En España, actualmente existe un déficit de 66.000 plazas necesarias en residencias para la tercera edad; cifra que se verá incrementada paulatinamente por el envejecimiento de la población y el aumento del índice de dependencia.
En concreto, se necesitarán alrededor de 785.000 plazas residenciales en 2050, el doble de las existentes en 2018, según el informe ‘Radiografía del sector de las residencias para la tercera edad en España’, elaborado por PwC para la Federación Empresarial de Asistencia a la Dependencia (FED).
En este sentido, el 19% de la población tiene más de 64 años. A partir de esa edad, la esperanza de vida media es de 22 años. Según el INE, en 2050 se pasará de 9 a 16 millones de personas mayores de 64 años, aproximadamente un tercio de la población, lo que situaría a España como el cuarto país más envejecido de la Unión Europea.
“Es aquí donde las residencias juegan un papel muy relevante, garantizando un servicio socio-asistencial en la atención a los mayores, ya que más del 80% de los residentes necesitan ayuda en tareas tan cotidianas como vestirse, tomar la medicación, asearse o alimentarse”, ha señalado al respecto Ignacio Fernández-Cid, presidente de la FED.