La evolución de la economía de la Eurozona y sus previsiones macroeconómicas se verán afectadas de manera «crítica» por cómo se desarrolle el proceso de vacunación y la implementación del programa de estímulo europeo, según ha señalado la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.
Asimismo, a pesar de las restricciones introducidas en muchos países en las últimas semanas, la francesa ha defendido que en el último tramo de 2020 se despejaron algunas incertidumbres que amenazaban las perspectivas de la zona euro, incluyendo el ‘Brexit’, la situación política en Estados Unidos o el desarrollo de las vacunas.
Los programas europeos
«Desde ese punto de vista, se ha comenzado el año de una manera más positiva de lo que algunos quieren ver», ha señalado Lagarde durante su participación en Reuters Next, donde ha reconocido que, sin embargo, estos avances no implican haber eliminado completamente la incertidumbre
«Cómo se desarrollará la vacunación, cómo de rápido y de eficazmente podemos avanzar va a ser de una importancia crítica cuando miramos a la evolución económica y a las previsiones», ha señalado Lagarde, quien en segundo lugar ha apuntado la influencia que tendrá cómo sean implementados los programas europeos, como el fondo ‘Next Generation UE’.
«Tenemos que movernos rápido porque tenemos una clara necesidad ayuda tanto desde un punto de vista fiscal como desde un punto de vista monetario por lo que el nuevo fondo de la UE deberá implementarse de manera rápida, eficiente y en función de planes estratégicos que algunos países ya han enviado», ha añadido.
De este modo, Lagarde ha defendido que las proyecciones más recientes del BCE, que contemplan una caída del PIB en 2020 del 7,3% y un crecimiento del 3,9% en 2021, con un rebote del 4,2% para 2022 «siguen siendo claramente plausibles», ya que contemplaban la posibilidad de que los confinamientos se extendieran durante el primer trimestre de 2021.
Asimismo, tal y como explicó en su última rueda de prensa de 2020, la banquera central de la eurozona ha recordado que el BCE permanece dispuesto a «recalibrar» su programa de compras de emergencia (PEPP) si fuera necesario, subrayando que la brújula de la institución es mantener unas condiciones de financiación favorables.
Por otro lado, Lagarde ha admitido que el Banco Central Europeo vigila con atención el efecto sobre los precios que puede tener la evolución del tipo de cambio, ya que la apreciación del euro o la depreciación del dólar pueden tener impacto en la inflación.
Ha hecho hincapié en la importancia de reflejar mejor el impacto del coste de la vivienda en los precios.