Ana Sánchez Arjona
“Otra vez Escrivá y otra vez las pensiones”. Escrivá lo ha vuelto a hacer, y ha desatado las iras no sólo de Unidas Podemos, sino también de la parte socialista del Gobierno cuando Moncloa está intentando concentrar el discurso en la “recuperación económica justa” y cuando se han iniciado las negociaciones de los Presupuestos. Las cuentas públicas de los fondos europeos sobre las que pivota una salida airosa de la crisis. El portavoz del PNV, Aitor Esteban ,sobre la posibilidad de retrasar la jubilación a los 75, ha sido claro: “Con nosotros que no cuenten…”, mientras el de ERC, Gabriel Rufián, ironizó: “Creo que el PP está buscando ministros ‘en la sombra’, y Escrivá sería buen candidato”.
Reciente entrevista al ministro José Luis Escrivá en una emisora de radio. Pregunta: ¿cómo lleva el fuego amigo? Respuesta: Bien…es un clásico. El periodista insiste en que siempre que se monta un lío en torno a una declaración, es el ministro de la Seguridad Social el que está en el ojo del huracán. El ministro responde: “No necesariamente….yo estoy dedicado a otras cosas como diseñar políticas, a llegar a acuerdos a sacar adelante leyes…
Y si nos fijamos en la rueda de prensa del pasado Consejo de Ministros en la que se aprobó la prórroga de los ERTE, daba la sensación de que los periodistas asistían, en algunos momentos, a un intercambio de puyas. Mientras las Yolanda Díaz insistía en que hay que ser muy cauteloso con las declaraciones sobre el tema de las pensiones, José Luis Escrivá afirmaba que lo que había que ser era beligerante y no cauteloso.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha anunciado, para intentar calmar algo más a la tropa, que las pensiones mínimas y no contributivas subirán en 2022 por encima del IPC. Un anuncio llega tras las presiones de Unidas Podemos
Lo cierto es que ha sido “otra vez Escrivá y otra vez las pensiones”. Escrivá lo ha vuelto a hacer cuando Moncloa está intentando concentrar el discurso en la “recuperación económica justa” y, sobre todo, cuando se han iniciado las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado. Las cuentas públicas de los fondos europeos sobre las que pivota una salida airosa de la crisis y que dependen del apoyo de determinados grupos parlamentarios muy críticos con las palabras del ministro
Por ejemplo… El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban ha sido claro: “Con nosotros que no cuente. No es realista ni justo, y no tiene ni pies ni cabeza. No entiendo este tipo de declaraciones; me parecen un despropósito y estoy absolutamente en desacuerdo”.
Uno de los más críticos fue el portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, quien ironizó con que “creo que el PP está buscando ministros ‘en la sombra’, sería buen candidato por alguna de las cosas que dice”. Rufián incidió en que la prioridad es «que la gente encuentre trabajo con 35 años, no con 65”. “No tiene sentido que la tasa de paro juvenil sea del 40% y este señor se preocupe de que la gente tiene que trabajar a los 75”.
Así que, Escrivá no solo ha matizado sus palabras, sino que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha anunciado, para intentar calmar algo más a la tropa, que las pensiones mínimas y no contributivas subirán en 2022 por encima del IPC. Un anuncio llega tras las presiones de Unidas Podemos para que el alza de estas prestaciones fuera el próximo año muy superior a la inflación. ha indicado que, al igual que ocurre con el salario mínimo interprofesional, las pensiones mínimas y no contributivas son un mecanismo “muy potente” para la redistribución de renta y contribuye a ir cerrando la brecha de desigualdad.
“En los Presupuestos Generales del Estado se reflejará esa filosofía (…) Subirán más que el IPC”, ha adelantado, aunque no ha precisado la cifra concreta en la que se revalorizarán las pensiones mínimas y no contributivas.
Pero volviendo a sus reflexiones sobre retrasar la jubilación a los 75 años, los más críticos aseguran que el ministro sabe siempre lo que dice, que nunca da puntada sin hilo y los menos creen que tiene sobresalientes aptitudes técnicas, aunque poca mano izquierda política y que no mide y no acierta con sus declaraciones públicas. Es decir, que todo hay que mirarlo desde el punto de vista filosófico sobre un determinado tema y a su falta de tablas en lo público.
