La patronal de la gran empresa catalana, Fomento del Trabajo, ha querido lanzar un mensaje de optimismo y confianza en la recuperación, a pesar del fuerte daño que ha causado el Covid-19 y la lentitud en el plan de vacunación en comparación con otros países como Israel, Reino Unido y Serbia.
En la presentación del último informe de coyuntura, el director de Economía de la organización, Salvador Guillermo, ha señalado este miércoles que la recuperación económica es «inminente» gracias al avance de la vacunación y la recuperación de la industria.
Sin embargo, es importante que las administraciones públicas concedan más ayudas directas a las empresas más afectadas por las restricciones para contener la pandemia para que el mayor número de ellas puedan «llegar a la meta».
Ayudas directas
En este sentido, Fomento lamentó la gran diferencia en las ayudas directas que se han puesto en marcha en España y las de otros países europeos. En España, el Estado ha activado los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y los créditos ICO, dos medidas que la patronal cree que han funcionado, aunque son del todo insuficientes. En cuanto a los ICO, han sido «una historia de éxito», en palabras del presidente del Consejo General de Economistas, Valenti Pich,
Según Fomento del Trabajo, son un «primer paso» los 11.000 millones de euros que la semana pasada anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pese a ello, según cálculos de la patrronal, hay una diferencia de hasta los 50.000 millones de euros con los grandes países europeos.
Según datos del FMI, España dedicó los últimos cuatro meses de 2020 entre un 3% y un 3,7% del PIB a ayudas, mientras Alemania lo hizo entre un 7,7% y un 9,8%, Francia entre un 4,6% y un 6,9% e Italia, entre un 4,5% y un 6,2.
«Las ayudas deben permitir acelerar la ocupación» y tienen que dar prioridad a los sectores más afectados por las medidas que se pusieron en marcha hace un año para contener el Covid-19, ha concluido Guillermo.
Según el experto, la prioridad debe ser salvar al máximo número posible de empresas ya que, cuantas más cierren, «más déficit habrá, más gasto en desocupación y más crisis social por la tasa de paro».