Los países de la Unión Europea han acordado que los Estados miembros puedan restringir puntualmente la movilidad en las fronteras internas y externas de la UE si la situación sanitaria lo requiere, pero se comprometieron a mantener abierto el espacio Schengen de libre circulación.
«Estamos totalmente convencidos que tenemos que mantener las fronteras abiertas para mantener el buen funcionamiento del mercado interior» pero «se pueden considerar restricciones en los desplazamientos no esenciales», declaró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Por su parte, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, señaló que «para mantener las fronteras abiertas, necesitamos medidas específicas que nos mantengan a todos a salvo».