Ana Sánchez Arjona
La incertidumbre es enorme y pocos analistas se atreven a poner cifras concretas al efecto que sobre el PIB de España tendrá la guerra. Entre las primeras estimaciones, la previsión global que hace Moody’s es de un impacto de hasta 3 puntos ante un conflicto bélico duradero. Un escenario preocupante que ha obligado al Gobierno a tomar medidas para evitar que la economía se estanque. “Es una lástima, la economía estaba logrando velocidad de crucero, una recuperación fuerte y perspectivas muy positivas”, se lamenta Nadia Calviño, que ha decidido reorientar la estrategia del Plan de Recuperación ante la certeza de que la energía juega un papel clave ahora y en el futuro. Un plan que debe adaptarse “a las necesidades actuales derivadas de la guerra de Ucrania”, asegura la vicepresidenta, “en materia energética” mientras recuerda que ya el 40% se destina a su transformación.
Los expertos aseguran que el impacto de la guerra puede borrar, en parte, el efecto de los fondos europeos en la recuperación económica de este año.
“Puede haber una ralentización de la recuperación y un impacto claro en los precios”, admite la propia Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos.
La incertidumbre es enorme, y pocos analistas se atreven a poner cifras concretas al efecto sobre el PIB de España. Entre las primeras estimaciones, la previsión global que hace Moody’s es de un impacto de hasta 3 puntos ante un escenario bélico duradero en el cuarto trimestre, que parte de un crecimiento del 3,5% hasta casi el estancamiento.
Así el Gobierno ha decidido ponerse manos a la obra y ante la certeza de que la energía tiene jugar un papel clave en este escenario ha decidido dar un giro a la estrategia de los fondos europeos.
“Es una lástima, la economía estaba logrando velocidad de crucero, una recuperación fuerte y perspectivas económicas muy positivas”, ha lamentado Calviño, quien ha remarcado la conveniencia de impulsar el Plan de Recuperación y las inversiones para evitar que la economía se ralentice.
Durante este año 2022, el Gobierno presentará una ‘adenda’ para detallar la segunda fase de despliegue del plan en el periodo 2023-2026 y también movilizar los préstamos
Calviño asegura que el Plan de Recuperación se va a reorientar a las necesidades actuales derivadas de la guerra de Ucrania en materia energética y recuerda que ya el 40% se destina a transformación energética. Transformación que incluye el lanzamiento del Perte para almacenamiento energético, energías renovables e hidrógeno verde. Según la vicepresidente, ahora se va a reforzar con 1.000 millones para energías renovables y para impulsar la autosuficiencia e independencia energética.
El planteamiento se centra en este momento en acelerar el programa de inversiones que está “muy bien identificado” con la mirada puesta en la siguiente fase en la que los créditos “tiene que orientarse a las prioridades para el futuro”, un futuro que pasan por la transición energética.
Previsiones obsoletas
El Gobierno intenta así poner un dique que contenga, en la medida de lo posible, el efecto del conflicto del Este en la recuperación española.
Aun así, las estimaciones previas a la guerra se han quedado viejas. Las del FMI dibujaban un crecimiento para España al 5,8% en 2022, con la aportación de los fondos europeos, es decir, inversiones impulsadas por el Next Generation EU, como uno de los motores fundamentales y con un impacto positivo de cerca de 1,8 puntos, según cifras del Banco de España, que el Gobierno elevó hasta los 2,5.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia, que presiona la inflación por el acelerón en los precios de las materias primas, principalmente del petróleo, del gas y de cereales como la cebada y el trigo como principal consecuencia, pone en jaque buena parte de este efecto de entre 20.000 y 26.000 millones.
Y todo teniendo en cuenta que las relaciones comerciales de España con Rusia y Ucrania apenas representan un 3% de las importaciones y exportaciones totales.
Aseguran los expertos que la dependencia directa de nuestro país de Rusia comercial o energética es relativamente pequeña. Pero eso no impide que nos veamos afectados por de las enormes subidas de los precios energéticos al margen de que importemos poco gas y petróleo
Según BBVA Research y en su último desglose realizado el cuarto trimestre de 2021 en el último trimestre de 202, en sus previsiones de un crecimiento del 6,5% para 2022, el coste de la electricidad pesaría 0,7 puntos, el precio del petróleo un 0,3, los cuellos de botella de la cadena productiva global 1,2 y el retraso en la ejecución de los Next Generation apenas 0,3 puntos.
Pero ahora las cosas pueden cambiar porque el efecto de todos estos factores puede ser muy distinto. Estamos inmersos en un escenario de guerra en el que el precio de la luz está tocando máximos históricos por un precio del gas disparado, el petróleo que ha subido un 40% desde el inicio del año en el mercado de futuros y ha pasado de 82 dólares por barril de Brent a casi 119.
Calviño: “España ha ejecutado el 45% de los fondos europeos de 2021”
España ha autorizado el 91% de los fondos europeos previstos para 2021, es decir, cerca de 24.000 millones, ha comprometido partidas por el 87% y establecido obligaciones por el 83%, mientras que los pagos realizados han sido del 45%, Son cifras que ha proporcionado la vicepresidenta económica Nadia Calviño y que ha calificado de relevantes teniendo en cuenta que el Plan de Recuperación se aprobó el 13 de julio del año pasado, “pero en todo caso los remanentes se transferirán a los presupuestos de finales de 2022”, añadía la ministra en una comparecencia en la Comisión Mixta para la Unión Europea para explicar cómo avanza la ejecución de estos fondos.
Calviño ha destacado que España se sitúa “a la cabeza del plan de recuperación” de la Unión Europea al ser «el único país que ha recibido el primer desembolso» (de 10.246 millones de euros) y con la previsión de recibir otros dos desembolsos durante este año (de 12.000 millones y 6.000 millones) y augura que se “alcanzará la velocidad de crucero”.
En concreto, de este segundo desembolso España ha cumplido ya con la mayoría de los 40 hitos (30 reformas y 10 inversiones) y objetivos fijados con medidas como la ley ‘rider’ o la primera parte de la reforma de las pensiones y la reforma laboral, así como la hoja de ruta de la eólica marina o del autoconsumo, a la espera de la firma de convenios de los planes complementarios de ciencia en 2022 y la tramitación parlamentaria para la aprobación definitiva del impuesto sobre plástico no reutilizables.
Durante este 2022, además, el Gobierno presentará una ‘adenda’ “para detallar la segunda fase despliegue del plan en el periodo 2023-2026 y también movilizar los préstamos”. “Estamos identificando las áreas prioritarias y lanzaremos un proceso de consulta para identificar cuáles son los programas que deben ser reembolsados y cómo articular de la forma más eficiente la canalización de estos fondos adicionales”.
El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia prevé el reparto de 70.000 millones de euros a fondo perdido para España, que actualmente están en reparto, así como otros 70.000 millones en forma de préstamos reembolsables.
En total, España recibirá unos 140.000 millones, una cifra equivalente al 11,2% del PIB español en 2019.