El Índice de Precios de Consumo (IPC) disparó su tasa interanual 1,5 puntos, hasta el 10,2%, su nivel más alto desde abril de 1985, según los datos avanzados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La inflación encadena así dos meses consecutivos de ascensos después de que en abril se moderara 1,5 puntos de golpe, hasta el 8,3%. En mayo, escaló hasta el 8,7%, y en junio ha superado los temidos dos dígitos: 10,2%, estableciendo el máximo de esta crisis, pese a la puesta en marcha del tope al gas y al resto de medidas del Gobierno para contener los precios.
El dato de junio, que deberá ser confirmado por Estadística a mediados del mes que viene, supera en cuatro décimas el pico que se había alcanzado en el mes de marzo, del 9,8%. Según el INE, esta escalada del IPC interanual hasta el 10,2% en junio se debe, principalmente, a las subidas de los precios de los carburantes y de los alimentos y bebidas no alcohólicas. También ha influido el fuerte repunte de los precios de los hoteles, cafés y restaurantes.
El INE incorpora en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que aumentó en junio seis décimas, hasta el 5,5%, su valor más alto desde agosto de 1993. Lo que muestra que la subida desbocada de los precios se ha traslado ya a la mayor parte de la cesta de la compra de bienes y servicios.