Tras más de diez meses de negociaciones, José Luis Escrivá ha logrado el visto bueno de las tres principales asociaciones de autónomos (ATA, UPTA y Uatae) a su propuesta sobre el nuevo sistema de cotización en función de los ingresos reales.).
Más tarde de la fecha prevista, el Ejecutivo consigue el consenso de todas las partes con la propuesta que rebaja a 200 euros la cuota a partir de 2025 para los autónomos que menos ganen.
El modelo de Escrivá consiste en un modelo progresivo a tres años (2023-2025) en el que los trabajadores por cuenta propia con menos ingresos ven rebajada su cuota, mientras que los que más ganan la ven incrementada.
La cuota cae para rendimientos netos por debajo de 1.300 euros, se queda igual para el tramo entre 1.300 y 1.700 euros mensuales y aumenta para el resto
El ministro ha confirmado en rueda de prensa que el nuevo sistema se tratará el próximo martes en el Consejo de Ministros. “Este acuerdo es una aspiración de décadas de los autónomos, un régimen que refuerza la actuación protectora de la Seguridad Social”, ha comentado Escrivá, que ha destacado la “flexibilidad” que este nuevo escenario ofrece a los trabajadores por cuenta propia.
“Les damos la posibilidad de, a lo largo de la vida laboral, adaptar el nivel de cotizaciones en función de los rendimientos netos. Un autónomo que esté empezando cotizará menos y a medida que le vaya mejor irá cotizando más. Y si pasa por un periodo de dificultad, podrá volver a cotizar menos”. Los autónomos podrán cambiar de tramo desde su teléfono móvil.
Escrivá ha dicho que este nuevo sistema redundará en una mejora de las pensiones para los autónomos. Según datos del ministerio, el 85% de los autónomos paga la cuota mínima actual (294 euros, la media es de 456), lo que acaba conduciendo a pensiones de jubilación bajas. Tanto que las pensiones de los autónomos son un 40% menos cuantiosas que las de los asalariados. Fuentes del ministerio indican que esta reforma hará que autónomos que vienen eligiendo cotizar el mínimo pero tienen ingresos altos aporten más a la seguridad social. El departamento también señala que el impacto de esta reforma en las cuentas de la Seguridad Social será neutro en los tres primeros años de aplicación, es decir, no ingresará ni más ni menos que hasta ahora. Sin embargo, esperan que a futuro repercuta en una mayor recaudación.
Compromiso con Bruselas
El Gobierno se había comprometido con Bruselas a cerrar esta reforma antes de que terminase junio, pero ha tardado 20 días más. Durante el pasado fin de semana las patronales han estudiado la oferta, que consiste en cuotas de 200 a 590 euros en función de los rendimientos netos ―la diferencia entre los ingresos computables y gastos deducibles―. El tramo alto se mantiene igual que en la anterior oferta y el bajo cae 30 euros, de 230 a 200. Como las últimas propuestas de Escrivá, este diseño del sistema de cotización por ingresos reales contempla 15 tramos, que van desde aquellos inferiores o iguales a 670 euros al mes hasta quienes facturen más de 6.000 euros mensuales.
La horquilla de 200 a 590 euros entrará en vigor en 2025, fecha en la que se revisará de nuevo para los próximos tres años, así hasta llegar a 2032, como consta en las disposiciones adicionales del texto. En 2023, los trabajadores por cuenta propia con un rendimiento neto por debajo de 670 euros pagarán 230 euros al mes y pasarán a pagar 225 en 2024. En el tramo alto, por encima de 6.000 euros, abonarán 500 euros en 2023 y 530 en 2024.
A partir de 2026, agentes sociales, asociaciones de autónomos y el Ejecutivo de entonces valorarán el desarrollo de este sistema. La intención del ministerio es conseguir que para 2032 las cotizaciones se correspondan al detalle con los ingresos reales.
Según cálculos de UPTA, la cuota cae para los autónomos con rendimientos netos por debajo de 1.300 euros al mes, se queda igual para el tramo entre 1.300 y 1.700 euros mensuales y aumenta para el resto.