Ana Sánchez Arjona
Su primera ‘patata caliente’ en el terreno económico: la reforma del modelo de financiación autonómica de la mano de Hacienda y con el objetivo de acordar un sistema con el que todas las comunidades ‘comulguen’ del mejor grado posible. El desafío no es menor, pero Miguel Iceta parece tener claro desde qué premisas debe partir el nuevo modelo. El programa con el que el PSC se presenta a las elecciones catalanas plantea un sistema de financiación autonómico a partir de una Hacienda federal para compartir “de forma justa y equitativa los ingresos tributarios que se generan en el conjunto de España”. Un buen punto de partida, a juicio del nuevo ministro, para empezar a negociar.
En noviembre del 2020 se filtraba a los medios el programa electoral del PSC con la vista puesta en las elecciones que se van a celebrar en Cataluña el próximo 14 de febrero, si la pandemia lo permite. En él, se planteaba una reforma de la financiación autonómica, con una «hacienda federal».
La primera parte del documento, extensa, llevaba por título Europa, España y Cataluña unidas en la diversidad y bien gobernadas: cogobernanza federal, y en ella se plantean diferentes propuestas para superar el proceso independentista. “ Es la hora de iniciar un proceso de superación de los enfrentamientos, de la política de la silla vacía y del agravamiento infinito”, subraya el texto del programa, y por eso apoyan el diálogo que defiende el Gobierno central y avanzar hacia un modelo federal que contemple un sistema de financiación autonómico a partir de una hacienda federal que ofrezca un «nuevo modelo de financiación que comparta de forma justa y equitativa los ingresos tributarios que se generan en el conjunto de España”.
Aunque el diseño técnico y contable corre a cargo del Ministerio de Hacienda, las bases para la nueva estructura del modelo deben ir en paralelo a una reforma del sistema territorial
En el documento reconoce, no obstante, que “si no se supera la polarización política presente, esta reforma no podrá ser implementada en el actual escenario”.
Y puede ser este el argumentario, los mimbres sobre los que pivote la reforma del sistema, pendiente desde 2014, y que, puede ser el asunto más importante que tenga entre manos el recién llegado a Madrid, Miguel Iceta que acaba de estrenarse como ministro de Política Territorial y Función Pública.
Su primera ‘patata caliente’ en el terreno económico: la reforma del modelo de financiación autonómica de la mano del Ministerio de Hacienda y con el objetivo de acordar un sistema con el que todas las comunidades comulguen del mejor grado posible. El desafío no es menor pero es una de las labores más destacadas que tendrán que asumir durante su mandato.
El presidente Pedro Sánchez le ha definido como «un hombre de acuerdo”. El modelo de financiación autonómica lleva ya doce años siendo el mismo, después del último que se aprobó en 2009 durante el Gobierno de Zapatero. El actual Ejecutivo de coalición se ha puesto como una de las tareas pendientes impulsar en esta legislatura su reforma a partir de la aprobación de los Presupuestos. Aunque el diseño técnico y contable corre a cargo del Ministerio de Hacienda, las bases para su nueva estructura deben ir en paralelo a una reforma del modelo territorial, que en el caso del PSOE siempre ha ido dirigida hacia un proyecto federal, tal y como se plasmaba en el programa del PSC.
En busca de la estabilidad
Así que, el recién llegado al Consejo de Ministros deberá ir de la mano de María Jesús Montero, en Hacienda, a la hora de definir hasta qué punto se debe garantizar la financiación básica de cada territorio del sistema común (todos salvo el País Vasco y Navarra) y cómo modelar el reparto de fondos de forma que se eviten los actuales agravios comparativos entre autonomías.
Cataluña ha criticado con dureza el que denomina «oasis fiscal” madrileño y en muchas ocasiones la Comunidad Valenciana o Murcia se han quejado de que el sistema en vigor penaliza la llegada de inversiones a sus territorios, entre otras muchas batallas fiscales en las que deriva el actual modelo.
