La tasa anual del índice de precios de consumo (IPC) se ha situado en este último mes en un histórico 9,8%, según los datos adelantados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que supone la inflación más alta desde mayo de 1985. Todos los componentes del IPC han tirado al alza de los precios, pero destaca de manera especial la electricidad, los alimentos y las gasolinas. Además, ha aumentado la inflación subyacente, la que tiene en cuenta la energía y los alimentos no elaborados, considerados elementos más volátiles, que se eleva al 3,4%.
La tasa interanual del IPC se ha incrementado 2,2 puntos en un solo mes, lo que supone la mayor subida en casi 45 años. En concreto, desde abril de 1977 cuando aumentó 4,3 puntos.
El ministerio destaca que es urgente para el control de precios desplegar el Plan Nacional que permitirá revertir esta tendencia alcista
Por mucho que España ni dependa en exceso del gas ruso ni tenga un intercambio comercial significativo con Moscú, el impacto de la guerra sobre la inflación está siendo durísimo. Según el Ministerio de Economía, el 73% de esta alza se debe al impacto de la invasión de Ucrania sobre los precios de la energía y los alimentos no elaborados.
Desde el ministerio destacan que “por eso es urgente desplegar el Plan Nacional de respuesta adoptado ayer, que permitirá revertir esta tendencia alcista, frenar el aumento de costes a empresas y familias e iniciar a corto plazo la reducción de la inflación hasta niveles más moderados”
Además, hay que tener en cuenta que el dato adelantado facilitado hoy por el INE solo recoge los precios en establecimientos las tres primeras semanas del mes, hasta el 21 de marzo, y los precios centralizados hasta el 25; es decir, que no tiene en cuenta los últimos días del mes en que la subida puede ser aún más manifiesta.
Pacto de rentas
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ya predijo un dato de inflación particularmente negativo para marzo y se ha cumplido. La guerra nos lleva ya a rozar el 10%. Hernández de Cos acompaño su pronóstico de una recomendación para llegar a un pacto de rentas que permita hacer frente a una situación tan excepcional.
Para facilitar este pacto de rentas será clave la aplicación de las medidas de choque aprobadas por el Gobierno, y aún más, la eficacia de la medida que falta por concretar, el tope del precio del gas para fijar los precios de la energía. Una propuesta que España ya ha presentado a la Comisión Europea para que la evalúe y pueda entrar en vigor en las próximas 3 o 4 semanas. Las medidas aprobadas son en gran parte paliativas, pero es el desacoplamiento del gas sobre el precio de la electricidad donde se puede actuar sobre la base del problema.
Además, el control de los precios es esencial para que sindicatos y patronal puedan llegar a un consenso en la negociación sobre el marco de referencia de los convenios que tienen en marcha. Allí se pactará la referencia para el aumento salarial, con los sindicatos insistiendo en incluir cláusulas de garantía salarial y planteando jugar con la perspectiva a dos o tres años, para distribuir en el tiempo la recuperación del poder adquisitivo.
En este sentido, desde UGT urgen a alcanzar un consenso sobre el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva para proteger los empleos y mantener la capacidad adquisitiva de los salarios, al mismo tiempo que piden que se apliquen «las medidas de contención del Gobierno».
Por su parte, el secretario general de CC.OO., Unai Sordo, considera que mientras dure el alza de los precios las líneas de actuación del Gobierno deben centrarse en intervenir en el sistema de fijación de precios de la energía, reducir los beneficios de las empresas eléctricas y proteger a las rentas más bajas.