuda pública de todas las Administraciones. Pero en esta ocasión, y por tercer año consecutivo, como consecuencia de la pandemia provocada por el Covid-19, la Unión Europea ha decidido que los Estados miembros no tengan la obligación de presentar estos objetivos hasta que no mejore la situación económica en la región. Así que, la cláusula de salvaguarda está paralizada, lo que allanará el camino en el trámite previo a la aprobación de los Presupuestos.
Next Generation
Los Presupuestos de 2022 estarán marcados por la aplicación de los fondos contemplados en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el instrumento para canalizar los fondos europeos aprobados en julio de 2020, dentro del conjunto de instrumentos comunitarios englobados en el llamado ‘Next Generation’, dotado con 750.000 millones de euros, de los que España recibirá 140.000 millones.
Y es que, en esta ocasión, al Gobierno no le vale una prórroga como las tres anteriores por lo que el presidente, Pedro Sánchez, se ha comprometido a que se aprueben “en tiempo y forma”. Sánchez quiere que el acuerdo con su socio de coalición llegue lo antes posible y puedan ser remitidos al Congreso de los Diputados.
Esto se podría interpretar de dos maneras. La intención de hacer llegar que PSOE y Unidas Podemos conviven perfectamente en La Moncloa y que se quiere agotar la legislatura.
Preguntado precisamente por un adelanto electoral, durante una entrevista en la Sexta, Sánchez lo niega: “Las elecciones serán en 2023, hay que recuperar la normalidad de las legislaturas de cuatro años” para apuntar que la ministra de Hacienda, también portavoz, María Jesús Montero,ya ha empezado con los primeros trámites.
Y el primero, sino el más importante, será pactar un borrador con su socio de Gobierno, un socio que ya ha empezado a hacer los deberes y que ya tiene todo preparado para enfrentar esta negociación, según contaban a los periodistas en el mismo Congreso desde Podemos.
Tanto PSOE como Podemos tienen claro que es necesario volver a la normalidad y trabajar duro los próximos meses para que las cuentas se aprueben y entren en vigor en enero de 2020.
Con la senda fiscal aparcada y con la mirada puesta en 2023
Las cuentas públicas del año que viene llegarán, salvo imprevistos, tras el final de la fase más dura de la pandemia. Es decir, que serán fundamentales para apuntalar y consolidar la recuperación económica del país.
En este contexto, el Gobierno pronostica que la economía crecerá un 7% para 2022. Y si todo marcha como está proyectado en la estrategia de Hacienda y Economía, el PIB español será uno de los que más crezca en la Eurozona.
No hay que perder de vista que en 2023 se recuperarán los límites fiscales y será inevitable poner en marcha el plan de reequilibrio que reclama insistentemente al Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal y que recoge la Ley de Estabilidad Presupuestaria
Los nuevos Presupuestos presentan ciertas peculiaridades porque las Cuentas seguirán sin estar marcadas por un objetivo de déficit o de deuda pública. El Gobierno asegura, no obstante, que habrá límites, pero el pacto de estabilidad europeo y, por tanto, las reglas fiscales están aparcadas también el próximo año.
Así que, el año que viene será posible aumentar la disponibilidad de recursos, si el Ejecutivo lo considera conveniente, a través de déficit de forma ilimitada. Pero no hay que perder de vista que en 2023 se recuperarán los límites fiscales y será inevitable poner en marcha el plan de reequilibrio que reclama insistentemente al Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y que recoge la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
No en vano, la estrategia fiscal contenida en el Programa de Estabilidad para el período 2021-2024 tiene como objetivo reducir el déficit público hasta el 8,4% en 2021 y el 5% en 2022, acelerándose la reducción en los años siguientes. Asimismo, los Presupuestos de 2022 incorporarán los resultados de los procesos de revisión y evaluación del gasto público
Pero, además, el Gobierno quiere las cuentas estén alienadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, impacto de género y en la infancia.
Se priorizarán, por tanto, una serie de criterios de asignación de los recursos, como fomentar la transición verde, justa y ecológica mediante el apoyo a inversiones “de gran escala” que contribuyan a cumplir con los objetivos establecidos en materia de cambio climático y a la transición energética, así como la transformación digital de la sociedad a través de inversiones y reformas que potencien las infraestructuras, competencias y tecnologías necesarias para una economía y una sociedad digital.