Pero ningún gobierno ha podido avanzar en una reforma que garantice una estabilidad para los próximos años. Sánchez lo intentó, precisamente con Batet cuando titular de la cartera de la que se ha hecho cargo ahora Iceta, pero no lo consiguió. Incluso, la que en su día se denominó ‘operación Senado’, que se centraba en el nombramiento de Iceta como presidente de la Cámara Alta, tenía como fin último lograr un acuerdo sobre financiación con las CCAA. Pero no pudo ser.
¿Qué modelo de financiación autonómica busca el Gobierno? El acuerdo de coalición recoge el compromiso de aprobar un nuevo sistema “que resuelva las carencias, asimetrías y ambigüedades del actual”. Y añade: “El objetivo es implantar un sistema que permita, de un lado, garantizar la lealtad y solidaridad entre territorios y la igualdad de todos los españoles y españolas; de otro, asegurar la justa distribución de los recursos públicos y la capacidad de las comunidades autónomas para proveer los servicios y prestaciones sociales que son de su competencia”.
El PSOE iba más allá en su programa electoral para el 28-A. Sánchez proponía entonces una reforma de la Constitución. Así lo reflejaban en su texto programático: “La Constitución debe garantizar un sistema en el que los gobiernos autonómicos sean responsables de sus propios presupuestos ante el electorado, así como de la eficiencia de la gestión y del gasto”.
Para acometer cualquier reforma este modelo es importante esperar, eso sí, al resultado de las elecciones catalanas y a la configuración del futuro Govern. Hay que recordar que el Ejecutivo de Quim Torra siempre boicoteó este Consejo de Política Fiscal y Financiera, que es donde debería abordarse el debate sobre el modelo de financiación. Se ausentaron en las últimas reuniones que presidía Cristóbal Montoro e hicieron lo propio en la primera que dirigió María Jesús Montero.
Minicrisis en la que queda intacta el área económica
Una ‘mini crisis de Gobierno’ es lo que ha provocado la salida de Salvador Illa camino de la candidatura del PSC a la Generalitat de Cataluña. Carolina Darias, es la nueva titular de Sanidad que, salvo sorpresa, seguirá la misma pauta marcada por su predecesor. Darias se pone al frente del departamento en pleno pico de la tercera oleada del virus y con serias dudas sobre el proceso de vacunación.
Espaldarazo de Sánchez a la gestión, principalmente de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño; de la ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero; de la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera; de la titular de Industria, Reyes Maroto, y de Yolanda Díaz al frente de Trabajo
Illa ha sido uno de los ministros que más estrechamente ha trabajado con Sánchez en los últimos meses. Va para un año ya. Hasta tal punto que, fijó su lugar de residencia en la Moncloa trabajó codo con codo, día a día, con el presidente y su equipo. “No me arrepiento de nada de lo que he hecho, dejo mis responsabilidades en el momento que lo tengo que hacer”, ha señalado el titular de Sanidad, Salvador Illa, en su última comparecencia pública como ministro, tras participar en su último Consejo de Ministros. Frente a las críticas por dejar su cargo para concentrarse en la campaña como candidato del PSC en plena tercera ola, el ministro ha recordado que se ha dedicado al “101 por ciento a su tarea como ministro”.
Lo que queda intacta es el área económica del Gobierno. Y dicen que esto es un espaldarazo de Sánchez a la gestión de sus ministros. Principalmente la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, a la ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera, a la titular de Industria, Reyes Maroto, la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, además del responsable de Seguridad Social, José Luis Escrivá. El que fuera presidente de la Airef que ha tenido una semana ciertamente complicada tras filtrarse el documento en el que su ministerio planteaba un recorte del 6% de las pensiones al elevar el periodo de cálculo de las mismas. Ese documento, del que el propio Escrivá se ha desvinculado, ha quedado difuminado en el primer borrador del Plan de Inversiones y Reformas enviado a Bruselas.