El mercado laboral arrancó el año perdiendo ocupados y ganando desempleados, en pleno descontrol de los precios y con la incertidumbre de las consecuencias de la guerra de Ucrania.
A pesar de que el número de ocupados se consolida por encima de los 20 millones de personas, España ha perdido de enero a marzo 100.200 empleos, frente a los 90.000 del ejercicio anterior a la irrupción del coronavirus; mientras que el número de parados se ha elevado en 70.900 personas, hasta los 3,17 millones, un dato lejos de la subida de casi 50.000 desempleados de 2019.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha señalado que las cifras de empleo del primer trimestre del año nunca son positivas y ha optado por destacar «datos muy importantes», como los 20 millones de ocupados
Así lo recoge la Encuesta de Población Activa (EPA) difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la primera que evidencia el golpe de la invasión rusa sobre la actividad económica de España, que se ha visto en gran medida afectada por la crisis energética, disparando la inflación en marzo hasta el 9,8 % y provocando paros en algunos sectores y escasez de materias primas. Además de la caída de ocupados y el aumento del desempleo, otra de las consecuencias es el descenso de 29.400 personas activas, hasta los 25.259.400.
Los datos de contratación indefinida, impulsada por la reforma laboral, son buenos. España superó los 12,8 millones de trabajadores por primera vez en la serie histórica, tras sumar más de 164.000 personas a lo largo del trimestre. Al mismo tiempo, la eventualidad en el sector privado cayó en 260.000 personas. Es decir, dos de cada tres empleos temporales perdidos se compensaron con fijos. En cuanto a los autónomos, disminuyeron en 55.700 personas en variación trimestral.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha señalado que las cifras de empleo del primer trimestre del año nunca son positivas y ha optado por destacar «datos muy importantes», como los 20 millones de ocupados, entre ellos 9,3 millones de mujeres, o la reducción de más de 9 puntos en la tasa de desempleo juvenil. «La semana que viene conoceremos ya no una encuesta, sino datos de paro registrado de contratación y protección social. Verán que la tendencia es positiva».
100.000 empleos menos
España perdió de enero a marzo un total de 100.200 trabajadores respecto al trimestre anterior, dejando el número de ocupados en 20.084.700. Es el tercer trimestre consecutivo que se supera la barrera histórica de los 20 millones, si bien la tendencia se invierte con respecto a los meses anteriores.
Para el Ejecutivo, las cifras están «en línea» con otros años y mantener el total por encima de los 20 millones «pone de manifiesto el dinamismo del mercado laboral». No obstante, y una vez dada por superada la pandemia con la eliminación de las restricciones, el dato es peor que el del mismo periodo de 2019, donde se destruyeron 93.500 empleos; pero también del registrado en 2017 y 2016, cuando el número de empleos perdidos se situó por debajo de los 70.000.
En un mercado laboral tan estacional como el español, la EPA refleja un deterioro del empleo tradicional en los tres primeros meses del año, que acusan el final de la campaña navideña; este año, además, se da la circunstancia de que la Semana Santa ha caído fuera del primer trimestre.
Los malos datos también se repiten en el desempleo, que vuelve a subir tras cinco trimestres de caídas consecutivas. El paro en España ha subido de enero a marzo en 70.900 personas, lo que eleva el número total de desempleados hasta los 3.174.700. El incremento es inferior al de 2020, cuando se sumaron 121.000 parados, pero está por encima de los 49.900 de los tres primeros meses de 2019.