La Inspección de Trabajo ha dado un nuevo golpe en su batalla contra los falsos autónomos. El organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social ha dado de alta de oficio en el régimen general de la Seguridad Social a 4.066 repartidores de Amazon que trabajaban como autónomos, tras una denuncia de UGT que demandaba que la relación de estos trabajadores con la compañía es laboral y no mercantil. En todos los casos se trata de repartidores autónomos que utilizaban su propio vehículo para el reparto de paquetes en Madrid y Barcelona a través de dos sociedades del gigante de comercio electrónico: Amazon Spain Fullfillment SL y Amazon Road Transport Spain.
En la primera sociedad, la Inspección ha detectado 3.216 falsos autónomos (2.116 en Madrid y 1.145 en Barcelona) y en la segunda 805 (todos en Barcelona). Además, la Administración reclama a Amazon 6,2 millones de euros por las cotizaciones insatisfechas (3,2 millones a Amazon Spain Fullfillment y 0,99 millones a Amazon Road Transport Spain).
El sindicato UGT denunció el año pasado la situación de los repartidores autónomos de Amazon que utilizan su propio vehículo para el reparto de paquetes a través de lo que la plataforma denomina Amazon Flex. El propio sindicato informó de las actuaciones de la Inspección de Trabajo y adelantó que aunque de momento solo se han producido en Madrid y Barcelona, “aún quedan provincias en las que se debe terminar la actuación de la Inspección”.
Modelo fraudulento
En un comunicado, el secretario de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino, criticó que “si en estos días Amazon, con su campaña de Amazon Prime Day, es capaz de tirar los precios para ofrecer productos más baratos es porque utiliza un modelo laboral fraudulento en el que se ahorra gran cantidad de dinero rebajando las condiciones laborales de sus trabajadores”.
Por su parte, Amazon ha indicado a diferentes medios que está “en completo desacuerdo” con la resolución y que presentará una apelación. Además, expresó que la empresa “está cooperando plenamente con las autoridades laborales en su investigación”. “Estamos orgullosos de poder ofrecer una amplia variedad de oportunidades en España en la red de distribución, incluyendo un pequeño porcentaje de autónomos que colaboran con nosotros repartiendo paquetes de forma independiente, con la opción y la flexibilidad de realizar entregas en las franjas horarias que mejor les convengan y obtener ingresos adicionales”.
Precisamente, a finales de septiembre el Tribunal Supremo falló por primera vez que la relación existente entre un repartidor y la empresa para la que trabaja tiene naturaleza laboral y que los riders son en realidad falsos autónomos.