Los ‘baby boomers’
En lo que sí coinciden desde los dos puntos de vista es no suele pensar demasiado antes de hablar y que no le acompaña el don oportunidad lo que le ha llevado a sublevar a otra vez a parte de los suyos, y por los suyos hay que entender la parte socialista del Gobierno, aunque es cierto que hay quien opina que dice verdades como puños.
En el Gobierno aclaran que entre los planes en pensiones “no se contempla” alargar la edad de jubilación lo que supone desautorizar a un miembro del Consejo de Ministros que quiso matizar sus palabras al decir que había visto “con sorpresa” cómo sus declaraciones se habían “sacado de contexto”.
No es la primera vez, además, que el ministro Escrivá realiza unas declaraciones controvertidas sobre pensiones. El pasado mes de julio, el titular de la Seguridad Social advirtió a la generación de los baby boomers de que o trabajaban más años o cobrarían menos pensión. Declaraciones que provocaron, como no, un terremoto que intentó controlar afirmando que no tuvo su “mejor día».
Pero antes, el ministro tuvo sus más y sus menos con Unidas Podemos por un borrador interno del Gobierno en el que se planteaba la posibilidad de el cómputo para calcular la pensión a 35 años. Escrivá aseguró que la filtración de la noticia le había provocado «desconcierto e incluso decepción” por presentar “una narrativa que nunca me habrán oído a mí, sino que se ha creado artificialmente a partir de una realidad que no existe”.
Las palabras del ministro también han sido desmentidas por algún compañero de Gobierno, fuera ya del ámbito de las pensiones. Fue en Valencia este verano cuando contempló la posibilidad de impuesto a la capitalidad para Madrid. La titular de Hacienda, Mª Jesús Montero no tuvo pelos en la lengua para desautorizarlo: “este Gobierno nunca va a hacer una política que enfrente a los territorios”.
Aun así, en el entorno de Moncloa aseguran y enfatizan sobre la confianza que tiene el presidente en el ministro que trajo de la AIReF para dar legitimidad y solvencia a la reforma de las pensiones.
El ministro y su mecanismo de equilibrio intergeneracional
Es uno de los puntos que más dudas genera en los grupos de la oposición del Congreso donde llegaba la primera parte de la reforma de las pensiones.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha defendido vehementemente la reforma examinada en el Congreso de los Diputados. Escrivá reivindicando tres puntos de esta norma. El primero de ellos, la derogación de los factores de revalorización y de sostenibilidad aprobados por el Gobierno del PP en 2013. Estos dos factores se sustituirán, respectivamente, por la actualización automática de las pensiones en función del IPC incluida una paga compensatoria en enero si la inflación superara lo previsto y por otro mecanismo de ajuste denominado mecanismo de equidad intergeneracional, cuyos detalles no incluye el texto normativo.
Precisamente, el hecho de que no se haya incluido el diseño detallado de este mecanismo ha sido la principal crítica que ha recibido el ministro y su proyecto.
El ministro, sin dar detalles de cómo quiere que se configure esta herramienta, explicó que será “contingente” esto es, según ha dicho, que solo supondrá recorte de las pensiones si dentro de unos años “pasara algo”, en una clara referencia a una nueva situación de desbordamiento del gasto del sistema. Esto podría volver a ocurrir si la llegada masiva a la jubilación desde mediados de esta década de los nacidos entre 1957 y 1974 (baby boom) no se compensara con el resto de medidas de incentivo de retraso de la jubilación, por ejemplo.
La primera fase de la reforma de las pensiones se enfrentaba así a su primer obstáculo de la tramitación parlamentaria: la enmienda a la totalidad del Partido Popular contra el texto pactado por el Gobierno y los agentes sociales. El texto no obstante ha esquivado ese obstáculo, ya que los populares solo han recibido el apoyo de Vox, con lo que la devolución del proyecto de ley en el Congreso de los Diputados ha sido rechazado por 194 votos en contra, 143 votos a favor emitidos desde las fuerzas de la derecha y 11 abstenciones.